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Crónica - 23 junio, 2018

Curando el dolor a través de la lectura, la pintura y el juego

En el Hospital Rosario Pumarejo de López se inauguró una ludoteca que junto con televisores para ver películas, tabletas para audio libros y talleres de pintura buscan ayudar a los pequeños que se encuentran allí recluidos.

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Cuatro paredes de hospital, inyecciones y medicamentos no son para Deiner, de seis años; un panorama nada ideal para pasar sus vacaciones.

Sin embargo, ha llegado a esta situación porque unas semanas atrás mientras jugaba se cayó, fracturándose así su brazo izquierdo. Mientras espera ser programado para una cirugía que le ayude a revertir este diagnóstico, trata de encontrar diversión y entretenimiento a través de la lectura de cuentos, una terapia que le permite olvidar por momentos el dolor y la molestia que siente, y así como él reciben durante toda la semana los distintos niños, niñas y adolescentes que están internados en el Hospital Rosario Pumarejo de López por enfermedades como infecciones respiratorias agudas, bronquiolitis, neumonía, desnutrición infantil, traumas óseos, entre otros.

Ahora Deiner, al igual que los otros 47 niños que ocupan una de las 52 camas de dicho centro médico, cuenta con un nuevo espacio dedicado a mitigar sus malestares por medio del desarrollo de actividades lúdicas.

Se trata de una ludoteca que fue inaugurada el pasado miércoles 20 de junio con acompañamiento de la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Luquez y la Gobernación del Cesar, en la cual los menores que están en el servicio hospitalario pueden además de interesarse por la lectura, mejorar el estado anímico e inmunológico como explicó Angélica Diazgranados Amaya, coordinadora materno infantil de dicho centro, quien explicó que este es un medio útil porque “los niños que están motivados en la lectura se olvidan del dolor, de la enfermedad, de que el tiempo está transcurriendo en cuatro paredes, están también a través de la lectura mirando hacia otros mundos”.

Con vibrantes colores en sus paredes, una gran selección de literatura infantil, caballetes para la pintura y televisor para ver películas, se complementan las jornadas que reciben los pequeños para que puedan salir de la rutina en la que están.

Cada uno se entusiasma al saber que va a poder entretenerse por momentos, así como Deiner, quien siente fascinación por los cuentos que tienen animales como la vaca o el cerdo de protagonistas. Además de leer sobre ellos, ya los ha pintado para adornar las paredes de la habitación que se ha convertido en su hogar temporal, la cual comparte con Sharit, otra pequeña internada, y en el que en ocasiones se aburre, por lo que siente que al leer y pintar se le pasa más rápido el tiempo y no le duele tanto su brazo.

Además de la decoración que cada niño va haciendo con sus propias manos, de forma complementaria, en el servicio de pediatría tienen unos murales con cuentos en los pasillos y habitaciones para propiciar ambientes mucho más amigables para los niños.

Entre tanto, Deiner y sus compañeros en el hospital esperan aligerar la espera que los lleve a abandonar sus camas conociendo la historia de Alicia en el país de las maravillas o El principito, a la vez que recuerdan el valor de sus familias primordiales en el proceso de recuperación de cada pequeño.

Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]

Crónica
23 junio, 2018

Curando el dolor a través de la lectura, la pintura y el juego

En el Hospital Rosario Pumarejo de López se inauguró una ludoteca que junto con televisores para ver películas, tabletas para audio libros y talleres de pintura buscan ayudar a los pequeños que se encuentran allí recluidos.


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Cuatro paredes de hospital, inyecciones y medicamentos no son para Deiner, de seis años; un panorama nada ideal para pasar sus vacaciones.

Sin embargo, ha llegado a esta situación porque unas semanas atrás mientras jugaba se cayó, fracturándose así su brazo izquierdo. Mientras espera ser programado para una cirugía que le ayude a revertir este diagnóstico, trata de encontrar diversión y entretenimiento a través de la lectura de cuentos, una terapia que le permite olvidar por momentos el dolor y la molestia que siente, y así como él reciben durante toda la semana los distintos niños, niñas y adolescentes que están internados en el Hospital Rosario Pumarejo de López por enfermedades como infecciones respiratorias agudas, bronquiolitis, neumonía, desnutrición infantil, traumas óseos, entre otros.

Ahora Deiner, al igual que los otros 47 niños que ocupan una de las 52 camas de dicho centro médico, cuenta con un nuevo espacio dedicado a mitigar sus malestares por medio del desarrollo de actividades lúdicas.

Se trata de una ludoteca que fue inaugurada el pasado miércoles 20 de junio con acompañamiento de la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Luquez y la Gobernación del Cesar, en la cual los menores que están en el servicio hospitalario pueden además de interesarse por la lectura, mejorar el estado anímico e inmunológico como explicó Angélica Diazgranados Amaya, coordinadora materno infantil de dicho centro, quien explicó que este es un medio útil porque “los niños que están motivados en la lectura se olvidan del dolor, de la enfermedad, de que el tiempo está transcurriendo en cuatro paredes, están también a través de la lectura mirando hacia otros mundos”.

Con vibrantes colores en sus paredes, una gran selección de literatura infantil, caballetes para la pintura y televisor para ver películas, se complementan las jornadas que reciben los pequeños para que puedan salir de la rutina en la que están.

Cada uno se entusiasma al saber que va a poder entretenerse por momentos, así como Deiner, quien siente fascinación por los cuentos que tienen animales como la vaca o el cerdo de protagonistas. Además de leer sobre ellos, ya los ha pintado para adornar las paredes de la habitación que se ha convertido en su hogar temporal, la cual comparte con Sharit, otra pequeña internada, y en el que en ocasiones se aburre, por lo que siente que al leer y pintar se le pasa más rápido el tiempo y no le duele tanto su brazo.

Además de la decoración que cada niño va haciendo con sus propias manos, de forma complementaria, en el servicio de pediatría tienen unos murales con cuentos en los pasillos y habitaciones para propiciar ambientes mucho más amigables para los niños.

Entre tanto, Deiner y sus compañeros en el hospital esperan aligerar la espera que los lleve a abandonar sus camas conociendo la historia de Alicia en el país de las maravillas o El principito, a la vez que recuerdan el valor de sus familias primordiales en el proceso de recuperación de cada pequeño.

Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]