En el 2011 fue candidato a la Alcaldía de Valledupar, sorpresivamente superó los 10.000 votos. Se habló de votos “del artista”, sin embargo, este domingo 27 de octubre consiguió 21.630 votos que lo convirtieron en la tercera fuerza electoral de Valledupar.
De Miguel Morales el artista todo está dicho: más de 35 años de carrera musical, la voz líder de Los Diablitos, intérprete de éxitos como Sirena encantada y Mi diosa humana. Pero del Miguel Morales político aún hay muchas páginas por leer.
Agradecerle a Dios y a todo ese pueblo que creyó en mí. Muchas personas dudaron porque se rumoraban cosas: que yo me iba a unir al Mello o a Ernesto. Pero no, yo sabía para dónde iba porque Dios me puso una prueba y la superé. Y ahora me dice: ‘Quiero que te prepares porque tengo algo bueno para ti’.
Muchos políticos decían que la primera vez saqué 10.000 votos por entusiasmo, “ese Miguel Morales no es político”. Demostré que Miguel Morales tiene su gente como artista y su gente como político. Miguel Morales es una realidad política, demostramos que sí se puede avanzar, si pasamos de 10.500 a 21.630 podemos triplicar esa cantidad y llegar a ser alcalde.
Esta es la segunda vez que hago el ejercicio, y con el favor de Dios habrá una tercera, que como dice el dicho: la tercera es la vencida. Esto no es un capricho, es un propósito, porque recorriendo los barrios conocí la necesidad del pueblo, a un pueblo abandonado. Ojalá Dios le dé sabiduría al Mello Castro para que haga una buena administración.
Esta fue una campaña sin dinero. Lógico tuve que invertir en las dos vallas que puse, los carros que forramos pero no fue una publicidad que se sintiera. Lo que hicimos fue visitar los barrios y pedirle a la gente el cariño, que nos diera de corazón su voto. Lograr 21.630 votos que para mí es un triunfo porque no llevé maquinaria, solo la fuerza de nuestro señor Jesucristo y ese pueblo que votó por mí.
Me criticaban porque me la pasaba bailando y así fue cómo logramos conseguir votos, llevándole alegría a la gente, ese mensaje que hay una necesidad de un cambio. Yo no voy a comprar votos, ya he demostrado que los votos se pueden lograr con humildad.
No me gusta hablar de estas cosas porque yo respeto mucho, pero El Mello mandó a hacer banderas y andaba bailando, lo mismo hizo Ernesto (risas). Di ejemplo de campaña: una ciudad alegre merece una campaña de alegría (risas).
La organización y la disciplina va en los argumentos que uno requiere. Tengo una carrera artística que debía cumplir y una campaña por la que debía responder. De lunes a viernes trabajaba en la política, y de sábado a domingo lo musical.
Tuvimos un buen resultado, pero ya viene una tercera contienda electoral que exigirá mayor organización, infraestructura. Yo le estoy poniendo las cosas a Dios, que me guíe hasta dónde puede llegar Miguel Morales con la Mancha Amarilla.
De ahora en adelante vamos a trabajar por las comunidades. Con 21.630 votos nació la Mancha Amarilla una veeduría con la que iremos a las comunidades. Ya el artista es un político.
Lógico, llamaron, mandaban padrinos pero mi compromiso era con Dios y ese pueblo que me decía: vamos contigo. Muchos decían que me iba a quedar con 4.000 votos, pero yo tenía la convicción en Dios que yo iba a superar esa votación.
Porque siente la necesidad de cambio, porque verá una forma diferente de hacer campaña y así gobernaría, mandar el gabinete a las calles, llegar a los barrios donde la gente manifieste sus necesidades y hacer las obras que necesita el pueblo, no encerrarme en una oficina.
Tener corazón, humildad y conocer las necesidades prioritarias. Hay obras que embellecen nuestra ciudad, pero entren a los barrios populares, allí están las verdaderas necesidades del pueblo.
Conozco el sabor del agua de un pozo, sé lo que es un guineo verde sin queso, sin nada, sin un machuchito, y la gente sigue sufriendo eso. Hay que buscar las formas que tengan una vivienda digna, una oportunidad de emprendimiento, tengan salud, la educación. Hay gente vulnerable que urge que los volteemos a mirar.
En los barrios populares es donde está la verdadera necesidad, en la gente que no tiene agua, no tienen dónde hacer sus necesidades, no tienen luz. Hay tantas cosas que si caminaras donde entro entenderías porqué quiero ser el alcalde de Valledupar.
Primero que todo con humildad. Las maquinarias son la fuerza política de nuestro país. Queremos demostrar que es posible con el ejemplo de vida, que vengo de abajo y pude levantarme, con una campaña sin padrino político, sin maquinaria, sino con la voluntad de Dios y la gente, que esos corazones se triplicarán. Estoy agradecido con Dios y Valledupar. Que Dios los bendiga a todos.
POR: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]
En el 2011 fue candidato a la Alcaldía de Valledupar, sorpresivamente superó los 10.000 votos. Se habló de votos “del artista”, sin embargo, este domingo 27 de octubre consiguió 21.630 votos que lo convirtieron en la tercera fuerza electoral de Valledupar.
De Miguel Morales el artista todo está dicho: más de 35 años de carrera musical, la voz líder de Los Diablitos, intérprete de éxitos como Sirena encantada y Mi diosa humana. Pero del Miguel Morales político aún hay muchas páginas por leer.
Agradecerle a Dios y a todo ese pueblo que creyó en mí. Muchas personas dudaron porque se rumoraban cosas: que yo me iba a unir al Mello o a Ernesto. Pero no, yo sabía para dónde iba porque Dios me puso una prueba y la superé. Y ahora me dice: ‘Quiero que te prepares porque tengo algo bueno para ti’.
Muchos políticos decían que la primera vez saqué 10.000 votos por entusiasmo, “ese Miguel Morales no es político”. Demostré que Miguel Morales tiene su gente como artista y su gente como político. Miguel Morales es una realidad política, demostramos que sí se puede avanzar, si pasamos de 10.500 a 21.630 podemos triplicar esa cantidad y llegar a ser alcalde.
Esta es la segunda vez que hago el ejercicio, y con el favor de Dios habrá una tercera, que como dice el dicho: la tercera es la vencida. Esto no es un capricho, es un propósito, porque recorriendo los barrios conocí la necesidad del pueblo, a un pueblo abandonado. Ojalá Dios le dé sabiduría al Mello Castro para que haga una buena administración.
Esta fue una campaña sin dinero. Lógico tuve que invertir en las dos vallas que puse, los carros que forramos pero no fue una publicidad que se sintiera. Lo que hicimos fue visitar los barrios y pedirle a la gente el cariño, que nos diera de corazón su voto. Lograr 21.630 votos que para mí es un triunfo porque no llevé maquinaria, solo la fuerza de nuestro señor Jesucristo y ese pueblo que votó por mí.
Me criticaban porque me la pasaba bailando y así fue cómo logramos conseguir votos, llevándole alegría a la gente, ese mensaje que hay una necesidad de un cambio. Yo no voy a comprar votos, ya he demostrado que los votos se pueden lograr con humildad.
No me gusta hablar de estas cosas porque yo respeto mucho, pero El Mello mandó a hacer banderas y andaba bailando, lo mismo hizo Ernesto (risas). Di ejemplo de campaña: una ciudad alegre merece una campaña de alegría (risas).
La organización y la disciplina va en los argumentos que uno requiere. Tengo una carrera artística que debía cumplir y una campaña por la que debía responder. De lunes a viernes trabajaba en la política, y de sábado a domingo lo musical.
Tuvimos un buen resultado, pero ya viene una tercera contienda electoral que exigirá mayor organización, infraestructura. Yo le estoy poniendo las cosas a Dios, que me guíe hasta dónde puede llegar Miguel Morales con la Mancha Amarilla.
De ahora en adelante vamos a trabajar por las comunidades. Con 21.630 votos nació la Mancha Amarilla una veeduría con la que iremos a las comunidades. Ya el artista es un político.
Lógico, llamaron, mandaban padrinos pero mi compromiso era con Dios y ese pueblo que me decía: vamos contigo. Muchos decían que me iba a quedar con 4.000 votos, pero yo tenía la convicción en Dios que yo iba a superar esa votación.
Porque siente la necesidad de cambio, porque verá una forma diferente de hacer campaña y así gobernaría, mandar el gabinete a las calles, llegar a los barrios donde la gente manifieste sus necesidades y hacer las obras que necesita el pueblo, no encerrarme en una oficina.
Tener corazón, humildad y conocer las necesidades prioritarias. Hay obras que embellecen nuestra ciudad, pero entren a los barrios populares, allí están las verdaderas necesidades del pueblo.
Conozco el sabor del agua de un pozo, sé lo que es un guineo verde sin queso, sin nada, sin un machuchito, y la gente sigue sufriendo eso. Hay que buscar las formas que tengan una vivienda digna, una oportunidad de emprendimiento, tengan salud, la educación. Hay gente vulnerable que urge que los volteemos a mirar.
En los barrios populares es donde está la verdadera necesidad, en la gente que no tiene agua, no tienen dónde hacer sus necesidades, no tienen luz. Hay tantas cosas que si caminaras donde entro entenderías porqué quiero ser el alcalde de Valledupar.
Primero que todo con humildad. Las maquinarias son la fuerza política de nuestro país. Queremos demostrar que es posible con el ejemplo de vida, que vengo de abajo y pude levantarme, con una campaña sin padrino político, sin maquinaria, sino con la voluntad de Dios y la gente, que esos corazones se triplicarán. Estoy agradecido con Dios y Valledupar. Que Dios los bendiga a todos.
POR: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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