En el departamento del Cesar este problema tiene rostro de mujer, porque el 66,2 % de los ninis son mujeres de 18 a 24 años.
Aproximadamente 3 de cada 10 jóvenes colombianos entre 18 a 29 años se encuentran en el grupo de ninis, expresión que identifica a aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan, según lo revela un informe del Centro UR para asuntos de la OCDE de la Universidad del Rosario. En el caso de Colombia, el 28,6 % de los jóvenes de 18 a 24 años y el 19,3 % de aquellos entre 25 a 29 años se clasifican como ninis. Estas cifras superan el promedio de la OCDE.
Si se aterriza la cifra, con un 42,7 %, el Cesar es el departamento de la región Caribe con más jóvenes entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan. Le siguen Córdoba (37,8%), Sucre (37,1%), Bolívar (35,33%), Magdalena (36%), La Guajira (29,6%) y Atlántico (29,8%).
El análisis señala que en las regiones con mayor porcentaje de Ninis, “hay barreras significativas para la participación en actividades productivas o educativas, lo cual podría traer consecuencias duraderas en su potencial económico y bienestar social”.
En el departamento del Cesar este problema tiene rostro de mujer, porque el 66,2% de los ninis son mujeres de 18 a 24 años.
SEGUNDO GRUPO
El otro grupo etario analizado por la Universidad del Rosario son los jóvenes de 25 a 29 años. En este grupo, la cifra de jóvenes que ni estudian ni trabajan en el Cesar sube al 44,60 %.
Según el último censo, el Cesar es uno de los territorios “jóvenes del país” y se esperaría que en unos años el porcentaje de personas entre 15 y 34 años representen la parte más amplia de la pirámide, según Cesore.
El estudio recomienda la implementación de programas educativos que respondan a las demandas específicas del mercado laboral por cada departamento, garantizando la relevancia y la calidad de la formación técnica y profesional, que, asimismo, permitan facilitar la transición de los jóvenes al mercado laboral. Por otro lado, “también es fundamental abordar las desigualdades de género desde el desarrollo educativo y profesional”.
PERFIL DE LOS NINIS
El informe de la Universidad del Rosario define dos tipos de ninis. Los ninis desempleados, que son jóvenes que se encuentran buscando activamente el trabajo, no obstante, no logran encontrarlo por distintos factores, ya sea debido a la competencia laboral, a la falta de experiencia o a las demandas del mercado. Y los ninis inactivos, que no se encuentran ni buscando trabajo, ni participan en la educación.
Gracias al informe ‘Education at a Glance 2023’, que realizó la OCDE y que busca generar una conversación acerca del potencial desaprovechado de los jóvenes, sobre todo de los ninis, en esta radiografía se pudo evidenciar que los ninis representan el 25 % de la población juvenil a nivel global.
Pero los jóvenes colombianos se enfrentan a obstáculos mayores en el proceso de inserción laboral y educativa, que podría ser un síntoma de “desajustes estructurales en la economía, desafíos en el sistema de educación y capacitación y por una posible falta de políticas que promuevan la integración de estos jóvenes en el tejido productivo”, explicó el rector de la Universidad del Rosario.
En el departamento del Cesar este problema tiene rostro de mujer, porque el 66,2 % de los ninis son mujeres de 18 a 24 años.
Aproximadamente 3 de cada 10 jóvenes colombianos entre 18 a 29 años se encuentran en el grupo de ninis, expresión que identifica a aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan, según lo revela un informe del Centro UR para asuntos de la OCDE de la Universidad del Rosario. En el caso de Colombia, el 28,6 % de los jóvenes de 18 a 24 años y el 19,3 % de aquellos entre 25 a 29 años se clasifican como ninis. Estas cifras superan el promedio de la OCDE.
Si se aterriza la cifra, con un 42,7 %, el Cesar es el departamento de la región Caribe con más jóvenes entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan. Le siguen Córdoba (37,8%), Sucre (37,1%), Bolívar (35,33%), Magdalena (36%), La Guajira (29,6%) y Atlántico (29,8%).
El análisis señala que en las regiones con mayor porcentaje de Ninis, “hay barreras significativas para la participación en actividades productivas o educativas, lo cual podría traer consecuencias duraderas en su potencial económico y bienestar social”.
En el departamento del Cesar este problema tiene rostro de mujer, porque el 66,2% de los ninis son mujeres de 18 a 24 años.
SEGUNDO GRUPO
El otro grupo etario analizado por la Universidad del Rosario son los jóvenes de 25 a 29 años. En este grupo, la cifra de jóvenes que ni estudian ni trabajan en el Cesar sube al 44,60 %.
Según el último censo, el Cesar es uno de los territorios “jóvenes del país” y se esperaría que en unos años el porcentaje de personas entre 15 y 34 años representen la parte más amplia de la pirámide, según Cesore.
El estudio recomienda la implementación de programas educativos que respondan a las demandas específicas del mercado laboral por cada departamento, garantizando la relevancia y la calidad de la formación técnica y profesional, que, asimismo, permitan facilitar la transición de los jóvenes al mercado laboral. Por otro lado, “también es fundamental abordar las desigualdades de género desde el desarrollo educativo y profesional”.
PERFIL DE LOS NINIS
El informe de la Universidad del Rosario define dos tipos de ninis. Los ninis desempleados, que son jóvenes que se encuentran buscando activamente el trabajo, no obstante, no logran encontrarlo por distintos factores, ya sea debido a la competencia laboral, a la falta de experiencia o a las demandas del mercado. Y los ninis inactivos, que no se encuentran ni buscando trabajo, ni participan en la educación.
Gracias al informe ‘Education at a Glance 2023’, que realizó la OCDE y que busca generar una conversación acerca del potencial desaprovechado de los jóvenes, sobre todo de los ninis, en esta radiografía se pudo evidenciar que los ninis representan el 25 % de la población juvenil a nivel global.
Pero los jóvenes colombianos se enfrentan a obstáculos mayores en el proceso de inserción laboral y educativa, que podría ser un síntoma de “desajustes estructurales en la economía, desafíos en el sistema de educación y capacitación y por una posible falta de políticas que promuevan la integración de estos jóvenes en el tejido productivo”, explicó el rector de la Universidad del Rosario.