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Comunidad - 25 marzo, 2021

Cuerpo de migrante venezolana permaneció tres días en una vivienda en Valledupar

De acuerdo con los familiares de la fallecida, presuntos inconvenientes en los trámites de traslado y la cremación ocasionaron que el cuerpo sin vida estuviera en una vivienda del barrio La Victoria de Valledupar por tres días.

El cuerpo estuvo a la espera de la cremación por casi cuatro días. 

FOTO/CORTESÍA.
El cuerpo estuvo a la espera de la cremación por casi cuatro días. FOTO/CORTESÍA.
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Una familia venezolana denunció que el cuerpo de uno de sus seres queridos estuvo por tres días en su hogar en el barrio La Victoria de Valledupar luego de haber pagado un millón de pesos a la funeraria que se haría cargo del traslado de la fallecida  y de su cremación.

Lee también: Morir lejos de casa: la doble tragedia de los migrantes en Valledupar

De acuerdo con Rubén Montoya, esposo de la difunta, solo hasta las dos de la tarde del día de ayer fue cremada su compañera cuando esta falleció el pasado domingo. Explicó que la funeraria Preexequiales River el domingo pasado le comentó que el servicio de cremación costaba dos millones doscientos mil pesos. Para este proceso dicha funeraria aseveró que  prepararían el cuerpo de Lexi Ramírez,  después la trasladarían al hogar de Montoya en el barrio La Victoria y cuando tuviera el dinero la entidad fúnebre recogería el cuerpo para cremarlo.

“La funeraria nos dijo que una vez que tuviéramos la plata se la llevarían. Gestioné con mis hijos en Chile y Venezuela y recogí un millón de pesos, se lo entregué a la funeraria como adelanto para que se llevaran el cuerpo mientras conseguía el resto, pero ellos me dijeron que no se la llevaban de la casa hasta que les diera el dinero completo”, manifestó Montoya.

El cuerpo estuvo en una vivienda del barrio La Victoria por tres días. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

Comentó que la negativa de la funeraria a llevarse el cuerpo de su esposa fue “una situación muy difícil y desgarradora”, debido a que en su humilde vivienda tuvo que tener a la difunta en un ataúd descomponiéndose mientras gestionaba y le pedía a la funeraria que se la llevaran porque hasta los vecinos del sector comenzaron a quejarse por el olor fétido de la fallecida.

No dejes de leer: Con música, migrantes venezolanos sobreviven en Valledupar

Aseveró que el cofre donde reposaba su esposa estuvo con él desde el domingo hasta el martes por la noche cuando la funeraria fue a llevarse el cuerpo después de que él pagó un millón más con la ayuda de sus hijos y la colaboración de la comunidad que condolida con la situación que atravesaba gestionaron recursos para que Lexi Ramírez pudiera ser cremada.

 LA PARTIDA DE NACIMIENTO

De acuerdo con Rubén Montoya, su esposa falleció el domingo a las 5:30 a.m., de un paro respiratorio en el Hospital Rosario Pumarejo de López. Su compañera de vida sufría del azúcar y esto le acarreó múltiples problemas de salud, por lo que le solicitó a su esposo en vida que la cremara si llegara a fallecer. Montoya en apegó a la última petición de su esposa decidió cremarla.

Sin embargo, no sabía que este trámite “era tan complicado para migrantes”. Aseveró que después de haber pagado el millón de pesos el martes, la funeraria la noche de ese mismo día le solicitó como requisito para dicho procedimiento la partida de nacimiento de su esposa. Explicó que en su país natal, Venezuela, la partida de nacimiento “es nula después de que se adquiere la cédula”.

Le dije a la funeraria que mi esposa tenía su cédula venezolana y permiso de permanencia de Migración Colombia. Pero ellos insistieron en que era necesaria la partida de nacimiento para la cremación. Estaba desesperado porque era otra ‘traba’ más que me ponían; la gente del barrio ya estaba molesta por los tres días que tenía el cuerpo en la casa”, comentó Montoya.  

Agregó que luego de haber tenido un largo diálogo con la funeraria, esta accedió a llevársela para cremarla con la condición que presentara el permiso de permanencia de Lexi Ramírez, la fotocopia de su cédula y la de él para firmar los papeles que autorizarían la cremación. Este trámite se realizó ayer en las horas de la mañana.

EL PAPELEO 

En compañía de su sobrina y su hijo, Rubén Montoya tuvo que hacer más diligencias con el cuerpo de su esposa todavía en el ataúd por cuarto día. En la mañana del día de ayer luego de pagar los doscientos mil pesos restantes le tocó ir a la Registraduría Especial de Valledupar y sacar un permiso en el que se establecía que se hacía responsable de la cremación de su esposa, un requerimiento que le aseveró la funeraria Preexequiales River que debía presentar para el proceso.

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Se traslado con sus familiares al cementerio Jardines de Valledupar del Grupo Recordar fue alrededor de las once de la mañana, en donde esperó hasta las dos de la tarde el ataúd de su esposa que fuera bajado de la carrosa fúnebre para ser cremado. Montoya agregó que la funeraria le aseveró que este viernes a las 10:00 a.m., le entregarían las cenizas de su compañera sentimental.

El diario EL PILÓN intentó comunicarse con representantes de la funeraria Preexequiales River para conocer su versión de los hechos, pero resultó infructuoso porque no contestaron las llamadas ni mensajes. 

Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.

Comunidad
25 marzo, 2021

Cuerpo de migrante venezolana permaneció tres días en una vivienda en Valledupar

De acuerdo con los familiares de la fallecida, presuntos inconvenientes en los trámites de traslado y la cremación ocasionaron que el cuerpo sin vida estuviera en una vivienda del barrio La Victoria de Valledupar por tres días.


El cuerpo estuvo a la espera de la cremación por casi cuatro días. 

FOTO/CORTESÍA.
El cuerpo estuvo a la espera de la cremación por casi cuatro días. FOTO/CORTESÍA.
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Una familia venezolana denunció que el cuerpo de uno de sus seres queridos estuvo por tres días en su hogar en el barrio La Victoria de Valledupar luego de haber pagado un millón de pesos a la funeraria que se haría cargo del traslado de la fallecida  y de su cremación.

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De acuerdo con Rubén Montoya, esposo de la difunta, solo hasta las dos de la tarde del día de ayer fue cremada su compañera cuando esta falleció el pasado domingo. Explicó que la funeraria Preexequiales River el domingo pasado le comentó que el servicio de cremación costaba dos millones doscientos mil pesos. Para este proceso dicha funeraria aseveró que  prepararían el cuerpo de Lexi Ramírez,  después la trasladarían al hogar de Montoya en el barrio La Victoria y cuando tuviera el dinero la entidad fúnebre recogería el cuerpo para cremarlo.

“La funeraria nos dijo que una vez que tuviéramos la plata se la llevarían. Gestioné con mis hijos en Chile y Venezuela y recogí un millón de pesos, se lo entregué a la funeraria como adelanto para que se llevaran el cuerpo mientras conseguía el resto, pero ellos me dijeron que no se la llevaban de la casa hasta que les diera el dinero completo”, manifestó Montoya.

El cuerpo estuvo en una vivienda del barrio La Victoria por tres días. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

Comentó que la negativa de la funeraria a llevarse el cuerpo de su esposa fue “una situación muy difícil y desgarradora”, debido a que en su humilde vivienda tuvo que tener a la difunta en un ataúd descomponiéndose mientras gestionaba y le pedía a la funeraria que se la llevaran porque hasta los vecinos del sector comenzaron a quejarse por el olor fétido de la fallecida.

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Aseveró que el cofre donde reposaba su esposa estuvo con él desde el domingo hasta el martes por la noche cuando la funeraria fue a llevarse el cuerpo después de que él pagó un millón más con la ayuda de sus hijos y la colaboración de la comunidad que condolida con la situación que atravesaba gestionaron recursos para que Lexi Ramírez pudiera ser cremada.

 LA PARTIDA DE NACIMIENTO

De acuerdo con Rubén Montoya, su esposa falleció el domingo a las 5:30 a.m., de un paro respiratorio en el Hospital Rosario Pumarejo de López. Su compañera de vida sufría del azúcar y esto le acarreó múltiples problemas de salud, por lo que le solicitó a su esposo en vida que la cremara si llegara a fallecer. Montoya en apegó a la última petición de su esposa decidió cremarla.

Sin embargo, no sabía que este trámite “era tan complicado para migrantes”. Aseveró que después de haber pagado el millón de pesos el martes, la funeraria la noche de ese mismo día le solicitó como requisito para dicho procedimiento la partida de nacimiento de su esposa. Explicó que en su país natal, Venezuela, la partida de nacimiento “es nula después de que se adquiere la cédula”.

Le dije a la funeraria que mi esposa tenía su cédula venezolana y permiso de permanencia de Migración Colombia. Pero ellos insistieron en que era necesaria la partida de nacimiento para la cremación. Estaba desesperado porque era otra ‘traba’ más que me ponían; la gente del barrio ya estaba molesta por los tres días que tenía el cuerpo en la casa”, comentó Montoya.  

Agregó que luego de haber tenido un largo diálogo con la funeraria, esta accedió a llevársela para cremarla con la condición que presentara el permiso de permanencia de Lexi Ramírez, la fotocopia de su cédula y la de él para firmar los papeles que autorizarían la cremación. Este trámite se realizó ayer en las horas de la mañana.

EL PAPELEO 

En compañía de su sobrina y su hijo, Rubén Montoya tuvo que hacer más diligencias con el cuerpo de su esposa todavía en el ataúd por cuarto día. En la mañana del día de ayer luego de pagar los doscientos mil pesos restantes le tocó ir a la Registraduría Especial de Valledupar y sacar un permiso en el que se establecía que se hacía responsable de la cremación de su esposa, un requerimiento que le aseveró la funeraria Preexequiales River que debía presentar para el proceso.

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Se traslado con sus familiares al cementerio Jardines de Valledupar del Grupo Recordar fue alrededor de las once de la mañana, en donde esperó hasta las dos de la tarde el ataúd de su esposa que fuera bajado de la carrosa fúnebre para ser cremado. Montoya agregó que la funeraria le aseveró que este viernes a las 10:00 a.m., le entregarían las cenizas de su compañera sentimental.

El diario EL PILÓN intentó comunicarse con representantes de la funeraria Preexequiales River para conocer su versión de los hechos, pero resultó infructuoso porque no contestaron las llamadas ni mensajes. 

Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.