Entre otras cosas… Por: Dario Arregoces Las instituciones educativas desde hace marras cuentan con los servicios de los Orientadores Escolares, creado por virtud de la resolución número 4385 del 25 de Julio de 1.974 del Ministerio de Educación Nacional, cuya función es lograr que los estudiantes alcancen un desarrollo humano integral tanto en los procesos […]
Entre otras cosas…
Por: Dario Arregoces
Las instituciones educativas desde hace marras cuentan con los servicios de los Orientadores Escolares, creado por virtud de la resolución número 4385 del 25 de Julio de 1.974 del Ministerio de Educación Nacional, cuya función es lograr que los estudiantes alcancen un desarrollo humano integral tanto en los procesos cognitivos, afectivos, volitivos como psicomotores.
El orientador escolar es, en síntesis, un constructor del proyecto de vida del educando y motor fundamental de las políticas de revolución educativa planteadas por el Ministerio de Educación Nacional, en el propósito de mejorar la eficiencia, calidad y pertinencia del sector educativo.
El orientador escolar se encarga de facilitar a los diferentes estamentos de la comunidad educativa, la identificación de actitudes, intereses, características y necesidades personales y sociales, creando así un ambiente de salud mental que estimule el rendimiento escolar y la realización personal del educando. Le corresponde también prevenir las enfermedades mentales, trastornos emocionales, perturbaciones psicosomáticas y dificultades en el aprendizaje, que de no prevenirse desencadenan comportamientos anárquicos tales como: Crisis de identidad, tendencia suicida, pandillismo, trastorno de comportamiento, explotación laboral, violencia intrafamiliar, tribus urbanas, entre otros.
El servicio de Orientación Escolar se encuentra reglamentado por la Ley 115 de 1994- Ley General de la Educación- con la finalidad de llenar los vacíos de la sociedad, reforzando la socialización primaria y asumiendo la socialización secundaria que tendría por objeto contribuir al pleno desarrollo de la personalidad de los educandos, en cuanto a la toma de decisiones personales, participación en la vida académica y en el desarrollo de valores sociales y comunitarios.
Son funciones del Orientador Escolar las señaladas en la Ley General de la Educación, tales como: la Atención de casos individuales, desarrollo de proyectos transversales, tratamiento, diagnóstico, visitas domiciliarias, aplicación de test, interacción y coordinación con instituciones de apoyo, orientación académica y psicológica, consejería permanente a los estudiantes, participación en comité y comisiones, Análisis de procesos de aprendizaje, Análisis rigurosos de las condiciones físicas, senso-motrices, neurológicas y atención a la mortalidad académica.
Queda claro pues, que el servicio de Orientación Escolar, no es ni debe ser un relleno burocrático y que por el contrario, cumple una labor invaluable dentro del proceso de atención y diagnóstico de la problemática social, seriamente afectada por el alto índice de suicidios en la población estudiantil, embarazo de adolescentes, drogadicción, pandillismo, violencia intrafamiliar y deserción escolar entre otros. Pues bien, la situación por la que atraviesan los Orientadores Escolares, debe ser preocupación no solo de los educandos, padres de familia, rectores, Secretaria de Educación Municipal y Departamental, Alcalde y Concejales, sino también de la comunidad en general, toda vez que lo que se pretende es que cada institución educativa, tenga un(a) solo(a) Orientador Escolar, lo que resulta ser un exabrupto, pues en estos momentos los colegios cuentan con el número de orientadores escolares proporcional a la población de estudiantes, a las jornadas que se tengan y por secciones (Bachillerato y Primaria) . Si se produce el anunciado recorte, cuarenta (40) de los Setenta (70) Orientadores Escolares que hay en Valledupar, tendrían que tomar carga académica y los treinta (30) restantes atenderían a los educandos en la proporción de (1) un orientador para más de 4.000 estudiantes.
Frente a esta coyuntura el Ministerio de Educación Nacional, ha dejado en claro que el problema se originó cuando se hizo la transición de la Educación Departamental a la Municipal, pues se realizó el censo de los educadores, pero no así el de los orientadores escolares quienes quedaron como docentes y no es ese su perfil. Pero el Ministerio también ha señalado que es al Alcalde a quien corresponde solucionar este impase. Ojalá que el doctor Luis Fabián Fernández Maestre, encuentre una solución que propenda por la calidad y mejoramiento de la educación y no termine convirtiendo estas plazas en fortines burocráticos.
[email protected]
Entre otras cosas… Por: Dario Arregoces Las instituciones educativas desde hace marras cuentan con los servicios de los Orientadores Escolares, creado por virtud de la resolución número 4385 del 25 de Julio de 1.974 del Ministerio de Educación Nacional, cuya función es lograr que los estudiantes alcancen un desarrollo humano integral tanto en los procesos […]
Entre otras cosas…
Por: Dario Arregoces
Las instituciones educativas desde hace marras cuentan con los servicios de los Orientadores Escolares, creado por virtud de la resolución número 4385 del 25 de Julio de 1.974 del Ministerio de Educación Nacional, cuya función es lograr que los estudiantes alcancen un desarrollo humano integral tanto en los procesos cognitivos, afectivos, volitivos como psicomotores.
El orientador escolar es, en síntesis, un constructor del proyecto de vida del educando y motor fundamental de las políticas de revolución educativa planteadas por el Ministerio de Educación Nacional, en el propósito de mejorar la eficiencia, calidad y pertinencia del sector educativo.
El orientador escolar se encarga de facilitar a los diferentes estamentos de la comunidad educativa, la identificación de actitudes, intereses, características y necesidades personales y sociales, creando así un ambiente de salud mental que estimule el rendimiento escolar y la realización personal del educando. Le corresponde también prevenir las enfermedades mentales, trastornos emocionales, perturbaciones psicosomáticas y dificultades en el aprendizaje, que de no prevenirse desencadenan comportamientos anárquicos tales como: Crisis de identidad, tendencia suicida, pandillismo, trastorno de comportamiento, explotación laboral, violencia intrafamiliar, tribus urbanas, entre otros.
El servicio de Orientación Escolar se encuentra reglamentado por la Ley 115 de 1994- Ley General de la Educación- con la finalidad de llenar los vacíos de la sociedad, reforzando la socialización primaria y asumiendo la socialización secundaria que tendría por objeto contribuir al pleno desarrollo de la personalidad de los educandos, en cuanto a la toma de decisiones personales, participación en la vida académica y en el desarrollo de valores sociales y comunitarios.
Son funciones del Orientador Escolar las señaladas en la Ley General de la Educación, tales como: la Atención de casos individuales, desarrollo de proyectos transversales, tratamiento, diagnóstico, visitas domiciliarias, aplicación de test, interacción y coordinación con instituciones de apoyo, orientación académica y psicológica, consejería permanente a los estudiantes, participación en comité y comisiones, Análisis de procesos de aprendizaje, Análisis rigurosos de las condiciones físicas, senso-motrices, neurológicas y atención a la mortalidad académica.
Queda claro pues, que el servicio de Orientación Escolar, no es ni debe ser un relleno burocrático y que por el contrario, cumple una labor invaluable dentro del proceso de atención y diagnóstico de la problemática social, seriamente afectada por el alto índice de suicidios en la población estudiantil, embarazo de adolescentes, drogadicción, pandillismo, violencia intrafamiliar y deserción escolar entre otros. Pues bien, la situación por la que atraviesan los Orientadores Escolares, debe ser preocupación no solo de los educandos, padres de familia, rectores, Secretaria de Educación Municipal y Departamental, Alcalde y Concejales, sino también de la comunidad en general, toda vez que lo que se pretende es que cada institución educativa, tenga un(a) solo(a) Orientador Escolar, lo que resulta ser un exabrupto, pues en estos momentos los colegios cuentan con el número de orientadores escolares proporcional a la población de estudiantes, a las jornadas que se tengan y por secciones (Bachillerato y Primaria) . Si se produce el anunciado recorte, cuarenta (40) de los Setenta (70) Orientadores Escolares que hay en Valledupar, tendrían que tomar carga académica y los treinta (30) restantes atenderían a los educandos en la proporción de (1) un orientador para más de 4.000 estudiantes.
Frente a esta coyuntura el Ministerio de Educación Nacional, ha dejado en claro que el problema se originó cuando se hizo la transición de la Educación Departamental a la Municipal, pues se realizó el censo de los educadores, pero no así el de los orientadores escolares quienes quedaron como docentes y no es ese su perfil. Pero el Ministerio también ha señalado que es al Alcalde a quien corresponde solucionar este impase. Ojalá que el doctor Luis Fabián Fernández Maestre, encuentre una solución que propenda por la calidad y mejoramiento de la educación y no termine convirtiendo estas plazas en fortines burocráticos.
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