A propósito de los trastornos en la Ruta del Sol que tienen en vilo a los gremios del Cesar, la clase política y la población general, EL PILÓN dialogó con el vicepresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, Luis Fernando Mejía Gomez, sobre el proyecto de infraestructura vial y el futuro del contrato con el consorcio Yuma.
Hay indicios de que se han reactivado las obras estos días, ¿es una pantomima o es real, intensa y sostenible, la reactivación de los trabajos por parte del consorcio Yuma en la Ruta del Sol, sector III?
Tenemos un informe de la interventoría que las obras fueron reiniciadas la semana pasada en el tramo 7, entre Bosconia-El Difícil, justamente ayer fui al sitio de las obras para constatar personalmente de qué alcance se habla. Tenemos un contrato vigente; lo que le hemos dicho al concesionario Yuma es que debe continuar las obras y terminarlas, puesto que está dentro de sus obligaciones contractuales. Esperamos que los cumpla, so pena de acudir a los mecanismos de sanción que establece el contrato.
¿Cuáles son esas sanciones?
Son multas y si el incumplimiento es grave el mismo contrato establece que puede ser declarado en caducidad; es decir, terminar el contrato y pagar las sanciones que corresponden.
¿Es cierto que hay un proceso de caducidad del contrato a Yuma?
Estamos en un proceso sancionatorio que podría terminar en caducidad; llevamos 14 audiencias, en las cuales se han presentado los cargos de incumplimiento y el concesionario presenta sus descargos, pero no prevemos que termine por el momento porque estos procesos garantizan que el concesionario haga una defensa efectiva de sus derechos, para que dé las explicaciones que considere. No es un proceso fácil, es largo y está en curso. Si el concesionario no cambia o modifica los presuntos incumplimientos, el proceso seguirá y puede conducir a la caducidad.
¿Si Yuma no cumple y se declara la caducidad, tiene garantías y pólizas fuertes, así como compañías de seguros solventes, que aseguren recursos para cubrir los daños y la continuidad de la obra?
En el evento que el contrato de concesión sea declarado en caducidad, hay que entrar a liquidar las obras que ejecutó Yuma y a partir de un informe de interventoría que las evalúe, mida y defina cuáles son las obras realizadas a satisfacción, por supuesto saldrá un saldo a favor del concesionario que será utilizado para atender las obligaciones que genere el proyecto. Lo más importante es que el concesionario solo recibe lo que haya ejecutado.
El concesionario en caso de caducidad debe responder por todas las sanciones que corresponden dentro del contrato va a recibir el valor de obra que ha sido ejecutado adecuadamente, de acuerdo al concepto de un interventor.
El contrato tiene unas garantías y dentro de ellas se responde por lo que haya ejecutado el concesionario; queda una compañía de seguro que garantiza el debido funcionamiento de lo que haya ejecutado.
¿Qué se ha hecho con los recursos del peaje mientras ha estado cesante Yuma?
Las obras han estado suspendidas, pero en construcción de obra nueva, pero el concesionario sigue en mantenimiento sigue atendiendo la operación y mantenimiento de las vías; es decir, esa obligación no se ha suspendido ni un solo día: carros taller, ambulancia, manteamiento rutinario, que son aspectos a los que se destina los peajes. Aquí vale la pena anotar que en una concesión los recursos públicos que aporta el Estado son del 80% del valor del proyecto y los peajes representan el 20%.
Es de voz popular que prácticamente Yuma lo controlan la firma italiana Impregilo y Bancolombia ¿ha adelantado la ANI conversaciones con éstas el fin de asegurar esa reactivación?
La composición del concesionario es la siguiente: Impregilo tiene una participación cercana del 48%, Conalvías (empresa de ingeniería colombiana, que en estos momentos está en proceso de restauración organizacional) tiene una participación cercana al 30%, y un fondo privado que tiene el fondo restante para completar el 100%. Bancolombia es el representante de un inversionista privado; el banco como tal solo tiene una participación cercana del 5%.
¿Se han superado las objeciones de comunidades y las consultas previas, de modo que ya no habría ese obstáculo para darle curso a las obras contempladas Valledupar- Carmen de Bolívar y San Roque -Ciénaga?
El proyecto lleva en ejecución casi ocho años, donde ha tenido diferentes momentos para atender las consultas previas. En este momento la totalidad de ellas han sido atendidas; esta actividad no la desarrolla directamente la ANI, sino el concesionario con el acompañamiento del Ministerio del Interior. En su gran mayoría en lo que se refiere Ruta del Sol sector 3 las consultas previas han sido atendidas y cerradas.
Uno de los problemas que tiene esta clase de proyectos es que como no se ha definido el tema de variantes y vías alternativas alrededor de los municipios, puede suceder que en el caso del diseño de una variante que no está definida sea necesario atender una consulta con alguna comunidad.
¿Hay reclamaciones de algún tribunal de arbitramento actual en que Yuma reclame al Estado por supuestos incumplimientos o pagos no asumidos por éste?
El concesionario YUMA tiene tres tribunales de arbitramiento: por la reclamación de la construcción futura de variantes a los diferentes municipios; dos en tribunales internacionales que están colocando, pero apenas están colocando la convocatoria del Tribunal; y uno nacional por las variantes por construir.
¿Qué se puede esperar de la construcción de la gran circunvalar de Bosconia y las variantes por las poblaciones?
Hay un diseño que está previsto que se vislumbra como una gran obra para Bosconia, pero por lo pronto esta construcción no está prevista para hacerla este año; seguramente se iniciará en el 2019, pero es una obra que impactará la movilidad de este municipio. Las variantes tienen que ver con eso: es una vía que en el fondo es una gran variante que recoge los tráficos en los cuatro sentidos y canalizarlos adecuadamente con una solución que impacta favorablemente la movilidad, de tal manera que no sea necesario atravesar el casco urbano de Bosconia.
A propósito de los trastornos en la Ruta del Sol que tienen en vilo a los gremios del Cesar, la clase política y la población general, EL PILÓN dialogó con el vicepresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, Luis Fernando Mejía Gomez, sobre el proyecto de infraestructura vial y el futuro del contrato con el consorcio Yuma.
Hay indicios de que se han reactivado las obras estos días, ¿es una pantomima o es real, intensa y sostenible, la reactivación de los trabajos por parte del consorcio Yuma en la Ruta del Sol, sector III?
Tenemos un informe de la interventoría que las obras fueron reiniciadas la semana pasada en el tramo 7, entre Bosconia-El Difícil, justamente ayer fui al sitio de las obras para constatar personalmente de qué alcance se habla. Tenemos un contrato vigente; lo que le hemos dicho al concesionario Yuma es que debe continuar las obras y terminarlas, puesto que está dentro de sus obligaciones contractuales. Esperamos que los cumpla, so pena de acudir a los mecanismos de sanción que establece el contrato.
¿Cuáles son esas sanciones?
Son multas y si el incumplimiento es grave el mismo contrato establece que puede ser declarado en caducidad; es decir, terminar el contrato y pagar las sanciones que corresponden.
¿Es cierto que hay un proceso de caducidad del contrato a Yuma?
Estamos en un proceso sancionatorio que podría terminar en caducidad; llevamos 14 audiencias, en las cuales se han presentado los cargos de incumplimiento y el concesionario presenta sus descargos, pero no prevemos que termine por el momento porque estos procesos garantizan que el concesionario haga una defensa efectiva de sus derechos, para que dé las explicaciones que considere. No es un proceso fácil, es largo y está en curso. Si el concesionario no cambia o modifica los presuntos incumplimientos, el proceso seguirá y puede conducir a la caducidad.
¿Si Yuma no cumple y se declara la caducidad, tiene garantías y pólizas fuertes, así como compañías de seguros solventes, que aseguren recursos para cubrir los daños y la continuidad de la obra?
En el evento que el contrato de concesión sea declarado en caducidad, hay que entrar a liquidar las obras que ejecutó Yuma y a partir de un informe de interventoría que las evalúe, mida y defina cuáles son las obras realizadas a satisfacción, por supuesto saldrá un saldo a favor del concesionario que será utilizado para atender las obligaciones que genere el proyecto. Lo más importante es que el concesionario solo recibe lo que haya ejecutado.
El concesionario en caso de caducidad debe responder por todas las sanciones que corresponden dentro del contrato va a recibir el valor de obra que ha sido ejecutado adecuadamente, de acuerdo al concepto de un interventor.
El contrato tiene unas garantías y dentro de ellas se responde por lo que haya ejecutado el concesionario; queda una compañía de seguro que garantiza el debido funcionamiento de lo que haya ejecutado.
¿Qué se ha hecho con los recursos del peaje mientras ha estado cesante Yuma?
Las obras han estado suspendidas, pero en construcción de obra nueva, pero el concesionario sigue en mantenimiento sigue atendiendo la operación y mantenimiento de las vías; es decir, esa obligación no se ha suspendido ni un solo día: carros taller, ambulancia, manteamiento rutinario, que son aspectos a los que se destina los peajes. Aquí vale la pena anotar que en una concesión los recursos públicos que aporta el Estado son del 80% del valor del proyecto y los peajes representan el 20%.
Es de voz popular que prácticamente Yuma lo controlan la firma italiana Impregilo y Bancolombia ¿ha adelantado la ANI conversaciones con éstas el fin de asegurar esa reactivación?
La composición del concesionario es la siguiente: Impregilo tiene una participación cercana del 48%, Conalvías (empresa de ingeniería colombiana, que en estos momentos está en proceso de restauración organizacional) tiene una participación cercana al 30%, y un fondo privado que tiene el fondo restante para completar el 100%. Bancolombia es el representante de un inversionista privado; el banco como tal solo tiene una participación cercana del 5%.
¿Se han superado las objeciones de comunidades y las consultas previas, de modo que ya no habría ese obstáculo para darle curso a las obras contempladas Valledupar- Carmen de Bolívar y San Roque -Ciénaga?
El proyecto lleva en ejecución casi ocho años, donde ha tenido diferentes momentos para atender las consultas previas. En este momento la totalidad de ellas han sido atendidas; esta actividad no la desarrolla directamente la ANI, sino el concesionario con el acompañamiento del Ministerio del Interior. En su gran mayoría en lo que se refiere Ruta del Sol sector 3 las consultas previas han sido atendidas y cerradas.
Uno de los problemas que tiene esta clase de proyectos es que como no se ha definido el tema de variantes y vías alternativas alrededor de los municipios, puede suceder que en el caso del diseño de una variante que no está definida sea necesario atender una consulta con alguna comunidad.
¿Hay reclamaciones de algún tribunal de arbitramento actual en que Yuma reclame al Estado por supuestos incumplimientos o pagos no asumidos por éste?
El concesionario YUMA tiene tres tribunales de arbitramiento: por la reclamación de la construcción futura de variantes a los diferentes municipios; dos en tribunales internacionales que están colocando, pero apenas están colocando la convocatoria del Tribunal; y uno nacional por las variantes por construir.
¿Qué se puede esperar de la construcción de la gran circunvalar de Bosconia y las variantes por las poblaciones?
Hay un diseño que está previsto que se vislumbra como una gran obra para Bosconia, pero por lo pronto esta construcción no está prevista para hacerla este año; seguramente se iniciará en el 2019, pero es una obra que impactará la movilidad de este municipio. Las variantes tienen que ver con eso: es una vía que en el fondo es una gran variante que recoge los tráficos en los cuatro sentidos y canalizarlos adecuadamente con una solución que impacta favorablemente la movilidad, de tal manera que no sea necesario atravesar el casco urbano de Bosconia.