CRÓNICA

El Joe, otra leyenda en el Caribe

Remembranza del popular cantante: Por: Julio Oñate Martínez Especial para EL PILON Nació para alegrar cantando al alma popular, en el seno de una de las tantas familias marginadas en el populoso bario Nariño, de Cartagena,  prácticamente un reducto que los negros de San Basilio de Palenque aún tienen en la ciudad heroica. Siendo todavía […]

El Joe, otra leyenda en el Caribe

El Joe, otra leyenda en el Caribe

Por: Julio C.

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Remembranza del popular cantante:

Por: Julio Oñate Martínez
Especial para EL PILON
Nació para alegrar cantando al alma popular, en el seno de una de las tantas familias marginadas en el populoso bario Nariño, de Cartagena,  prácticamente un reducto que los negros de San Basilio de Palenque aún tienen en la ciudad heroica.
Siendo todavía un pequeñuelo, Ángela, su madre, lo veía llegar de la tienda con algún encargo siempre canturreando alguna de las canciones de moda. Una profunda vocación por el canto lo marcó a través de toda su existencia y esa fue su vida: cantar.
Al surgir, con su estilo auténtico, vibrante y sabrosón, su música bailable y pegajosa fue impregnando, poco a poco, todos los rincones del mundo caribeño trascendiendo por toda la América Latina hasta hacerse admirar y ser reconocido como un verdadero paradigma de la música salsa y tropical.

Abandonado desde temprano por su padre, a quién solo recuerdan como ‘El Negro Chombo’, Álvaro José, antes de llegar a la adolescencia, le tocó rebuscarse cantando por unas monedas en los cafetines del puerto, en los buses y en el sórdido ambiente de los burdeles cartageneros. Así conoció al maestro de la trompeta, Manuel Villanueva, quien le dio la alternativa de actuar como vocalista en su orquesta y en la disquera tropical de Barranquilla grabó las siguientes páginas: ‘El toro pando’, fandango, ‘el paseaito’, la fritanguera y los porros ‘Juancho Puerta’ y ‘La Económica’.
Estas fueron las primeras grabaciones que en su vida realizó El Joe Arroyo, posteriormente en 1967 con el combo ‘Los Diamantes’ del sincelejano Rubén Darío Salcedo, tuvo su segunda aparición en el acetato.
Después de estas primeras aventuras fonográficas ingresó a las orquesta ‘La Protesta’, de los hermanos Boiga, cartageneros de ancestro antillano pero que le dieron vida a este grupo en la arenosa, Barranquilla. Aja, aja es el título de el número musical que grabó con ellos.
Graba con Fruko
Finalizando 1972 entra a formar parte de la tropilla del bajista Julio Estrada, ‘Fruko’, para la farándula, y junto al caleño Wilson Saoko fueron los encargados de llenar el vacío que en ‘Los Tesos’ dejará el salsero Pepper Pimienta Díaz.
La primera composición del Joe Arroyo fue el tema titulado ‘Tania’ en 1974, con este inició  su recorrido – siempre victorioso- en el mundo de la salsa, un género musical que desde entonces se incubó en el talón de los bailadores. En 1978  nació Tania su primogénita, que así fue bautizada para resaltar sus inicios como compositor. Es uno de sus más resonantes éxitos con el cual siempre iniciaba sus conciertos.
Con su canto, que en él surgía con brillante naturalidad, introdujo en las letras de la salsa no sólo las crónicas del solar nativo y del barrio sino que también se afanó por rescatar cantos negroides, raizales y antiquísimos, hoy esparcidos por las riberas del canal del Dique y en las comunidades negras del viejo Bolívar.
Un interminable rosario de éxitos con la orquesta de ‘Fruko’ le abrieron un espacio grandioso en el firmamento de la música afrocaribeña y allí comienza a nutrirse de las esencias armónicas no solo del Caribe colombiano sino de otros países, principalmente Haití que fueron definiendo a través de la célula rítmica que él manejaba el ritmo fruto de su ingenio y que él denominó ‘Joeson’ en el cual fueron vertidos muchísimos de sus éxitos más aplaudidos y bailados, ‘Tumbatecho’, ‘Corre Mabel’, ‘Te quiero más’ ‘Musa original’  y ‘Centurión de la noche’, entre otros.

En los años 70 una de las orquestas salseras más escuchadas en el Caribe Colombiano era la Dimensión Latina de Venezuela y la disquera Fuentes tratando de competirle en sintonía le introdujo a la orquesta de ‘Fruko’ una cuerda de trombones y así nacieron los ‘Latin Brothers’, donde el Joe siguió conquistando sentimientos, grabando una veintena de temas, entre ellos destacándose el bolero ‘Buenos días tristeza’ y de su autoría ‘Quien me llorará’ cuya temática religiosa nos invita a la reflexión cuando nos dice: de la tierra vino y a la tierra se irá.
Tratando de abrir mercados con nuevos grupos que impactarán el gusto popular, Fuentes, tomando siempre como  base la gente de ‘Fruko y sus tesos’ conformó ‘Los líderes’, ‘Los bestiales’  ‘Wganda kenia’,  ‘Afrosound’, donde la voz del Joe fue fundamental en los logros obtenidos.
“La verdad”
En 1981 maduro y grandioso artísticamente el Joe decidió dar el paso definitivo para su consagración y formó con músicos de Barranquilla y Cartagena su orquesta ‘La Verdad’, llegando a convertirse en lo más importante que Colombia en materia de música exportaba hacía el Gran Caribe. Con él surgió una música popular, caribeña irresistible y embrujadora que muchos tildaban de tremenda, caliente y tropical.
En estos momentos en que Colombia entera sigue uno a uno los capítulos de la telenovela ‘El Joe, la Leyenda’ cabe anotar que desde sus comienzos, el libreto de forma tendenciosa trata de enfatizar mucho más lo altibajos que en su vida personal pudo tener, pero que no alcanzan a empañar su grandeza artística  ya que además de identificar el sonido del Caribe se mantuvo en las raíces de nuestros abundantes ritmos y el folclor de nuestra tierra siendo hoy considerada su música como un tesoro para la cultura musical colombiana.
En su riquísima producción musical encontramos canciones cuya lírica reflejan la historia del Caribe, ya que sin haber terminado el bachillerato el Joe nos sorprende por la forma directa como encara los problemas sociales de nuestra gente marginada. En su tema ‘No le pegue a la negra’ se siente un grito contra los latigazos de la esclavitud y sus consecuencias.
Otra de sus composiciones donde la denuncia social es evidente es ‘Pueblo sufrido’ que hiciera con la orquesta de ‘Fruko’. En él reclama por la pobreza de nuestras clases desprotegidas mientras en Colombia los ricos del café y la minería explotan de manera inclemente al proletariado.
‘El gamincito’ en una sus obras donde con su letra hace una radiografía de la niñez desamparada por nuestra indolente sociedad:
Gamincito que pena,
El mundo no tiene tu inventario
Gamincito que pena
Tu nombre no está en el diccionario
En su muy comentada obra a mi Dios todo se lo debo el Joe utiliza la música como un vehículo para el encuentro con lo sagrado con un sentido místico religioso; cuando la interpretaba parecía entrar en trance mientras bailaba su plegaría. Es esta una de sus creaciones más notables por estar nuestra gente en estos tiempos cada vez más alejada de Dios.
En ‘Pobre nací’ el lidera el sentimiento ancestral de los desamparados reclamándole a la vida por el destino que le impuso en contra de su voluntad, pero que tras aceptarlo luchó contra este sin dejarse amilanar logrando superarlo con su canto y bailando como el más grande rumbero de nuestro país.
Como ser pobre es delito, todos se ensañan en mí
Entonces nací maldito, porque pobre yo nací
Las mujeres me condenan porque pobre yo nací
Dicen  que llevo una pena porque pobre yo nací
Nunca escuela tuve yo y que vida desgraciada
Pero una madre adorada a comportar me enseñó
A través de sus cantos él logró darle vida a la gente de todo el mundo latino, incitándola a bailar, a estrecharse, a enamorarse y a acordarse de Dios.
Con la muerte del Joe Arroyo nace otra leyenda artística con visos de perenne popularidad e idolatría en la música caribeña similar a la del Beni More, Daniel Santos, Tito Rodríguez, Héctor Lavoe e Ismael Rivera que siempre estarán aferrados al alma de un pueblo que permacerá será leal con ellos al resucitarlos todos los días en sus canciones.

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