Dentro de su serie de estudios, el Dane publicó la tasa de desempleo de los departamentos de Colombia para el año 2024. En el caso del Cesar, la tasa de desocupación fue del 11,3 %, siendo el noveno a nivel nacional. El territorio con mayor porcentaje de desempleados fue el Chocó (15,9 %) y el menor fue Nariño con 6,5 %.
Analizando la cifra más allá del dato actual, una de las principales y más preocupantes conclusiones es que, como en la mayoría de territorios, en el departamento del Cesar no se han registrado grandes avances en la lucha contra el desempleo y el cierre de la brecha de género.
De 2007 a 2013, el desempleo en el Cesar se redujo un 6 %, pasando de 14,8 % a 8,8 %, la tasa más baja desde que el Dane realiza las mediciones. Pero desde ese año no hubo avances en materia de empleo. Al contrario, aumentó de forma considerable, incluso antes de la pandemia.
En 2019, la tasa de desempleo en el Cesar era de 13,5 %, y en 2020 fue de 15,8 %, principalmente porque se paró la economía por la pandemia provocada por el covid-19. Por eso, en el 2021 se registró un 16,1 % de desempleo, la más alta en los últimos 20 años.
La parte positiva del análisis es que, lentamente, se ha ido recuperando el empleo desde la pandemia. Ya en el 2023 había bajado a 12,3 % y en el 2024 se redujo hasta el 11,3 %.
Sectores que mueven la economía
Aunque el sector minero, específicamente la explotación del carbón, representa el 50 % del producto interno bruto del departamento y el 99 % de las exportaciones, no aporta significativamente en la generación de empleo.
Según el Dane, de los 516.378 cesarenses que trabajan, solo 7.300 lo hacen en las minas. Al contrario, el comercio y la reparación de vehículos, con 104.654 ocupados, es el sector que más genera empleo en el Cesar. Esta tendencia es similar a la de Valledupar, donde se concentra la mitad de la población.
La agricultura (85,400) y la administración pública (57.700) son los otros sectores que más ocupan personas en el departamento. Para muchos expertos, es preocupante el tercer puesto de la ‘Administración pública’, pues “significa una sociedad con un sector empresarial débil y una dependencia a la burocracia política”.
Contrario al imaginario, desde el 2015 ha crecido de forma exponencial el empleo en el sector de la agricultura, la ganadería, la caza, y la pesca. Mientras en el 2015 en este sector se empleaban más 71 mil personas, en el 2024 subió a 85.400.
También son importantes en la dinámica departamental las actividades artísticas y el entretenimiento (52.900 empleos), el alojamiento y servicios de comida (43.800) y el transporte y el almacenamiento (44.000).
