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Económicas - 27 marzo, 2013

Dulce negocio…y muy rentable

Mientras para unos los dulces son un manjar, un postre para bajar la sal del almuerzo o un deleite irresistible, para Mary Luz Fonseca representan un ‘dulce negocio’ que no solo le ha permitido sacar a sus cuatro hijos adelante, sino que gracias a ellos, hoy tiene casa propia.

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  • Cooperativas como Ancestros ya tiene marca registrada en la preparación de dulces.
  • Las mujeres pusieron en práctica lo que vieron en sus casas y ahora convirtieron los dulces típicos en un negocio muy rentable.
  • Para este año hay novedades de dulces, entre ellos el de ají pimentón y el dulce que se hace con la cáscara del guineo verde.

Mientras para unos los dulces son un manjar, un postre para bajar la sal del almuerzo o un deleite irresistible, para Mary Luz Fonseca representan un ‘dulce negocio’ que no solo le ha permitido sacar a sus cuatro hijos adelante, sino que gracias a ellos, hoy tiene casa propia.

Empezó en el negocio hace 18 años, cuando salió desplazada de Pueblo Bello y con un futuro incierto, llegó a Valledupar y sin nada qué hacer, recordó la receta de su abuela Elizabeth y la puso en práctica.

“Primero vendíamos por las calles en platón, ya después fuimos creciendo y con un capital que hicimos en año y medio, invertimos, tuvimos momentos difíciles, viviendo en arriendo y mudándonos de un lado para el otro, porque usted sabe que esto se hace con leña y a la gente le molesta el humo, pero ya después pudimos hacernos a la casa propia”, recuerda Mary Luz.

Su especialidad es la fabricación del dulce duro, muy conocido porque lo venden en diferentes puntos de la ciudad y se caracteriza por ser sólido y venir en forma de corazones, cuadrado,redondo, entre muchos otros.

 A diferente del blando, requiere más trabajo, “más candela en leña y más azúcar, porque a 20 litros de leche se le echa 18 libras de azúcar para que se solidifique, en cambio, al otro solo se le echan cuatro libras de azúcar a la misma cantidad de leche”, dice.

Durante las casi dos décadas que lleva en el negocio, al lado de su esposo Orlando, Mary Luz se ha convertido en la persona que surte diversos puntos en la ciudad, en especial en los que se encuentran en la carrera séptima con calle 16, la Terminal de Transportes, el aeropuerto, entre otros.

A diario fabrica cien dulces, que según dice le dejan una ganancia entre 50 mil y 80 mil pesos, por eso hoy no puede negar de que este producto sí es un buen negocio, “que gracias a Dios nos da para vivir”. 

Certificada

Mary Luz no se quedó solo en los consejos de la abuela, ella se ha capacitado y cuenta con cinco certificaciones del SENA en manipulación de alimentos. Con eso demuestra que sí está preparada para ofrecer los manjares.

 Ha contado con la ayuda del Estado, pues hace un tiempo, la Gobernación la quiso llevar a Expoartesanías en Bogotá, pero no quiso, prefirió seguir haciendo y vendiendo lo que sabe y le da para vivir.

Son de Aquí

Si hay alguien que sabe de las bondades del dulce es la cooperativa Ancestros, que tiene su marca registrada Son de Aquí. Esta organización se legalizó en 2009 y es una de las más reconocidas de la región, debido a que sus dulces los mandan a buscar de diversas partes del país y también han estado en muchas ciudades del mundo, en especial en La China.

 Ancestros nació en 2008, como una cooperativa para rescatar lo típico de la región, lo “nuestro”, dice Alix López, la directora, “se rescató el dulce tradicional, porque antes la gente lo preparaba en sus casas, pero nadie vendía, nosotros entonces desde la Fundación Obra Abierta empezamos a trabajar en el rescate de la tradición”.

 Así agruparon 14 dulceras tradicionales, las que se han ido capacitando, quienes han hecho presencia en diversas ferias nacionales como Expoartesanías y Anato, que han permitido que se promocionen aún más, por eso en Semana Santa, Festival Vallenato, vacaciones de junio, octubre y diciembre los visitantes no dejan de llevarlos.

 Con la fabricación de estos productos típicos, viven las dulceras y sus familias, quienes tienen unidades productivas con toda la reglamentación y son las encargadas de surtir desde tiendas hasta puntos en clubes sociales, colocar buffet en las más sofisticadas fiestas de matrimonio, entre otros.

 “Son mujeres que con esto han sacado adelante sus familias, ese es su profesión, es un negocio rentable que se ha llevado a La China, a Estados Unidos, a muchas partes”, aseguró López.

 Ancestros se ha convertido en una comercializadora que tiene registro Invima y la marca registrada Son de Aquí.

Los dulces

Aunque hay para todos los gustos, los preferidos son los de: ñame, papaya, mango, tamarindo, coco con piña, coco con leche, corozo, maduro y toronja.

Feria del Dulce

Para Semana Santa y con apoyo de la Alcaldía, en los alrededores de la plaza Alfonso López es instalada la Feria del Dulce, este año participan 55 dulceras de la ciudad.

El evento no solo es apetecido por los compradores que deleitan sus paladares, sino también por las mujeres que instalan sus puestos, debido a que las ventas durante los cinco días puede dejarles ganancias que van entre 600 mil pesos y más de un millón de pesos.

Catalina Cantillo, quien lleva seis años participando en la Feria, aseguró que el negocio es muy rentable, por eso se prepara cada vez que participa con dulces de ñame, leche, corozo, mango, entre otros que aprendió a hacer de pequeña cuando su delirio era preparar el de coco. 

 

Económicas
27 marzo, 2013

Dulce negocio…y muy rentable

Mientras para unos los dulces son un manjar, un postre para bajar la sal del almuerzo o un deleite irresistible, para Mary Luz Fonseca representan un ‘dulce negocio’ que no solo le ha permitido sacar a sus cuatro hijos adelante, sino que gracias a ellos, hoy tiene casa propia.


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  • Cooperativas como Ancestros ya tiene marca registrada en la preparación de dulces.
  • Las mujeres pusieron en práctica lo que vieron en sus casas y ahora convirtieron los dulces típicos en un negocio muy rentable.
  • Para este año hay novedades de dulces, entre ellos el de ají pimentón y el dulce que se hace con la cáscara del guineo verde.

Mientras para unos los dulces son un manjar, un postre para bajar la sal del almuerzo o un deleite irresistible, para Mary Luz Fonseca representan un ‘dulce negocio’ que no solo le ha permitido sacar a sus cuatro hijos adelante, sino que gracias a ellos, hoy tiene casa propia.

Empezó en el negocio hace 18 años, cuando salió desplazada de Pueblo Bello y con un futuro incierto, llegó a Valledupar y sin nada qué hacer, recordó la receta de su abuela Elizabeth y la puso en práctica.

“Primero vendíamos por las calles en platón, ya después fuimos creciendo y con un capital que hicimos en año y medio, invertimos, tuvimos momentos difíciles, viviendo en arriendo y mudándonos de un lado para el otro, porque usted sabe que esto se hace con leña y a la gente le molesta el humo, pero ya después pudimos hacernos a la casa propia”, recuerda Mary Luz.

Su especialidad es la fabricación del dulce duro, muy conocido porque lo venden en diferentes puntos de la ciudad y se caracteriza por ser sólido y venir en forma de corazones, cuadrado,redondo, entre muchos otros.

 A diferente del blando, requiere más trabajo, “más candela en leña y más azúcar, porque a 20 litros de leche se le echa 18 libras de azúcar para que se solidifique, en cambio, al otro solo se le echan cuatro libras de azúcar a la misma cantidad de leche”, dice.

Durante las casi dos décadas que lleva en el negocio, al lado de su esposo Orlando, Mary Luz se ha convertido en la persona que surte diversos puntos en la ciudad, en especial en los que se encuentran en la carrera séptima con calle 16, la Terminal de Transportes, el aeropuerto, entre otros.

A diario fabrica cien dulces, que según dice le dejan una ganancia entre 50 mil y 80 mil pesos, por eso hoy no puede negar de que este producto sí es un buen negocio, “que gracias a Dios nos da para vivir”. 

Certificada

Mary Luz no se quedó solo en los consejos de la abuela, ella se ha capacitado y cuenta con cinco certificaciones del SENA en manipulación de alimentos. Con eso demuestra que sí está preparada para ofrecer los manjares.

 Ha contado con la ayuda del Estado, pues hace un tiempo, la Gobernación la quiso llevar a Expoartesanías en Bogotá, pero no quiso, prefirió seguir haciendo y vendiendo lo que sabe y le da para vivir.

Son de Aquí

Si hay alguien que sabe de las bondades del dulce es la cooperativa Ancestros, que tiene su marca registrada Son de Aquí. Esta organización se legalizó en 2009 y es una de las más reconocidas de la región, debido a que sus dulces los mandan a buscar de diversas partes del país y también han estado en muchas ciudades del mundo, en especial en La China.

 Ancestros nació en 2008, como una cooperativa para rescatar lo típico de la región, lo “nuestro”, dice Alix López, la directora, “se rescató el dulce tradicional, porque antes la gente lo preparaba en sus casas, pero nadie vendía, nosotros entonces desde la Fundación Obra Abierta empezamos a trabajar en el rescate de la tradición”.

 Así agruparon 14 dulceras tradicionales, las que se han ido capacitando, quienes han hecho presencia en diversas ferias nacionales como Expoartesanías y Anato, que han permitido que se promocionen aún más, por eso en Semana Santa, Festival Vallenato, vacaciones de junio, octubre y diciembre los visitantes no dejan de llevarlos.

 Con la fabricación de estos productos típicos, viven las dulceras y sus familias, quienes tienen unidades productivas con toda la reglamentación y son las encargadas de surtir desde tiendas hasta puntos en clubes sociales, colocar buffet en las más sofisticadas fiestas de matrimonio, entre otros.

 “Son mujeres que con esto han sacado adelante sus familias, ese es su profesión, es un negocio rentable que se ha llevado a La China, a Estados Unidos, a muchas partes”, aseguró López.

 Ancestros se ha convertido en una comercializadora que tiene registro Invima y la marca registrada Son de Aquí.

Los dulces

Aunque hay para todos los gustos, los preferidos son los de: ñame, papaya, mango, tamarindo, coco con piña, coco con leche, corozo, maduro y toronja.

Feria del Dulce

Para Semana Santa y con apoyo de la Alcaldía, en los alrededores de la plaza Alfonso López es instalada la Feria del Dulce, este año participan 55 dulceras de la ciudad.

El evento no solo es apetecido por los compradores que deleitan sus paladares, sino también por las mujeres que instalan sus puestos, debido a que las ventas durante los cinco días puede dejarles ganancias que van entre 600 mil pesos y más de un millón de pesos.

Catalina Cantillo, quien lleva seis años participando en la Feria, aseguró que el negocio es muy rentable, por eso se prepara cada vez que participa con dulces de ñame, leche, corozo, mango, entre otros que aprendió a hacer de pequeña cuando su delirio era preparar el de coco.