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Columnista - 18 julio, 2016

¿Cuándo estallará Venezuela?

Esta semana se abrió provisionalmente la frontera en Cúcuta y más de 35 mil desesperados venezolanos cruzaron, en un solo día, en busca de comida y medicinas, claro que Vielma Mora, gobernador del Tachira, señaló que venían a pasear; lo que pone de presente la caótica situación del vecino país que cada día se agudiza […]

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Esta semana se abrió provisionalmente la frontera en Cúcuta y más de 35 mil desesperados venezolanos cruzaron, en un solo día, en busca de comida y medicinas, claro que Vielma Mora, gobernador del Tachira, señaló que venían a pasear; lo que pone de presente la caótica situación del vecino país que cada día se agudiza más, dificultades de desabastecimiento del 90 %, lo tienen literalmente paralizado, al borde de una crisis humanitaria y generando una desmedida migración a Colombia, que tampoco está preparada para recibir a tantas personas que huyen del caos.

¡Cómo cambian los tiempos! De esta realidad, surge una pregunta ¿Cuándo estallará Venezuela? la respuesta nadie la sabe, pero es claro que un país con estos indicadores tarde o temprano se levantará contra un Presidente que ostenta el 95 % de impopularidad, sin gobernabilidad y sorteando protestas diarias. Los daños serán irreversibles para esta generación de venezolanos, alimentada con mangos y, escasamente, una comida al día, ante la mirada inclemente de la comunidad internacional, poco interesada y sin disposición de darse la pela para intervenir un país en el que no hay división de poderes; el Tribunal Supremo obedece las órdenes del ejecutivo y los militares son la plataforma del Presidente; es insólito como soportan esta situación por más tiempo. La última medida de entregarles el abastecimiento de alimentos a los militares, encabezados por Padrino López, es una acción desesperada en aras de mantener el control en las huestes castristas.

Pero más allá de estos paños de agua tibia, según pronostican los economistas, el país colapsará, sufre las consecuencias de un peligroso cóctel, la destrucción de su aparato productivo y el ataque desmedido a la empresa privada, también por la falta de planeación e inversión en la industria petrolera, hoy PDVSA es una empresa que produce menos petróleo y en el futuro será peor, si no se moderniza. Pero lo más grave es la forma como sus dirigentes están enfrentando el problema, intentando tapar el sol con las manos, hablando de guerra económica y creando expectativas en un pueblo que comienza a despertar y, aunque dependa en parte de las políticas oficiales, ya siente que no van por buen camino y con el referendo revocatorio, aspira sacudirse del karma llamado Socialismo del siglo XXI que dejó Chávez y se le estalló a Maduro por su ineptitud y falta de liderazgo.

Hasta Obama se pronunció sobre la importancia del referendo, pero los oficialistas siguen dilatando para frenarlo, ¡ilusos! Es imposible que logren recuperar el rumbo económico, además, la oposición en Asamblea Nacional ya no está dispuesta a tragar entero.
Es doloroso ver como la nación de Bolívar, con todo el potencial para desarrollarse, ha desperdiciado una bonanza por una ideología que no funcionó y, hoy, tiene a miles de venezolanos agobiados y sin esperanza, dependiendo de los vaivenes de dirigentes que más parecen una mafia, en la que reina la corrupción.

Columnista
18 julio, 2016

¿Cuándo estallará Venezuela?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Esta semana se abrió provisionalmente la frontera en Cúcuta y más de 35 mil desesperados venezolanos cruzaron, en un solo día, en busca de comida y medicinas, claro que Vielma Mora, gobernador del Tachira, señaló que venían a pasear; lo que pone de presente la caótica situación del vecino país que cada día se agudiza […]


Esta semana se abrió provisionalmente la frontera en Cúcuta y más de 35 mil desesperados venezolanos cruzaron, en un solo día, en busca de comida y medicinas, claro que Vielma Mora, gobernador del Tachira, señaló que venían a pasear; lo que pone de presente la caótica situación del vecino país que cada día se agudiza más, dificultades de desabastecimiento del 90 %, lo tienen literalmente paralizado, al borde de una crisis humanitaria y generando una desmedida migración a Colombia, que tampoco está preparada para recibir a tantas personas que huyen del caos.

¡Cómo cambian los tiempos! De esta realidad, surge una pregunta ¿Cuándo estallará Venezuela? la respuesta nadie la sabe, pero es claro que un país con estos indicadores tarde o temprano se levantará contra un Presidente que ostenta el 95 % de impopularidad, sin gobernabilidad y sorteando protestas diarias. Los daños serán irreversibles para esta generación de venezolanos, alimentada con mangos y, escasamente, una comida al día, ante la mirada inclemente de la comunidad internacional, poco interesada y sin disposición de darse la pela para intervenir un país en el que no hay división de poderes; el Tribunal Supremo obedece las órdenes del ejecutivo y los militares son la plataforma del Presidente; es insólito como soportan esta situación por más tiempo. La última medida de entregarles el abastecimiento de alimentos a los militares, encabezados por Padrino López, es una acción desesperada en aras de mantener el control en las huestes castristas.

Pero más allá de estos paños de agua tibia, según pronostican los economistas, el país colapsará, sufre las consecuencias de un peligroso cóctel, la destrucción de su aparato productivo y el ataque desmedido a la empresa privada, también por la falta de planeación e inversión en la industria petrolera, hoy PDVSA es una empresa que produce menos petróleo y en el futuro será peor, si no se moderniza. Pero lo más grave es la forma como sus dirigentes están enfrentando el problema, intentando tapar el sol con las manos, hablando de guerra económica y creando expectativas en un pueblo que comienza a despertar y, aunque dependa en parte de las políticas oficiales, ya siente que no van por buen camino y con el referendo revocatorio, aspira sacudirse del karma llamado Socialismo del siglo XXI que dejó Chávez y se le estalló a Maduro por su ineptitud y falta de liderazgo.

Hasta Obama se pronunció sobre la importancia del referendo, pero los oficialistas siguen dilatando para frenarlo, ¡ilusos! Es imposible que logren recuperar el rumbo económico, además, la oposición en Asamblea Nacional ya no está dispuesta a tragar entero.
Es doloroso ver como la nación de Bolívar, con todo el potencial para desarrollarse, ha desperdiciado una bonanza por una ideología que no funcionó y, hoy, tiene a miles de venezolanos agobiados y sin esperanza, dependiendo de los vaivenes de dirigentes que más parecen una mafia, en la que reina la corrupción.