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La Organización de las Naciones Unidas escogió el 8 de marzo, como el día consagrado a la mujer, con quien, dicho sea de paso, tenemos una deuda histórica.
El sábado pasado se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, en memoria de las 129 valientes mujeres que perecieron en el voraz incendio ocurrido en la fábrica Cotton de la ciudad de New York en el año 1857, cuando se declararon en huelga ante las injustas condiciones laborales a las que eran sometidas.
La Organización de las Naciones Unidas escogió el 8 de marzo, como el día consagrado a la mujer, con quien, dicho sea de paso, tenemos una deuda histórica, pues a lo largo de la historia y aún en la actualidad, es objeto de discriminación, de maltratos sociales, de feminicidios, comportamientos que devienen de una cultura patriarcal, que no tiene cabida en el mundo civilizado de hoy.
Desde el punto de vista normativo es mucho lo que se ha hecho, pero desde el punto de vista de la realidad cotidiana, falta mucho por hacer, pues no hemos sido capaces de brindar las garantías mínimas de existencia a la mujer, ni siquiera cuando se encuentra en su propio hogar, hecho que se pone de manifiesto cuando consultamos las cifras de los feminicidios, accesos carnales, violencia doméstica y demás vejámenes a los que a diario se ve sometida la mujer.
Como hecho positivo registramos con suma complacencia que, voto a voto por vez primera llega a la vicepresidencia una mujer afrodescendiente, de extracción humilde a quien la vida ha tratado con dureza pero que, gracias a su tenacidad, voto a voto, ha logrado conquistar, un espacio político. Asimismo, el hecho de que tres mujeres, con excelentes hojas de vida, conformaran la terna para elección de la nueva Fiscal General de la Nación, y de igual manera, otras tres mujeres con sobrados méritos profesionales, conformaron la lista para elegir la nueva Procuradora General de la Nación.
Creemos que, a ejemplo de México, nuestro país está muy cerca de tener la primera mujer en el Palacio de Nariño. Sería una manera de dignificarlas y darles el valor que verdaderamente tiene, ese milagro de Dios, llamado mujer, tal como lo definió magistralmente nuestro bate Alfonso Cotes Jr. en uno de sus cantos.
La frase de cierre: “La mujer tiene la capacidad de tener tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos. Y piensa lo que siente, siente lo que piensa y hace, y hace lo que siente y piensa”.
Por Darío Arregocés Baute./ Francisco. darioarregoces2308@hotmail.com
La Organización de las Naciones Unidas escogió el 8 de marzo, como el día consagrado a la mujer, con quien, dicho sea de paso, tenemos una deuda histórica.
El sábado pasado se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, en memoria de las 129 valientes mujeres que perecieron en el voraz incendio ocurrido en la fábrica Cotton de la ciudad de New York en el año 1857, cuando se declararon en huelga ante las injustas condiciones laborales a las que eran sometidas.
La Organización de las Naciones Unidas escogió el 8 de marzo, como el día consagrado a la mujer, con quien, dicho sea de paso, tenemos una deuda histórica, pues a lo largo de la historia y aún en la actualidad, es objeto de discriminación, de maltratos sociales, de feminicidios, comportamientos que devienen de una cultura patriarcal, que no tiene cabida en el mundo civilizado de hoy.
Desde el punto de vista normativo es mucho lo que se ha hecho, pero desde el punto de vista de la realidad cotidiana, falta mucho por hacer, pues no hemos sido capaces de brindar las garantías mínimas de existencia a la mujer, ni siquiera cuando se encuentra en su propio hogar, hecho que se pone de manifiesto cuando consultamos las cifras de los feminicidios, accesos carnales, violencia doméstica y demás vejámenes a los que a diario se ve sometida la mujer.
Como hecho positivo registramos con suma complacencia que, voto a voto por vez primera llega a la vicepresidencia una mujer afrodescendiente, de extracción humilde a quien la vida ha tratado con dureza pero que, gracias a su tenacidad, voto a voto, ha logrado conquistar, un espacio político. Asimismo, el hecho de que tres mujeres, con excelentes hojas de vida, conformaran la terna para elección de la nueva Fiscal General de la Nación, y de igual manera, otras tres mujeres con sobrados méritos profesionales, conformaron la lista para elegir la nueva Procuradora General de la Nación.
Creemos que, a ejemplo de México, nuestro país está muy cerca de tener la primera mujer en el Palacio de Nariño. Sería una manera de dignificarlas y darles el valor que verdaderamente tiene, ese milagro de Dios, llamado mujer, tal como lo definió magistralmente nuestro bate Alfonso Cotes Jr. en uno de sus cantos.
La frase de cierre: “La mujer tiene la capacidad de tener tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos. Y piensa lo que siente, siente lo que piensa y hace, y hace lo que siente y piensa”.
Por Darío Arregocés Baute./ Francisco. darioarregoces2308@hotmail.com