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Columnista - 21 septiembre, 2022

‘El Negativo’ en la novela de Leandro Díaz 

Las promesas que se hacen en parrandas, al calor del trago, por lo general terminan incumpliéndose, es el caso de la canción ‘El Negativo’ que narra Leandro Díaz, grabada en 1983 por Los Betos (Beto Villa y Beto Zabaleta), contenida en el álbum ‘Déjenme quererla’, inspiración de Marcos Díaz.  Lázaro Cotes, epicentro de esas memorables […]

Las promesas que se hacen en parrandas, al calor del trago, por lo general terminan incumpliéndose, es el caso de la canción ‘El Negativo’ que narra Leandro Díaz, grabada en 1983 por Los Betos (Beto Villa y Beto Zabaleta), contenida en el álbum ‘Déjenme quererla’, inspiración de Marcos Díaz. 

Lázaro Cotes, epicentro de esas memorables parrandas en el patio de su residencia en La Paz, se reivindicó acogiéndose a los dichos, que también hacen parte de nuestro folclor: ‘lo prometido es deuda’, raudo tras el acoso de los medios de comunicación, le compró la grabadora que le prometió a Leandro Díaz y se la llevó a su casa. 

La parranda de la que también fue protagonista el quinto Rey Vallenato, Miguel López, ‘Toño’ Salas y otras celebridades, transcurrió en 1975, pero hubo que esperar 21 años, para que, en 1996, por fin, Leandro recibiera la grabadora que le prometió Lázaro Cotes, por conducto de Andrés Becerra y ‘Poncho’ Cotes. 

La grabadora era el boom del momento con los flamantes casetes, preferida en serenatas, parrandas y toda clase de celebraciones, y Maicao era la meca comercial, ciudad receptora de la mercancía procedente de las islas caribeñas de Aruba y Curazao. 

En medio de tantas promesas incumplidas se materializó el regalo de una casa para Leandro Díaz en la urbanización San Fernando de Valledupar, gesto generoso del entonces gobernador del Cesar, Jorge Dongón Daza, como premio al talante del intérprete y compositor, hasta vino el presidente Ernesto Samper Pizano a inaugurarla. 

También se concretó el chinchorro de cabuyita que le ofreció Diomedes Díaz, pero se embolató la oferta de un carro hecha desde Riohacha, después de tener Leandro en sus manos las llaves de un vehículo de segunda con la promesa de cambiárselo por uno nuevo que nunca llegó. 

Y más que una historia de vida, la boiserie de RCN que encarna a Leandro Díaz y que protagoniza el vocalista y actor, Silvestre Dongón, se enriquece con paisajes, fantasía, vivencias y anécdotas que le dan el verdadero toque de novela a la fecunda obra musical del poeta ciego de la canción, para rubricar que el poeta nace, el escritor se hace.

Columnista
21 septiembre, 2022

‘El Negativo’ en la novela de Leandro Díaz 

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Aroca Yepez

Las promesas que se hacen en parrandas, al calor del trago, por lo general terminan incumpliéndose, es el caso de la canción ‘El Negativo’ que narra Leandro Díaz, grabada en 1983 por Los Betos (Beto Villa y Beto Zabaleta), contenida en el álbum ‘Déjenme quererla’, inspiración de Marcos Díaz.  Lázaro Cotes, epicentro de esas memorables […]


Las promesas que se hacen en parrandas, al calor del trago, por lo general terminan incumpliéndose, es el caso de la canción ‘El Negativo’ que narra Leandro Díaz, grabada en 1983 por Los Betos (Beto Villa y Beto Zabaleta), contenida en el álbum ‘Déjenme quererla’, inspiración de Marcos Díaz. 

Lázaro Cotes, epicentro de esas memorables parrandas en el patio de su residencia en La Paz, se reivindicó acogiéndose a los dichos, que también hacen parte de nuestro folclor: ‘lo prometido es deuda’, raudo tras el acoso de los medios de comunicación, le compró la grabadora que le prometió a Leandro Díaz y se la llevó a su casa. 

La parranda de la que también fue protagonista el quinto Rey Vallenato, Miguel López, ‘Toño’ Salas y otras celebridades, transcurrió en 1975, pero hubo que esperar 21 años, para que, en 1996, por fin, Leandro recibiera la grabadora que le prometió Lázaro Cotes, por conducto de Andrés Becerra y ‘Poncho’ Cotes. 

La grabadora era el boom del momento con los flamantes casetes, preferida en serenatas, parrandas y toda clase de celebraciones, y Maicao era la meca comercial, ciudad receptora de la mercancía procedente de las islas caribeñas de Aruba y Curazao. 

En medio de tantas promesas incumplidas se materializó el regalo de una casa para Leandro Díaz en la urbanización San Fernando de Valledupar, gesto generoso del entonces gobernador del Cesar, Jorge Dongón Daza, como premio al talante del intérprete y compositor, hasta vino el presidente Ernesto Samper Pizano a inaugurarla. 

También se concretó el chinchorro de cabuyita que le ofreció Diomedes Díaz, pero se embolató la oferta de un carro hecha desde Riohacha, después de tener Leandro en sus manos las llaves de un vehículo de segunda con la promesa de cambiárselo por uno nuevo que nunca llegó. 

Y más que una historia de vida, la boiserie de RCN que encarna a Leandro Díaz y que protagoniza el vocalista y actor, Silvestre Dongón, se enriquece con paisajes, fantasía, vivencias y anécdotas que le dan el verdadero toque de novela a la fecunda obra musical del poeta ciego de la canción, para rubricar que el poeta nace, el escritor se hace.