En la medida en que nos sumergimos en los fastos, en los sueños vividos de manera especial, esos que fueron perfeccionando la vida, y que además también se convirtieran, el cumplir los sueños, en un plan favorito; estas páginas se dan como un aderezo para ese manjar en el cual se convierten cada uno de los capítulos de este sublime libro: ‘Cumplir mi sueño, mi plan favorito’, de Fabio Torres, ‘El Rector’.

Nada es fácil en la vida y en cada capítulo, nuestro novel escritor, así lo demuestra. Desde el mismo momento en el que una expulsión del colegio lo adentran en la aventura de aprender algo en lo que jamás imaginó se convertiría en su razón de ser. 

A través de estas líneas, comenzamos a caminar la historia de Fabio Torres, como si fuese la nuestra; es como si encajara cada escenario en la vida misma de quien la degusta letra a letra, frase a frase, situación a situación. Todos, de alguna manera, necesitamos una segunda oportunidad.

“Los mentores no siempre son personas; a veces son experiencias, decisiones y, sobre todo, esa voz interna que te empuja a avanzar”. 

Una gran verdad que nos inspira y nos va adentrando capítulo a capítulo en los mensajes claves que nos marcan una pauta importante del sentir del autor; muchas veces estos elementos parecieran no ser parte de ese estímulo y nos negamos a ser, nos negamos el sentir.

“En la vida, todos enfrentamos una montaña que parece insuperable. Es ese momento en el que los temores internos se vuelven tan reales que comienzan a afectar cada aspecto de nuestro ser. La montaña no siempre es literal; a veces es un cúmulo de emociones, dudas y miedos que nos detienen en seco. Para mí, esa montaña llegó de la forma más inesperada, y aunque parecía oscura y empinada, me enseñó que cada paso hacia adelante hace que el miedo retroceda”. 

Meridiana claridad del autor para llevarnos de la mano en cada frase objetiva, en cada mensaje importante, para conectarnos en el deleite de un banquete literario.

Es como deleitar los platos de ‘El Rubí’: las entradas, el plato fuerte y, al final, un delicioso postre que en su dulce sazón nos pone la fresita del pastel. 

La invitación a través de esta presentación es a degustar este fabuloso texto, a saborearlo desde la primera línea, hasta la última; tengo la absoluta certeza que este libro estará por mucho tiempo en la mesita de noche de tu cama, en la cabecera, esperando ser consultado de manera especial.

Como un consejero espiritual de primera mano, con los mensajes, con las citas, con las frases de estímulo; con cada una de esas experiencias que al final se convierten en la medida perfecta a nuestras emociones, lo que vivimos y que muchas veces dejamos pasar por alto. 

Nos dice Fabio Torres, ‘El Rector’: “El final de este capítulo no es el final de nada. Es el comienzo de algo más grande, de algo mágico. Porque ahora es tu turno de tomar acción, de construir tu legado, de decidir qué quieres hacer con lo que has aprendido aquí”.

Aquí hay una oportunidad importante para tu vida, leer este fabuloso libro; siéntelo, vívelo y al final, que no es el final sino el inicio, recuerda las palabras del autor: “Si Fabio Torres pudo, tú también puedes”. Sólo Eso.

Por:Eduardo Santos Ortega Vergara.