El reciente encuentro entre Álvaro Uribe Vélez y Humberto de la Calle fue más que una simple reunión política. Fue una lección para todos. Ellos representaron posturas muy distintas sobre la paz: uno, la mano dura; el otro, la negociación. A pesar de sus diferencias, se sentaron a conversar. Este gesto nos enseña que dialogar no es rendirse, sino reconocer que la otra persona también tiene algo que decir.
Durante mucho tiempo, los colombianos hemos vivido en bandos opuestos, como si el que piensa diferente fuera un enemigo. Este encuentro nos muestra que podemos hablar sin dejar de lado nuestras ideas, que podemos debatir sin insultarnos. Es un llamado a salir de nuestras “trincheras” y empezar a construir puentes.
Aquí en Valledupar tenemos un espacio que hace lo mismo: La Tertulia. Es un lugar donde jóvenes, líderes y ciudadanos se encuentran para hablar de lo que nos importa: salud mental, oportunidades para la juventud y cómo hacer de nuestra ciudad un lugar más vibrante.
En La Tertulia, el diálogo es una herramienta real. Se ha demostrado que los jóvenes no son solo “mandaderos”, sino personas que piensan, sienten y tienen ideas. Cuando nos escuchamos, sanamos. Cuando participamos, construimos. Y ahora, en esta segunda temporada que empieza el 26 de julio, el tema central será la economía creativa. Será una oportunidad para que jóvenes, artistas y emprendedores se unan con las instituciones para soñar juntos una ciudad mejor.
Al ver estos ejemplos, tanto el de Uribe y De la Calle como el de La Tertulia, nos damos cuenta de algo importante: el futuro no se construye con silencios ni con ataques, sino con palabras. Con palabras que unen, que proponen y que, sobre todo, escuchan. Cada conversación que tenemos, cada vez que nos sentamos con alguien que piensa distinto, estamos poniendo un ladrillo para salir del pasado de división y entrar a un futuro de unidad.
¿Vamos a seguir divididos o nos vamos a atrever a tertuliar? El camino es el de la palabra. Tanto a nivel nacional como local, el diálogo es nuestra mejor opción para construir un futuro en el que todos tengamos un lugar. La decisión es nuestra.
Por Alfredo Jones Sánchez – @alfredojonessan
