De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (ENSIN), 560.000 niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica en el país y 15.600 padecen desnutrición aguda severa. 54,2 % de los hogares en Colombia padecen inseguridad alimentaria, cifras dolorosas y alarmantes. La desnutrición es una condición multisistémica que no solo afecta […]
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (ENSIN), 560.000 niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica en el país y 15.600 padecen desnutrición aguda severa.
54,2 % de los hogares en Colombia padecen inseguridad alimentaria, cifras dolorosas y alarmantes. La desnutrición es una condición multisistémica que no solo afecta el buen funcionamiento del organismo, sino que también produce un deterioro en el desarrollo cognitivo, una baja inmunocompetencia y un aumento de la mortalidad.
La desnutrición es un problema que abarca muchos factores, pues refleja todo un conjunto de carencias a nivel social, económico y de salud. La desnutrición como enfermedad multicausal debe ser atendida bajo tratamientos integrales, esto es, bajo un modelo que atienda los problemas de salud, alimentación, agua potable, vivienda, saneamiento básico, ambiente sano y libre de violencia, entre otros.
Frente a esta problemática es deber del Estado materializar políticas públicas encaminadas a garantizar el goce efectivo del derecho a la salud, prevenir las enfermedades y reducir o contrarrestar los determinantes sociales.
La Ley Estatutaria de Salud (Ley 1751 de 2015), en su artículo 9, define los determinantes sociales como factores sociales, económicos, culturales, nutricionales, ambientales, ocupacionales, habitacionales, de educación, y de acceso a los servicios públicos que determinan la aparición de enfermedades.
Los menores que padecen desnutrición no cuentan con alimentos suficientes, saludables y constantes que garanticen un adecuado desarrollo, tampoco cuentan con elementos sanitarios como el acceso a agua potable y saneamiento básico.
Los sistemas de protección social abarcan la atención en salud, pero van más lejos en materia de atención a las necesidades sociales al abarcar diversas contingencias y riesgos que deben ser comprendidos en forma integral, partiendo de una adecuada atención primaria en salud como primera medida o como puerta de entrada al sistema integral de seguridad social en salud.
La desnutrición infantil se puede atender con un verdadero modelo de protección social que brinde garantías para optar por soluciones integrales en el tratamiento.
Algunas medidas a implementar son las siguientes:
1) Mejorar la atención en salud en el régimen subsidiado, al cual pertenecen quienes no tienen capacidad de pago y que son financiados con subsidios a la demanda provenientes de recursos parafiscales.
Esto bajo un esquema de mejoramiento de la infraestructura hospitalaria y del talento humano capacitado para la atención, pues uno de los problemas del sistema de salud en Colombia recae en la mala infraestructura hospitalaria y en la falta de pagos e incentivos al talento humano en los hospitales del país, tal como sucede actualmente bajo la triste realidad del Hospital Rosario Pumarejo de López que está en deuda histórica con los trabajadores del sector salud a los que no se les ha pagado salarios, aportes a seguridad social ni prestaciones sociales y que han renunciado a sus labores frente al total abandono en que se encuentran.
2) Programas de vivienda rural y urbana, esto es, un mejor acceso a vivienda financiada con recursos del Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda).
3) Acceso a agua potable y saneamiento básico mediante una política pública dirigida por el Ministerio de Vivienda, pues del acceso a agua potable y a saneamiento básico (alcantarillado y sanitarios), depende el estado de salud de la población incluyendo a la primera infancia como sujetos de especial protección constitucional.
4) Acompañamiento nutricional bajo política pública liderada por la alcaldía municipal en convenio interadministrativo con el ICBF, esto con el fin de gestionar con verdaderos operadores, comedores y disposición de alimentos en beneficio de los menores de edad residentes en el municipio.
5) Reforzar los programas de Atención Integral a la Primera Infancia.
6) Veeduría ciudadana, control fiscal y disciplinario y sanciones penales efectivas frente a los vergonzosos escenarios de corrupción que rodean la contratación en Colombia. Lo anterior puede sonar ilusorio, pero es lo que se necesita para solventar escenarios de crisis.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (ENSIN), 560.000 niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica en el país y 15.600 padecen desnutrición aguda severa. 54,2 % de los hogares en Colombia padecen inseguridad alimentaria, cifras dolorosas y alarmantes. La desnutrición es una condición multisistémica que no solo afecta […]
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (ENSIN), 560.000 niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica en el país y 15.600 padecen desnutrición aguda severa.
54,2 % de los hogares en Colombia padecen inseguridad alimentaria, cifras dolorosas y alarmantes. La desnutrición es una condición multisistémica que no solo afecta el buen funcionamiento del organismo, sino que también produce un deterioro en el desarrollo cognitivo, una baja inmunocompetencia y un aumento de la mortalidad.
La desnutrición es un problema que abarca muchos factores, pues refleja todo un conjunto de carencias a nivel social, económico y de salud. La desnutrición como enfermedad multicausal debe ser atendida bajo tratamientos integrales, esto es, bajo un modelo que atienda los problemas de salud, alimentación, agua potable, vivienda, saneamiento básico, ambiente sano y libre de violencia, entre otros.
Frente a esta problemática es deber del Estado materializar políticas públicas encaminadas a garantizar el goce efectivo del derecho a la salud, prevenir las enfermedades y reducir o contrarrestar los determinantes sociales.
La Ley Estatutaria de Salud (Ley 1751 de 2015), en su artículo 9, define los determinantes sociales como factores sociales, económicos, culturales, nutricionales, ambientales, ocupacionales, habitacionales, de educación, y de acceso a los servicios públicos que determinan la aparición de enfermedades.
Los menores que padecen desnutrición no cuentan con alimentos suficientes, saludables y constantes que garanticen un adecuado desarrollo, tampoco cuentan con elementos sanitarios como el acceso a agua potable y saneamiento básico.
Los sistemas de protección social abarcan la atención en salud, pero van más lejos en materia de atención a las necesidades sociales al abarcar diversas contingencias y riesgos que deben ser comprendidos en forma integral, partiendo de una adecuada atención primaria en salud como primera medida o como puerta de entrada al sistema integral de seguridad social en salud.
La desnutrición infantil se puede atender con un verdadero modelo de protección social que brinde garantías para optar por soluciones integrales en el tratamiento.
Algunas medidas a implementar son las siguientes:
1) Mejorar la atención en salud en el régimen subsidiado, al cual pertenecen quienes no tienen capacidad de pago y que son financiados con subsidios a la demanda provenientes de recursos parafiscales.
Esto bajo un esquema de mejoramiento de la infraestructura hospitalaria y del talento humano capacitado para la atención, pues uno de los problemas del sistema de salud en Colombia recae en la mala infraestructura hospitalaria y en la falta de pagos e incentivos al talento humano en los hospitales del país, tal como sucede actualmente bajo la triste realidad del Hospital Rosario Pumarejo de López que está en deuda histórica con los trabajadores del sector salud a los que no se les ha pagado salarios, aportes a seguridad social ni prestaciones sociales y que han renunciado a sus labores frente al total abandono en que se encuentran.
2) Programas de vivienda rural y urbana, esto es, un mejor acceso a vivienda financiada con recursos del Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda).
3) Acceso a agua potable y saneamiento básico mediante una política pública dirigida por el Ministerio de Vivienda, pues del acceso a agua potable y a saneamiento básico (alcantarillado y sanitarios), depende el estado de salud de la población incluyendo a la primera infancia como sujetos de especial protección constitucional.
4) Acompañamiento nutricional bajo política pública liderada por la alcaldía municipal en convenio interadministrativo con el ICBF, esto con el fin de gestionar con verdaderos operadores, comedores y disposición de alimentos en beneficio de los menores de edad residentes en el municipio.
5) Reforzar los programas de Atención Integral a la Primera Infancia.
6) Veeduría ciudadana, control fiscal y disciplinario y sanciones penales efectivas frente a los vergonzosos escenarios de corrupción que rodean la contratación en Colombia. Lo anterior puede sonar ilusorio, pero es lo que se necesita para solventar escenarios de crisis.