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Columnista - 23 mayo, 2013

El camello 18.

William Ury, profesor de la Universidad de Harvard, es un experto en Teoría de la Negociación, especialmente conocido por sus ensayos y artículos.

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Por: Raúl Bermúdez Márquez

William Ury, profesor de la Universidad de Harvard, es un experto en Teoría de la Negociación, especialmente conocido por sus ensayos y artículos. En una de sus disertaciones contó esta historia: un hombre dejó de herencia a sus 3 hijos, 17 camellos; al primero le dejó la mitad, al segundo un tercio y al más joven, un noveno de los camellos.

El conflicto se generó cuando los hermanos se dieron cuenta que 17 es indivisible por 2, 3 ó 9. Estaban a punto de enfrascarse en un conflicto fratricida cuando decidieron recurrir a una anciana sabia para que los orientase en la solución. La anciana se retiró a pensar en el problema y después de un tiempo regresó y les dijo que no lo había resuelto pero que ella disponía de un camello, que lo tomaran si de algo les servía.

En la nueva repartición, al primero le tocaron 9 camellos, al segundo 6 y al último, 2. Como la suma da 17, sobró uno que fue devuelto a la anciana. Concluye Ury que en esa historia va implícita una metodología para la resolución de conflictos: “el secreto de la paz somos nosotros como comunidad circundante en torno a los conflictos”. Cuando hay dos lados en confrontación,  sin que se note mucho, hay un “tercer lado” que puede aportar en la resolución del conflicto y en la reconciliación de las partes. Ese “tercer lado” podría ser, amigos, aliados, vecinos y hasta la familia.

El video de 19 minutos –presentado por el doctor Franklin Chacón en Maracaibo en el marco de su cátedra sobre visión global del liderazgo moderno – y que se encuentra en la red con el nombre de “William Ury: el camino del no al sí", me remitió ipso-facto al ya legendario conflicto interno colombiano. Cincuenta años de incomprensiones, de luchas estériles, de guerra fratricida y de inútil derramamiento de sangre, que se han producido entre otros motivos, por no haber tenido la sociedad civil colombiana la fuerza y lucidez necesaria para propiciar la ruta del entendimiento. Necesitamos el camello 18, guardar las flechas envenenadas de los bandos en un lugar apartado de los escenarios de negociación y recorrer la ruta de Abraham que reconcilie a árabes con israelíes, a rusos con Chechenios y a los colombianos entre sí.

Sobre esto último, la actitud del presidente Santos de acudir ayer a Suecia, hoy a Cuba y seguramente mañana al papa Francisco, es un esfuerzo digno de apoyar por encima de  mezquinos afanes de protagonismo y de los desafinados cantos guerreristas orquestados por algunos nostálgicos del poder. 

Columnista
23 mayo, 2013

El camello 18.

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Raúl Bermúdez Márquez

William Ury, profesor de la Universidad de Harvard, es un experto en Teoría de la Negociación, especialmente conocido por sus ensayos y artículos.


Por: Raúl Bermúdez Márquez

William Ury, profesor de la Universidad de Harvard, es un experto en Teoría de la Negociación, especialmente conocido por sus ensayos y artículos. En una de sus disertaciones contó esta historia: un hombre dejó de herencia a sus 3 hijos, 17 camellos; al primero le dejó la mitad, al segundo un tercio y al más joven, un noveno de los camellos.

El conflicto se generó cuando los hermanos se dieron cuenta que 17 es indivisible por 2, 3 ó 9. Estaban a punto de enfrascarse en un conflicto fratricida cuando decidieron recurrir a una anciana sabia para que los orientase en la solución. La anciana se retiró a pensar en el problema y después de un tiempo regresó y les dijo que no lo había resuelto pero que ella disponía de un camello, que lo tomaran si de algo les servía.

En la nueva repartición, al primero le tocaron 9 camellos, al segundo 6 y al último, 2. Como la suma da 17, sobró uno que fue devuelto a la anciana. Concluye Ury que en esa historia va implícita una metodología para la resolución de conflictos: “el secreto de la paz somos nosotros como comunidad circundante en torno a los conflictos”. Cuando hay dos lados en confrontación,  sin que se note mucho, hay un “tercer lado” que puede aportar en la resolución del conflicto y en la reconciliación de las partes. Ese “tercer lado” podría ser, amigos, aliados, vecinos y hasta la familia.

El video de 19 minutos –presentado por el doctor Franklin Chacón en Maracaibo en el marco de su cátedra sobre visión global del liderazgo moderno – y que se encuentra en la red con el nombre de “William Ury: el camino del no al sí", me remitió ipso-facto al ya legendario conflicto interno colombiano. Cincuenta años de incomprensiones, de luchas estériles, de guerra fratricida y de inútil derramamiento de sangre, que se han producido entre otros motivos, por no haber tenido la sociedad civil colombiana la fuerza y lucidez necesaria para propiciar la ruta del entendimiento. Necesitamos el camello 18, guardar las flechas envenenadas de los bandos en un lugar apartado de los escenarios de negociación y recorrer la ruta de Abraham que reconcilie a árabes con israelíes, a rusos con Chechenios y a los colombianos entre sí.

Sobre esto último, la actitud del presidente Santos de acudir ayer a Suecia, hoy a Cuba y seguramente mañana al papa Francisco, es un esfuerzo digno de apoyar por encima de  mezquinos afanes de protagonismo y de los desafinados cantos guerreristas orquestados por algunos nostálgicos del poder.