La alianza estuvo suspendida por casi seis años mientras terminaba la construcción del centro hospitalario que estuvo cerca de convertirse en un elefante blanco. Con grandes retrasos la Gobernación terminó la obra y en noviembre del año pasado se dio reinicio al acuerdo.
No es un tema nuevo. Desde el 2014, cuando el Hospital José David Padilla Villafañe de Aguachica abrió una licitación pública cuyo objeto era buscar un tercero privado que prestara el servicio de cuidados intensivos neonatales, pediátricos y adultos, empezó el debate sobre la conveniencia de la alianza estratégica.
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Ese mismo año, la Clínica Laura Daniela presentó una propuesta y fue seleccionada. Pero a finales del 2014, el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, en su primer gobierno, dio inicio a la construcción del nuevo Hospital de Aguachica.
La alianza estuvo suspendida por casi seis años mientras terminaba la construcción del centro hospitalario que estuvo cerca de convertirse en un elefante blanco. Con grandes retrasos la Gobernación terminó la obra y en noviembre del año pasado se dio reinicio a la alianza.
La Clínica Integral de Emergencias Laura Daniela es una de las más reconocidas al norte del departamento y la región bajo la cabeza del empresario Jaime Arce. Con esta alianza ingresaron al sector salud del sur del Cesar como la principal UCI de la zona. Sin embargo, algunos lineamientos y modificaciones del contrato han causado polémica.
El 6 de abril de 2020, la Clínica Laura Daniela envió al gerente del Hospital José David Padilla, Fernando José Jacome, un oficio con algunas modificaciones sobre el Contrato 127 del 2014, el inicial. Allí se hablaba de la constitución de una Unión Temporal entre ambos centros de salud el cual llevaría el nombre de Unión Temporal Salud Integral y se extendería por 20 años. Además, con esta modificación los riesgos serían compartidos y se nombraría a un encargado. Por varias condiciones, dicha propuesta causó polémica.
Para el mes de mayo la respuesta de la gerencia fue negativa señalando que “era inviable la propuesta enviada”. En el mismo oficio el gerente señalaba que el contratista no estaba cumpliendo con lo pactado entre las partes.
“No existen razones legales y de peso para modificar el contrato 127. Además han incumplido el contrato al no querer recibir pacientes de la región estando habilitados desde el 19 de marzo del 2020. Está comprobado, con la lista que el área de referencia y contrarefencia del hospital entregó al gerente de la ESE y que este después presentó a la Duma departamental, la no aceptación de pacientes argumentando que no tienen camas disponible y la UCI con 35 camas vacías”, señaló una fuente del hospital que solicitó reserva.
Opinión contraria a la de la Clínica. “Ese documento lo envía el hospital, pero ellos no presentan un soporte donde se evidencie que la Clínica haya negado el servicio, que es como debe darse el proceso. Dicen muchos que la Clínica no ha iniciado la atención. La diferencia con otros servicios de salud, es que un usuario puede llegar a la Urgencia, pero nadie llega directamente a la UCI. Normativamente para prestar el servicio de UCI se requiere apoyo de especialistas, subespecialistas, servicios complementarios. El paciente, necesariamente debe ser referido con un criterio médico. Nosotros hemos recibido los pacientes que ellos (hospital) nos presentan”, señaló la gerente de la Clínica Laura Daniela, María Claudia Morillo Daza.
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En este tema las diferencias en las cifras son abismales. Según la clínica hasta el momento han atendido siete (7) casos, todos los referidos (dos de ellos el miércoles), esto porque, aseguran, desde el Hospital no presentan los pacientes a la UCI; mientras que de la ESE señalan que la clínica no ha recibido a más de 100 pacientes.
En el contrato firmado en el 2014 entre Edwin Vega, entonces gerente del Hospital Padilla Villafañe, y Jaime Arce, como aliado y representante de la Clínica Laura Daniela, quedó establecido que el aliado privado pagaría mensualmente a la ESE una compensación por el uso del espacio físico para la ubicación de la UCI, además de un porcentaje de la facturación de los servicios, el cual quedó establecido en 8 %.
Sobre el punto del arriendo, en un debate en la Asamblea departamental y en diferentes espacios, los diputados Claudia Margarita Zuleta y Ricardo ‘Quintín’ Quintero han señalado que la clínica no ha cumplido dicho punto del contrato.
“El contrato de 20 años se trata de administrar la sede con autonomía total, administrativa, técnica y sin riesgo compartido para la ESE. Todo a título del aliado. También se decidió pagar una suma de $5 millones mensuales por el espacio donde están las UCI. (…) Me pregunto cuánto puede costar diariamente el uso de una UCI, digamos que un millón de pesos. Aquí le están pagando mensuales a la ESE $5 millones y la proyección era tener 35 UCI. Allí empieza lo leonino de este contrato”, señaló en su intervención el diputado Quintero. “No han cumplido con el canon de arrendamiento”, agregó Zuleta.
Similar al pensamiento de una voz de la junta directiva opuesta al contrato que señaló que aunque se aumentó a $10 millones el cobro por la solicitud de otra área, “aun así es muy bajo comparado con el total de lo que produce una UCI. Es aproximadamente el 0.01 %”.
Como se señaló anteriormente, el contrato establece el pago de una compensación superior a los $5 millones con una variación del IPC anual. ¿Qué dice la clínica sobre el pago de esta compensación?
Según explicó la gerente de la clínica, el 10 de octubre de 2018 en un acta de reunión quedó establecido que bajo una figura similar a la dación en pago, unos aportes de equipo para la habilitación que hizo el aliado privado, con una inversión superior a los $1.000 millones, se irían descontando de esos cánones de arriendo. Bajo esta figura, la ESE pagaría el aporte del aliado con las mensualidades del arriendo. Adicionalmente, la clínica asume todos los gastos de personal, insumos, medicamentos, servicios y todo lo requerido para el funcionamiento como lo establece el contrato.
Luego del polémico oficio del 6 de abril, antes de la respuesta del gerente de la ESE de Aguachica, hay registro de una carta del 30 de abril del 2020, esta enviada de la Clínica Laura Daniela a la junta directiva del José David Padilla Villafañe. Desestimada la primera carta y la propuesta de la creación de una Unión Temporal, según el aliado privado, se propuso la habilitación del Hospital para que este fuera el encargado de realizar la facturación ante las EPS.
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¿Por qué? “Están diciendo que la Clínica Laura Daniela pretende adueñarse de la facturación del Hospital. Al contrario, queremos darle la facturación a ellos por el tema de las tarifas: es más conveniente facturar a tarifa SOAT (ESE) que facturar con ISS como clínica privada. Ellos serían los que presentarían la facturación ante las EPS, incluyendo los servicios de UCI prestados por nosotros, eso a tarifa SOAT”, argumentó la gerente.
Cabe señalar que aún no hay claridad sobre cómo será la facturación, pero está establecido que de lo facturado por la Clínica Laura Daniela por sus servicios el 8 %, después de la glosa y los impuestos, sería destinado para la ESE. Estos ítems fueron duramente cuestionados.
El aliado privado defiende el concepto. “Demos un ejemplo: si facturo un millón de pesos, no le puedo dar el 8 % de ese millón de pesos al hospital. Yo le facturo a la EPS pero la EPS de este millón me glosó $400.000 y me realizó devoluciones por $100.000. Realmente la facturación sobre la que me pagarán es de $500.000. El contrato señala que se paga sobre los $500.000, no sobre el millón, porque nosotros como entidad asumimos las pérdidas que generan las glosas y las devoluciones que no pagan las EPS. Obviamente, si la EPS acepta y pago todo lo facturado, se deduce el porcentaje acordado para el hospital sobre esos recursos”, indicó la gerente María Morillo Daza.
Sorpresa y asombro causó la presentación de la renuncia por parte del gerente del Hospital José David Padilla Villafañe para el 30 de junio. EL PILÓN intentó contactarse con el funcionario para conocer las razones pero señaló que prefería no hablar sobre el tema.
Igualmente, se intentó contactar al secretario de Salud, Hernán Baquero, y al gobernador del Cesar y presidente de la junta directiva, Luis Alberto Monsalvo, pero no hubo respuesta.
La salida es sorpresiva porque antes de la polémica, el contrato del gerente de la ESE había sido renovado por el gobernador hasta marzo del 2024. Por eso se crearon rumores sobre una salida presionada. Incluso se ha dicho que la excandidata a la Alcaldía de Chimichagua, Dalma Ospino, y cercana al grupo político del gobernador, sería nombrada como nueva gerente del hospital. En Aguachica el posible cambio generó molestia porque Ospino no es natural del municipio sureño.
POR: DEIVIS CARO /EL PILÓN
La alianza estuvo suspendida por casi seis años mientras terminaba la construcción del centro hospitalario que estuvo cerca de convertirse en un elefante blanco. Con grandes retrasos la Gobernación terminó la obra y en noviembre del año pasado se dio reinicio al acuerdo.
No es un tema nuevo. Desde el 2014, cuando el Hospital José David Padilla Villafañe de Aguachica abrió una licitación pública cuyo objeto era buscar un tercero privado que prestara el servicio de cuidados intensivos neonatales, pediátricos y adultos, empezó el debate sobre la conveniencia de la alianza estratégica.
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Ese mismo año, la Clínica Laura Daniela presentó una propuesta y fue seleccionada. Pero a finales del 2014, el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, en su primer gobierno, dio inicio a la construcción del nuevo Hospital de Aguachica.
La alianza estuvo suspendida por casi seis años mientras terminaba la construcción del centro hospitalario que estuvo cerca de convertirse en un elefante blanco. Con grandes retrasos la Gobernación terminó la obra y en noviembre del año pasado se dio reinicio a la alianza.
La Clínica Integral de Emergencias Laura Daniela es una de las más reconocidas al norte del departamento y la región bajo la cabeza del empresario Jaime Arce. Con esta alianza ingresaron al sector salud del sur del Cesar como la principal UCI de la zona. Sin embargo, algunos lineamientos y modificaciones del contrato han causado polémica.
El 6 de abril de 2020, la Clínica Laura Daniela envió al gerente del Hospital José David Padilla, Fernando José Jacome, un oficio con algunas modificaciones sobre el Contrato 127 del 2014, el inicial. Allí se hablaba de la constitución de una Unión Temporal entre ambos centros de salud el cual llevaría el nombre de Unión Temporal Salud Integral y se extendería por 20 años. Además, con esta modificación los riesgos serían compartidos y se nombraría a un encargado. Por varias condiciones, dicha propuesta causó polémica.
Para el mes de mayo la respuesta de la gerencia fue negativa señalando que “era inviable la propuesta enviada”. En el mismo oficio el gerente señalaba que el contratista no estaba cumpliendo con lo pactado entre las partes.
“No existen razones legales y de peso para modificar el contrato 127. Además han incumplido el contrato al no querer recibir pacientes de la región estando habilitados desde el 19 de marzo del 2020. Está comprobado, con la lista que el área de referencia y contrarefencia del hospital entregó al gerente de la ESE y que este después presentó a la Duma departamental, la no aceptación de pacientes argumentando que no tienen camas disponible y la UCI con 35 camas vacías”, señaló una fuente del hospital que solicitó reserva.
Opinión contraria a la de la Clínica. “Ese documento lo envía el hospital, pero ellos no presentan un soporte donde se evidencie que la Clínica haya negado el servicio, que es como debe darse el proceso. Dicen muchos que la Clínica no ha iniciado la atención. La diferencia con otros servicios de salud, es que un usuario puede llegar a la Urgencia, pero nadie llega directamente a la UCI. Normativamente para prestar el servicio de UCI se requiere apoyo de especialistas, subespecialistas, servicios complementarios. El paciente, necesariamente debe ser referido con un criterio médico. Nosotros hemos recibido los pacientes que ellos (hospital) nos presentan”, señaló la gerente de la Clínica Laura Daniela, María Claudia Morillo Daza.
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En este tema las diferencias en las cifras son abismales. Según la clínica hasta el momento han atendido siete (7) casos, todos los referidos (dos de ellos el miércoles), esto porque, aseguran, desde el Hospital no presentan los pacientes a la UCI; mientras que de la ESE señalan que la clínica no ha recibido a más de 100 pacientes.
En el contrato firmado en el 2014 entre Edwin Vega, entonces gerente del Hospital Padilla Villafañe, y Jaime Arce, como aliado y representante de la Clínica Laura Daniela, quedó establecido que el aliado privado pagaría mensualmente a la ESE una compensación por el uso del espacio físico para la ubicación de la UCI, además de un porcentaje de la facturación de los servicios, el cual quedó establecido en 8 %.
Sobre el punto del arriendo, en un debate en la Asamblea departamental y en diferentes espacios, los diputados Claudia Margarita Zuleta y Ricardo ‘Quintín’ Quintero han señalado que la clínica no ha cumplido dicho punto del contrato.
“El contrato de 20 años se trata de administrar la sede con autonomía total, administrativa, técnica y sin riesgo compartido para la ESE. Todo a título del aliado. También se decidió pagar una suma de $5 millones mensuales por el espacio donde están las UCI. (…) Me pregunto cuánto puede costar diariamente el uso de una UCI, digamos que un millón de pesos. Aquí le están pagando mensuales a la ESE $5 millones y la proyección era tener 35 UCI. Allí empieza lo leonino de este contrato”, señaló en su intervención el diputado Quintero. “No han cumplido con el canon de arrendamiento”, agregó Zuleta.
Similar al pensamiento de una voz de la junta directiva opuesta al contrato que señaló que aunque se aumentó a $10 millones el cobro por la solicitud de otra área, “aun así es muy bajo comparado con el total de lo que produce una UCI. Es aproximadamente el 0.01 %”.
Como se señaló anteriormente, el contrato establece el pago de una compensación superior a los $5 millones con una variación del IPC anual. ¿Qué dice la clínica sobre el pago de esta compensación?
Según explicó la gerente de la clínica, el 10 de octubre de 2018 en un acta de reunión quedó establecido que bajo una figura similar a la dación en pago, unos aportes de equipo para la habilitación que hizo el aliado privado, con una inversión superior a los $1.000 millones, se irían descontando de esos cánones de arriendo. Bajo esta figura, la ESE pagaría el aporte del aliado con las mensualidades del arriendo. Adicionalmente, la clínica asume todos los gastos de personal, insumos, medicamentos, servicios y todo lo requerido para el funcionamiento como lo establece el contrato.
Luego del polémico oficio del 6 de abril, antes de la respuesta del gerente de la ESE de Aguachica, hay registro de una carta del 30 de abril del 2020, esta enviada de la Clínica Laura Daniela a la junta directiva del José David Padilla Villafañe. Desestimada la primera carta y la propuesta de la creación de una Unión Temporal, según el aliado privado, se propuso la habilitación del Hospital para que este fuera el encargado de realizar la facturación ante las EPS.
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¿Por qué? “Están diciendo que la Clínica Laura Daniela pretende adueñarse de la facturación del Hospital. Al contrario, queremos darle la facturación a ellos por el tema de las tarifas: es más conveniente facturar a tarifa SOAT (ESE) que facturar con ISS como clínica privada. Ellos serían los que presentarían la facturación ante las EPS, incluyendo los servicios de UCI prestados por nosotros, eso a tarifa SOAT”, argumentó la gerente.
Cabe señalar que aún no hay claridad sobre cómo será la facturación, pero está establecido que de lo facturado por la Clínica Laura Daniela por sus servicios el 8 %, después de la glosa y los impuestos, sería destinado para la ESE. Estos ítems fueron duramente cuestionados.
El aliado privado defiende el concepto. “Demos un ejemplo: si facturo un millón de pesos, no le puedo dar el 8 % de ese millón de pesos al hospital. Yo le facturo a la EPS pero la EPS de este millón me glosó $400.000 y me realizó devoluciones por $100.000. Realmente la facturación sobre la que me pagarán es de $500.000. El contrato señala que se paga sobre los $500.000, no sobre el millón, porque nosotros como entidad asumimos las pérdidas que generan las glosas y las devoluciones que no pagan las EPS. Obviamente, si la EPS acepta y pago todo lo facturado, se deduce el porcentaje acordado para el hospital sobre esos recursos”, indicó la gerente María Morillo Daza.
Sorpresa y asombro causó la presentación de la renuncia por parte del gerente del Hospital José David Padilla Villafañe para el 30 de junio. EL PILÓN intentó contactarse con el funcionario para conocer las razones pero señaló que prefería no hablar sobre el tema.
Igualmente, se intentó contactar al secretario de Salud, Hernán Baquero, y al gobernador del Cesar y presidente de la junta directiva, Luis Alberto Monsalvo, pero no hubo respuesta.
La salida es sorpresiva porque antes de la polémica, el contrato del gerente de la ESE había sido renovado por el gobernador hasta marzo del 2024. Por eso se crearon rumores sobre una salida presionada. Incluso se ha dicho que la excandidata a la Alcaldía de Chimichagua, Dalma Ospino, y cercana al grupo político del gobernador, sería nombrada como nueva gerente del hospital. En Aguachica el posible cambio generó molestia porque Ospino no es natural del municipio sureño.
POR: DEIVIS CARO /EL PILÓN