Tras contraer covid-19 por cuidar de sus padres, Jhonnys López ingresó a la Clínica Valledupar el pasado 3 de abril en horas de la madrugada con el fin de mejorar sus condiciones de salud; debido a que sus pulmones estaban altamente comprometidos fue necesario internarlo en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI. Según contó, en esta área demoró dos días y fue bajado a una habitación, sin embargo, aseguró que no le realizaron destete de oxígeno (proceso de transición de la ventilación artificial a la espontánea). 

“Al sacarme de la UCI me bajan con cánula nasal y ese fue el primer error del cuerpo médico porque ellos tenían que irme disminuyendo el oxígeno gradualmente hasta que mis pulmones se recuperaran y llegaran a la capacidad normal de un ser humano”, afirmó López. 

Como consecuencia de este mal procedimiento sus exámenes arrojaban resultados negativos, por lo que fue ingresado nuevamente a UCI para normalizar sus pulmones. López pensó que en esta área no tardaría más de dos días, como había ocurrido inicialmente; no obstante, pasaron 17 días en los cuales estuvo intubado y perdió cerca de 30 kilos.

Durante ese tiempo estuvo sedado por la variedad de procedimientos que le estaban realizando, sin embargo, alega que estaba consciente de todo lo que sucedía y, por lo tanto, vivió en ‘carne propia’ los maltratos físicos y verbales de las enfermeras que cuidaban de él. “Yo estaba sedado y escuchaba a las enfermeras decir: ‘este no pasa de hoy’, ‘este tiene más vidas de un gato’ o cuando yo hacía mis necesidades decían ‘mira la gracia que hizo este ahora y justo yo voy saliendo de turno’”, recordó. 

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“Cuando uno está sedado las enfermeras creen que uno está muerto, que sus oídos están tapados o que su cerebro se paralizó. Pero los pacientes que estamos ahí estamos vivos y seguimos escuchando”, añadió López. 

En cuanto al maltrato físico que asegura que sufrió, el odontólogo de 35 años y oriundo de Urumita, La Guajira, contó a EL PILÓN que las enfermeras al momento de quitarle los esparadrapos del cuerpo lo hicieron de manera brusca y le “arrancaron la piel”. 

“Cuando un paciente demora muchos días en UCI está débil. Entonces deberían tratarlo con cuidado, echarle cremas para quitarle ese tipo de pegamento, pero a mí me quitaron eso de manera inhumana. Aunque yo sé que no son todos”, indicó. 

En su relato indicó que en el centro asistencial están adelantando una campaña denominada ‘El silencio salva vidas’ para que los profesionales de la salud no hagan comentarios que puedan ser malinterpretados por los pacientes. 

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TRASLADO A BUCARAMANGA

Según relató López, al complicarse fue remitido a la ciudad de Bucaramanga con el objetivo de salvar su vida, teniendo en cuenta que los médicos indicaron que sus pulmones estaban en un 80 o 90 % dañados. 

Ante esto, fue conectado a la terapia Ecmo por el grupo de especialistas de la Clínica Cardiovascular y posteriormente fue trasladado. En dicha ciudad estuvo 32 días recuperándose; “en Bucaramanga me volvieron a la vida”, expresó. 

Durante su instancia en la capital de Santander, recibió ayuda psicológica y psiquiátrica dado que, debido al maltrato que denuncia, se altera su capacidad de sueño y estaba presentando, muy seguidamente, pesadillas debido al ‘trauma’ psicológico ocasionado. 

¿QUÉ BUSCA?

El odontólogo reiteró en repetidas ocasiones que su interés con esta denuncia es ‘alzar la voz’ para que se mejore la atención y la prestación de los servicios en todas las áreas de las clínicas, no solo de Valledupar sino del país. Argumentó que no se pueden permitir ni tolerar este tipo de acciones. 

Después de lo sucedido, López hace un llamado para que el personal médico no sea insensible con los pacientes. Se pregunta dónde quedó el juramento hipocrático y espera que el cuerpo médico, específicamente las enfermeras, mejoren la prestación de los servicios.  

VOZ DE LA CLÍNICA

Debido a la denuncia pública, EL PILÓN se comunicó con la gerente de la Clínica Valledupar, Paola Peluffo, para conocer la versión del centro médico y los profesionales de salud que atendieron al querellante. 

Desde la gerencia de la clínica informaron que el caso está siendo revisado y enviarán evidencias a los entes de control correspondientes. “Ya le hemos dado manejo al tema con la Secretaría de Salud Municipal, donde hemos enviado todas las evidencias”. No obstante, Peluffo expresó que por el momento no darán declaraciones al respecto debido a que el caso es delicado. 

En cuanto a la Secretaría de Salud Municipal, la casa editorial intentó comunicarse con la sectorial para preguntar cómo avanza el proceso del caso en mención, sin embargo, no fue posible. 

Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN 

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