Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 20 marzo, 2014

Demografía y alimentación

La especie humana, uno de los habitantes de la Tierra de aparición más reciente, se caracteriza o, más bien, se diferencia del resto de los organismos vivos por su capacidad evolutiva y transformadora. Otra distinción es la que considera que más allá de la evolución biológica perpetuada, como en el resto de seres vivos, a […]

Boton Wpp

La especie humana, uno de los habitantes de la Tierra de aparición más reciente, se caracteriza o, más bien, se diferencia del resto de los organismos vivos por su capacidad evolutiva y transformadora. Otra distinción es la que considera que más allá de la evolución biológica perpetuada, como en el resto de seres vivos, a través de la reproducción sexual, la especie humana efectúa una evolución cultural continua mediante varios procesos de aprendizaje, transmitidos por la educación y la formación en todas sus variables.

Dos evoluciones continúas y, al mismo tiempo, asociadas son la progresión demográfica y el aumento constante del consumo per cápita. El éxito de esta eclosión parecería arrancar alrededor de la revolución neolítica que ha sido llamada la primera revolución ambiental, caracterizada por el paso de las sociedades recolectoras/cazadoras usuarias de energía solar no controlada hacia sociedades agro – silvo – pastorales usuarias del sistema de energía solar progresivamente controlada. Algunos autores sostienen que la población mundial total en los inicios de esta transición sería de unos 3 millones de habitantes en todo el planeta.

Resulta difícil estimar cuál era entonces el consumo energético por individuo y cuál era la esperanza de vida (Con toda seguridad menos de la mitad de la actual). No resulta tan difícil saber cuál es la situación durante el siglo XX. Por ejemplo: la población mundial total a mediados del siglo pasado era de 3000 millones; actualmente se han superado los 650 millones (Si bien se destaca una ligera reducción del aumento de población en el año 1996).

Pero lo que también se ha incrementado notablemente como consecuencia de los avances científicos y tecnológicos y de la mejora asociada de la calidad de vida ha sido el consumo, signo inequívoco de la segunda gran revolución ambiental, que tendría sus fundamentos en la sociedad industrial y posindustrial usuaria de energías esencialmente fósiles almacenadas durante mucho tiempo, en cantidades finitas y no renovables.

Tal como ha dicho algún ecólogo el hombre de fin de milenio se cree un artista finalmente liberado de restricciones, pero más bien es un nuevo rico a quien le ha tocado la lotería del petróleo y gasta sin miramientos.
Los 11 años más cálido desde que se inicia el registro anual (en el año 1866) se han producido desde el año 1979. Este factor, que se relaciona con el Cambio Climático, ralentiza el crecimiento de la producción de cereales, mientras se acelera el aumento de la demanda.

Los agricultores, además tienen que alimentar a casi 90 millones de personas más cada año.
NOTA: El día sábado 22 de marzo es el día Internacional del agua ¿Qué podemos reportar de positivo frente a nuestro cambio de actitud en el tratamiento y uso de este vital elemento?

Columnista
20 marzo, 2014

Demografía y alimentación

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

La especie humana, uno de los habitantes de la Tierra de aparición más reciente, se caracteriza o, más bien, se diferencia del resto de los organismos vivos por su capacidad evolutiva y transformadora. Otra distinción es la que considera que más allá de la evolución biológica perpetuada, como en el resto de seres vivos, a […]


La especie humana, uno de los habitantes de la Tierra de aparición más reciente, se caracteriza o, más bien, se diferencia del resto de los organismos vivos por su capacidad evolutiva y transformadora. Otra distinción es la que considera que más allá de la evolución biológica perpetuada, como en el resto de seres vivos, a través de la reproducción sexual, la especie humana efectúa una evolución cultural continua mediante varios procesos de aprendizaje, transmitidos por la educación y la formación en todas sus variables.

Dos evoluciones continúas y, al mismo tiempo, asociadas son la progresión demográfica y el aumento constante del consumo per cápita. El éxito de esta eclosión parecería arrancar alrededor de la revolución neolítica que ha sido llamada la primera revolución ambiental, caracterizada por el paso de las sociedades recolectoras/cazadoras usuarias de energía solar no controlada hacia sociedades agro – silvo – pastorales usuarias del sistema de energía solar progresivamente controlada. Algunos autores sostienen que la población mundial total en los inicios de esta transición sería de unos 3 millones de habitantes en todo el planeta.

Resulta difícil estimar cuál era entonces el consumo energético por individuo y cuál era la esperanza de vida (Con toda seguridad menos de la mitad de la actual). No resulta tan difícil saber cuál es la situación durante el siglo XX. Por ejemplo: la población mundial total a mediados del siglo pasado era de 3000 millones; actualmente se han superado los 650 millones (Si bien se destaca una ligera reducción del aumento de población en el año 1996).

Pero lo que también se ha incrementado notablemente como consecuencia de los avances científicos y tecnológicos y de la mejora asociada de la calidad de vida ha sido el consumo, signo inequívoco de la segunda gran revolución ambiental, que tendría sus fundamentos en la sociedad industrial y posindustrial usuaria de energías esencialmente fósiles almacenadas durante mucho tiempo, en cantidades finitas y no renovables.

Tal como ha dicho algún ecólogo el hombre de fin de milenio se cree un artista finalmente liberado de restricciones, pero más bien es un nuevo rico a quien le ha tocado la lotería del petróleo y gasta sin miramientos.
Los 11 años más cálido desde que se inicia el registro anual (en el año 1866) se han producido desde el año 1979. Este factor, que se relaciona con el Cambio Climático, ralentiza el crecimiento de la producción de cereales, mientras se acelera el aumento de la demanda.

Los agricultores, además tienen que alimentar a casi 90 millones de personas más cada año.
NOTA: El día sábado 22 de marzo es el día Internacional del agua ¿Qué podemos reportar de positivo frente a nuestro cambio de actitud en el tratamiento y uso de este vital elemento?