Aquel era un mono alegre, aunque un bromista pesado. Un día vio a un sapo dormido y le canto bien cerquita: de las aves que duermen me gusta el sapo, porque es petizo, gordo, panzón y ñato.
Aquel era un mono alegre, aunque un bromista pesado. Un día vio a un sapo dormido y le canto bien cerquita: de las aves que duermen me gusta el sapo, porque es petizo, gordo, panzón y ñato.
El sapo se despertó asustado y por un tiempo no pudo dormir tranquilo. Una mañana, la tortuga caminaba muy despacio buscando una hoja rica para comer, cuando el mono pasó corriendo a su lado gritando:
Un día, su fama de bromista llego a oídos de la zorra. De inmediato decidió darle una lección. En cuanto se encontró con el mono la zorra le dijo :
AUTOR: RICARDO SANDOVAL ITURRIAGO | I. E. RODOLFO CASTRO CASTRO
Aquel era un mono alegre, aunque un bromista pesado. Un día vio a un sapo dormido y le canto bien cerquita: de las aves que duermen me gusta el sapo, porque es petizo, gordo, panzón y ñato.
Aquel era un mono alegre, aunque un bromista pesado. Un día vio a un sapo dormido y le canto bien cerquita: de las aves que duermen me gusta el sapo, porque es petizo, gordo, panzón y ñato.
El sapo se despertó asustado y por un tiempo no pudo dormir tranquilo. Una mañana, la tortuga caminaba muy despacio buscando una hoja rica para comer, cuando el mono pasó corriendo a su lado gritando:
Un día, su fama de bromista llego a oídos de la zorra. De inmediato decidió darle una lección. En cuanto se encontró con el mono la zorra le dijo :
AUTOR: RICARDO SANDOVAL ITURRIAGO | I. E. RODOLFO CASTRO CASTRO