Desde el 15 de Marzo recibió sanción presidencial la Ley de convivencia escolar, que tiene entre sus fines, prevenir el bullyng o matoneo mediante el fortalecimiento de la educación, a través de la formación de ciudadanos activos que puedan ayudar a estructurar una sociedad...
Por: Oscar Ariza Daza
Desde el 15 de Marzo recibió sanción presidencial la Ley de convivencia escolar, que tiene entre sus fines, prevenir el bullyng o matoneo mediante el fortalecimiento de la educación, a través de la formación de ciudadanos activos que puedan ayudar a estructurar una sociedad más democrática, participativa, pluralista, intercultural e incluyente, en la que el respeto por el otro se refleje en la disminución de la deserción escolar, pues uno de los factores que tiene mayor incidencia en ésta, es precisamente el matoneo que afecta al 13% de los niños que abandonan el colegio según las últimas encuestas.
Con la Ley en mención, el gobierno nacional busca fortalecer los mecanismos de prevención y acción contra el matoneo escolar, a través de la creacióndel Sistema nacional de convivencia escolar, que velará por la protección de los derechos de los estudiantes con ayuda de las familias yde la sociedad. En cada departamento y municipio se crearán comités de convivencia escolar, lo mismo que en los colegios.
Es necesario que los colegios se conciencien de la necesidad de socializar esta Ley con todos sus alcances, para que todos aquellos estudiantes que son víctimas del maltrato verbal y físico, sepan cuál es el conducto que deben seguir para ser atendidos y protegidos.
Lamentablemente muchos colegios frente a estos hechos de matoneo, incurren en el silencio cómplice, por miedo a sanciones, a represalias de padres que quieran sacar a sus hijos de la institución o por simple indiferencia, al creer que son hechos de muchachos que no tienen relevancia alguna.
A diario estos comportamientos negativos en los que los apodos, la humillación, la ridiculización, las amenazas, la intimidación, golpes, las constantes burlas, el aislamiento, la difamación y el maltrato verbal entre otros, producen resultados catastróficos en la conducta de las víctimas, son pasadas por alto por parte del profesor en el aula de clases y por las directivas que muchas veces ocultan por temor al escándalo público.
Los padres de familia y estudiantes tienen la obligación de denunciar ante las directivas del colegio y ante las autoridades cualquier tipo de intimidación o maltrato, para que sea controlado y corregido de inmediato, pues bajo ninguna circunstancia los colegios podrán permitir el matoneo a ninguna escala, ya que este tipo de permisividad acarreará sanciones contra la institución, que pueden llegar incluso al cierre del establecimiento educativo.
La ley establece mecanismos como la conciliación entre las partes afectadas, una vez que el caso se ha llevado al comité de convivencia del colegio, pero si la situación no se puede resolver, dentro de la normatividad expresa en el mismo manual, los padres de familia, las directivas y el profesor podrán solicitar la intervención de otras instancias como las Comisarías de familia, la Policía de infancia o el Instituto colombiano de bienestar familiarpara que solucionen el conflicto.
Si bien es cierto que la Ley por sí sola no garantiza su efectividad, sino hay conciencia de cumplirla, con esta medida los colegios, padres de familia y afectados por el matoneo tienen herramientas más precisas y contundentes para combatir este flagelo que cada día crece más, repercutiendo en la salud física y psicológica de los niños y como tal, sobre el rendimiento académico que afecta a su vez la calidad de la educación.
Una excelente forma de combatir el matoneo, es fortaleciendo la comunicación sincera entre estudiantes/hijos, padres de familia, maestros y directivas del colegio, pues cualquier tipo de matoneo se refleja de inmediato sobre el comportamiento de los niños y jóvenes en casa, y en el colegio. Cuando observemos un bajón de autoestima en nuestros hijos, inseguridad, agresividad, apatía al colegio y al estudio, miedo o depresión, éstos pueden ser síntomas de que están sufriendo algún tipo de violencia verbal o física por parte de sus compañeros de colegio o de sus profesores en algunos casos.
Desde el 15 de Marzo recibió sanción presidencial la Ley de convivencia escolar, que tiene entre sus fines, prevenir el bullyng o matoneo mediante el fortalecimiento de la educación, a través de la formación de ciudadanos activos que puedan ayudar a estructurar una sociedad...
Por: Oscar Ariza Daza
Desde el 15 de Marzo recibió sanción presidencial la Ley de convivencia escolar, que tiene entre sus fines, prevenir el bullyng o matoneo mediante el fortalecimiento de la educación, a través de la formación de ciudadanos activos que puedan ayudar a estructurar una sociedad más democrática, participativa, pluralista, intercultural e incluyente, en la que el respeto por el otro se refleje en la disminución de la deserción escolar, pues uno de los factores que tiene mayor incidencia en ésta, es precisamente el matoneo que afecta al 13% de los niños que abandonan el colegio según las últimas encuestas.
Con la Ley en mención, el gobierno nacional busca fortalecer los mecanismos de prevención y acción contra el matoneo escolar, a través de la creacióndel Sistema nacional de convivencia escolar, que velará por la protección de los derechos de los estudiantes con ayuda de las familias yde la sociedad. En cada departamento y municipio se crearán comités de convivencia escolar, lo mismo que en los colegios.
Es necesario que los colegios se conciencien de la necesidad de socializar esta Ley con todos sus alcances, para que todos aquellos estudiantes que son víctimas del maltrato verbal y físico, sepan cuál es el conducto que deben seguir para ser atendidos y protegidos.
Lamentablemente muchos colegios frente a estos hechos de matoneo, incurren en el silencio cómplice, por miedo a sanciones, a represalias de padres que quieran sacar a sus hijos de la institución o por simple indiferencia, al creer que son hechos de muchachos que no tienen relevancia alguna.
A diario estos comportamientos negativos en los que los apodos, la humillación, la ridiculización, las amenazas, la intimidación, golpes, las constantes burlas, el aislamiento, la difamación y el maltrato verbal entre otros, producen resultados catastróficos en la conducta de las víctimas, son pasadas por alto por parte del profesor en el aula de clases y por las directivas que muchas veces ocultan por temor al escándalo público.
Los padres de familia y estudiantes tienen la obligación de denunciar ante las directivas del colegio y ante las autoridades cualquier tipo de intimidación o maltrato, para que sea controlado y corregido de inmediato, pues bajo ninguna circunstancia los colegios podrán permitir el matoneo a ninguna escala, ya que este tipo de permisividad acarreará sanciones contra la institución, que pueden llegar incluso al cierre del establecimiento educativo.
La ley establece mecanismos como la conciliación entre las partes afectadas, una vez que el caso se ha llevado al comité de convivencia del colegio, pero si la situación no se puede resolver, dentro de la normatividad expresa en el mismo manual, los padres de familia, las directivas y el profesor podrán solicitar la intervención de otras instancias como las Comisarías de familia, la Policía de infancia o el Instituto colombiano de bienestar familiarpara que solucionen el conflicto.
Si bien es cierto que la Ley por sí sola no garantiza su efectividad, sino hay conciencia de cumplirla, con esta medida los colegios, padres de familia y afectados por el matoneo tienen herramientas más precisas y contundentes para combatir este flagelo que cada día crece más, repercutiendo en la salud física y psicológica de los niños y como tal, sobre el rendimiento académico que afecta a su vez la calidad de la educación.
Una excelente forma de combatir el matoneo, es fortaleciendo la comunicación sincera entre estudiantes/hijos, padres de familia, maestros y directivas del colegio, pues cualquier tipo de matoneo se refleja de inmediato sobre el comportamiento de los niños y jóvenes en casa, y en el colegio. Cuando observemos un bajón de autoestima en nuestros hijos, inseguridad, agresividad, apatía al colegio y al estudio, miedo o depresión, éstos pueden ser síntomas de que están sufriendo algún tipo de violencia verbal o física por parte de sus compañeros de colegio o de sus profesores en algunos casos.