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Historias - 4 julio, 2025

Cuando el queso desapareció en Valledupar: así narró la prensa la escasez en 1976

“El mercado natural de nosotros era Venezuela”, comentan los productores en la actualidad, pero el debilitamiento de la economía del vecino país, sumado a la migración y otros problemas de precios internacionales detuvieron ese mercado que muchas veces dejaba con poco producto a la región.

El kilo de queso oscila entre los $17.000  y $19.000 pesos actualmente.                                                    / FOTO: 		Jesús Ochoa.
El kilo de queso oscila entre los $17.000 y $19.000 pesos actualmente. / FOTO: Jesús Ochoa.
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En una de las salas de exposición del Museo Nacional de Colombia, ubicado sobre la popular carrera séptima de Bogotá, reposa un grabado popular del artista barranquillero Álvaro Barrios, impreso a través de la página 20 del periódico El Heraldo, en su edición del viernes 20 de febrero de 1976. Aunque el elemento principal es el dibujo surrealista, conceptual y pop del artista, llama la atención una breve noticia sobre uno de los alimentos más importantes de los hogares cesarenses. 

“Desaparece el queso en el Cesar”, es el titular de la novedad de la época,  el pequeño artículo no tiene firma de algún periodista, pero relata que el queso blanco había desaparecido del mercado de Valledupar, principalmente, debido al “flujo de exportación ilegal hacia los mercados venezolanos”, citando los anuncios de voceros del Sindicato de Medianos y Pequeños Comerciantes. 

   Edición de 1976 del periódico El Heraldo relata cuando el queso escaseaba en el Cesar por la venta hacia el mercado venezolano.    / FOTO: MUSEO NACIONAL DE COLOMBIA. 

“Cientos de toneladas de queso blanco son sacadas diariamente sin que las autoridades hayan adoptado medidas especiales para contrarrestar la fuga del producto hacia otros mercados, mientras que en esta capital desapareció por completo con precios superiores a los 60 pesos por kilo”, se lee en el diario del Atlántico. 

Pedían control de precios

Según el relato periodístico, la escasez del producto había originado una ola alcista en el mercado local, inflación que según la ciudadanía afectaba a otros productos de la canasta familiar: “El gobierno municipal anunció a los productores que deben venderle el 20 por ciento a los medianos comerciantes para nivelar la escasez en esta capital. Por otra parte, dirigentes sindicalistas señalaron que los artículos de primera necesidad subieron en forma escandalosa, por falta de una política de control más eficaz por las autoridades”. 

Lea: La historia económica del Cesar contada al ritmo del vallenato: “Al carbón no se le canta”

El “flujo ilegal” de este derivado lácteo encaja en el período de contrabando que relatan libros como ‘Historia, economía y canciones en el folclor vallenato, del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales (Cesore). El texto menciona que uno de los fenómenos económicos más importantes de la región es el contrabando que entre los años 50 y 80 movilizó mercancías como telas, licores y perfumes que llegaban de las Antillas, mientras salían productos como el café. 

Este contrabando, según explicó Fernando Herrera, director de Cesore durante la Feria del Libro de Valledupar en junio pasado,  tenía tres características: aunque era ilegal, era legitimado por la sociedad; en segundo lugar permitió modernizar los hábitos de consumo reflejados en clásicos vallenatos como ‘Ventana a cristal’, de Hernando Marín; ‘El almirante Padilla’, de Rafael Escalona y ‘El contrabandista’, de Sergio Moya Molina. En tercer lugar, era un fenómeno machista, donde aunque las mujeres también vendían mercancía, no predominaban. 

¿Qué dicen los comerciantes de hoy? 

Desde la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), seccional Cesar, recuerdan que a finales de los 70 había alta producción de leche, principal materia prima del queso, y el negocio del queso era muy bueno. “El queso que se producía en el Cesar,  La Guajira y parte del Magdalena, se lo llevaban para Venezuela de contrabando, pero ese contrabando pasaba por la frontera sin ningún problema porque era comida y los precios eran muy buenos”, comentó Óscar Daza, miembro de la junta directiva del gremio de ganaderos. 

El Cesar produce un millón de litros de leche diarios, según datos oficiales. /FOTO: ARCHIVO.

Más que bueno o alto, era un precio “justo” para el productor, subrayó Daza: “Con ese precio podía llevarse y venderse en el mercado venezolano, un consumidor muy importante de queso, pero hoy no es lo mismo”. 

Una de las razones de ese cambio es el efecto migratorio de venezolanos hacia Colombia y otros países por el debilitamiento de la economía de la vecina república. Pero Daza Laverde precisa que ahora “hay más procesadoras de leche en polvo y de quesillos, diferente al queso normal,    para el interior del país, es un mercado que es más que todo de Bogotá”. 

Exportaciones limitadas

Para los productores de ganado y lácteos, “el mercado de queso está muy deprimido en este momento”, puesto que los queseros, que hoy son más que hace 50 años, compran el litro de leche entre $1.500 y 1.700 pesos, pero algunas empresas más formales como Klaren’s  y Colanta  compran la leche caliente a un poco más. 

“Nosotros en el verano vendimos a 2.000 pesos en promedio el litro de leche caliente. En este semestre ha habido unas lluvias muy sectorizadas, entonces, la verdad es que las producciones no están, a mi modo de ver, muy altas”, puntualizó el líder gremial, explicando que en este momento, las exportaciones de leche, están muy restringidas. 

“El mercado natural de nosotros era Venezuela, este semestre Colanta alcanzó a vender algo, pero muy poco. El problema que tenemos es que al mercado externo no podemos entrar por los precios, por las condiciones, por  eso todo lo que se está produciendo es para el consumo interno de Colombia”, manifestó Daza. 

Por Andrea Guerra, EL PILÓN.

Historias
4 julio, 2025

Cuando el queso desapareció en Valledupar: así narró la prensa la escasez en 1976

“El mercado natural de nosotros era Venezuela”, comentan los productores en la actualidad, pero el debilitamiento de la economía del vecino país, sumado a la migración y otros problemas de precios internacionales detuvieron ese mercado que muchas veces dejaba con poco producto a la región.


El kilo de queso oscila entre los $17.000  y $19.000 pesos actualmente.                                                    / FOTO: 		Jesús Ochoa.
El kilo de queso oscila entre los $17.000 y $19.000 pesos actualmente. / FOTO: Jesús Ochoa.
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En una de las salas de exposición del Museo Nacional de Colombia, ubicado sobre la popular carrera séptima de Bogotá, reposa un grabado popular del artista barranquillero Álvaro Barrios, impreso a través de la página 20 del periódico El Heraldo, en su edición del viernes 20 de febrero de 1976. Aunque el elemento principal es el dibujo surrealista, conceptual y pop del artista, llama la atención una breve noticia sobre uno de los alimentos más importantes de los hogares cesarenses. 

“Desaparece el queso en el Cesar”, es el titular de la novedad de la época,  el pequeño artículo no tiene firma de algún periodista, pero relata que el queso blanco había desaparecido del mercado de Valledupar, principalmente, debido al “flujo de exportación ilegal hacia los mercados venezolanos”, citando los anuncios de voceros del Sindicato de Medianos y Pequeños Comerciantes. 

   Edición de 1976 del periódico El Heraldo relata cuando el queso escaseaba en el Cesar por la venta hacia el mercado venezolano.    / FOTO: MUSEO NACIONAL DE COLOMBIA. 

“Cientos de toneladas de queso blanco son sacadas diariamente sin que las autoridades hayan adoptado medidas especiales para contrarrestar la fuga del producto hacia otros mercados, mientras que en esta capital desapareció por completo con precios superiores a los 60 pesos por kilo”, se lee en el diario del Atlántico. 

Pedían control de precios

Según el relato periodístico, la escasez del producto había originado una ola alcista en el mercado local, inflación que según la ciudadanía afectaba a otros productos de la canasta familiar: “El gobierno municipal anunció a los productores que deben venderle el 20 por ciento a los medianos comerciantes para nivelar la escasez en esta capital. Por otra parte, dirigentes sindicalistas señalaron que los artículos de primera necesidad subieron en forma escandalosa, por falta de una política de control más eficaz por las autoridades”. 

Lea: La historia económica del Cesar contada al ritmo del vallenato: “Al carbón no se le canta”

El “flujo ilegal” de este derivado lácteo encaja en el período de contrabando que relatan libros como ‘Historia, economía y canciones en el folclor vallenato, del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales (Cesore). El texto menciona que uno de los fenómenos económicos más importantes de la región es el contrabando que entre los años 50 y 80 movilizó mercancías como telas, licores y perfumes que llegaban de las Antillas, mientras salían productos como el café. 

Este contrabando, según explicó Fernando Herrera, director de Cesore durante la Feria del Libro de Valledupar en junio pasado,  tenía tres características: aunque era ilegal, era legitimado por la sociedad; en segundo lugar permitió modernizar los hábitos de consumo reflejados en clásicos vallenatos como ‘Ventana a cristal’, de Hernando Marín; ‘El almirante Padilla’, de Rafael Escalona y ‘El contrabandista’, de Sergio Moya Molina. En tercer lugar, era un fenómeno machista, donde aunque las mujeres también vendían mercancía, no predominaban. 

¿Qué dicen los comerciantes de hoy? 

Desde la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), seccional Cesar, recuerdan que a finales de los 70 había alta producción de leche, principal materia prima del queso, y el negocio del queso era muy bueno. “El queso que se producía en el Cesar,  La Guajira y parte del Magdalena, se lo llevaban para Venezuela de contrabando, pero ese contrabando pasaba por la frontera sin ningún problema porque era comida y los precios eran muy buenos”, comentó Óscar Daza, miembro de la junta directiva del gremio de ganaderos. 

El Cesar produce un millón de litros de leche diarios, según datos oficiales. /FOTO: ARCHIVO.

Más que bueno o alto, era un precio “justo” para el productor, subrayó Daza: “Con ese precio podía llevarse y venderse en el mercado venezolano, un consumidor muy importante de queso, pero hoy no es lo mismo”. 

Una de las razones de ese cambio es el efecto migratorio de venezolanos hacia Colombia y otros países por el debilitamiento de la economía de la vecina república. Pero Daza Laverde precisa que ahora “hay más procesadoras de leche en polvo y de quesillos, diferente al queso normal,    para el interior del país, es un mercado que es más que todo de Bogotá”. 

Exportaciones limitadas

Para los productores de ganado y lácteos, “el mercado de queso está muy deprimido en este momento”, puesto que los queseros, que hoy son más que hace 50 años, compran el litro de leche entre $1.500 y 1.700 pesos, pero algunas empresas más formales como Klaren’s  y Colanta  compran la leche caliente a un poco más. 

“Nosotros en el verano vendimos a 2.000 pesos en promedio el litro de leche caliente. En este semestre ha habido unas lluvias muy sectorizadas, entonces, la verdad es que las producciones no están, a mi modo de ver, muy altas”, puntualizó el líder gremial, explicando que en este momento, las exportaciones de leche, están muy restringidas. 

“El mercado natural de nosotros era Venezuela, este semestre Colanta alcanzó a vender algo, pero muy poco. El problema que tenemos es que al mercado externo no podemos entrar por los precios, por las condiciones, por  eso todo lo que se está produciendo es para el consumo interno de Colombia”, manifestó Daza. 

Por Andrea Guerra, EL PILÓN.