Una de las reacciones a la entrevista hecha por EL PILÓN al excandidato a la Alcaldía de Valledupar, Sergio Araujo, nació en el mismo Centro Democrático, en este caso, fue el también excandidato Gonzalo Gómez Soto, quien se acercó al medio y debatió algunas opiniones de Araujo.
Días atrás, EL PILÓN publicó una entrevista con el excandidato a la Alcaldía de Valledupar y miembro del Centro Democrático, Sergio Araujo, quien habló sobre la política regional, la casa Gnecco y la militancia del uribismo en el Cesar.
Por supuesto, sus declaraciones causaron reacciones, entre esas las del también excandidato a la Alcaldía, Gonzalo Gómez, quien se acercó a EL PILÓN para debatir algunas afirmaciones que compartió Araujo.
El Cesar es un departamento privilegiado que tiene enormes recursos. La gente es nuestro patrimonio más importante. Observe nada más como brillan nuestros talentos en diferentes actividades de la vida nacional.
Desafortunadamente no somos la excepción de una tendencia universal que somete la dignidad de mucha gente que se deja avasallar por egos en inflación que utilizan las mañas de la corrupción, que permite utilizar el trueque para resolver la inmediatez de las urgencias. De esta manera se permuta el voto por prebendas personales representadas en cargos públicos, contratos estatales o incluso dinero. En un día de elecciones este factor altera la ecuación de la perfección teórica de la democracia. Solo se elige a quienes pueden ofrecer recompensas.
Elegimos sabiendo que quienes ganan nos someten utilizando semejantes argucias, sin embargo, social y políticamente aceptamos tales prácticas en la medida que pactamos alianzas con los elegidos en esas circunstancias. Y lo que es peor: hay quienes hacen tales alianzas y posteriormente pretenden atacar a sus aliados aduciendo causas previamente conocidas por todos. Pareciera existir una fractura entre el pensamiento político y el comportamiento público, conductas que desde luego confunden al electorado ante la ausencia de un criterio definido y claro de su dirigencia.
No. Para nada. No voy a particularizar. No es necesario. La gente identifica a quienes lo hacen y a quienes lo permiten. Solo lo menciono como una de las causas principales de nuestro atraso, con la esperanza que la ciudadanía haga conciencia y se aparte de esas mañas que nos roban el futuro.
Mi accionar político difiere con el de Sergio Araujo. Tal circunstancia no impide que reconozca su inteligencia, su audacia, su protagonismo. Sin embargo, por principio no cuestiono el comportamiento ajeno. Y menos para atreverme a descalificar el trabajo del Directorio departamental del Centro Democrático, conformado por personas de excelsas calidades éticas que han contribuido, sin pretender retribución alguna, a mantener viva la llama de nuestro ideario político. Eso tiene un valor inmenso.
Con Sergio tuve una frustración enorme. Pensé y esperaba que su cercanía al presidente le alcanzara para estar en el gabinete ministerial. No fue así. Esta amistad solo alcanzó para que le ofrecieran el cargo diplomático que él dice no haber aceptado y el nombramiento como delegado ante Corpocesar. Perdimos la oportunidad de comprobar cómo ponía su talento para ejecutar sus postulados teóricos. La teoría que no se implementa para producir resultados tiene el riesgo de quedar en simple y llana demagogia.
No se puede cruzar el puente sin llegar al río. Claudia Margarita es una gran líder. Una reserva importante para el relevo político que se avizora en el departamento. Creo que ella es la indicada para ser la próxima gobernadora del Cesar. Ya hizo exitosamente ese ejercicio, le cabe el departamento en la cabeza. Sería un error improvisar con un nombre distinto al de ella. Intentar meterla en cualquier otra aspiración pudiera ser un distractor que contenga intenciones ulteriores. Ojalá ella no se deje utilizar en una mecánica electorera que al final lo que pretende perseguir es alinear su liderazgo en función de posibles apoyos a cualquier Senado.
Las bases no están divididas. Ellas son más inteligentes que algunos dirigentes que aún no entienden que la unión hace la fuerza.
En el Cesar hay muchos líderes del CD (Centro Democrático). En todos los niveles. Desde los líderes comunales hasta líderes departamentales o nacionales que luchan con un mismo objetivo: engrandecer al Cesar.
La llegada del Centro Democrático al Gobierno nacional le ha abierto espacios importantes al recurso humano del Cesar como nunca antes fue posible. Esta circunstancia fortalecerá las bases de CD, que se ven beneficiadas en las políticas de Estado que satisface las necesidades básicas de nuestra gente.
No lo ha hecho. Duque no fue elegido para gobernar solamente con su partido. Varias fuerzas ajenas al Centro Democrático lo apoyaron. El criterio del presidente para la conformación de su equipo de trabajo, en buena hora, fue más allá del partido. Que no gobierne con criterios politiqueros es una bendición para Colombia. Es apenas natural que quienes militamos en el partido de gobierno, esperemos atenciones que no siempre llegan, pero esa también es la política. Un mar de insaciabilidad en el que muchos terminan ahogados.
Esa es una decisión que tengo meridianamente clara. Seguiré sirviendo al Cesar y a su gente con férrea e inquebrantable voluntad, pero no tendré nuevas aspiraciones a cargos públicos, ni de elección popular. Desde el emprendimiento privado, desde el análisis riguroso de nuestra realidad, seguiré aportando un grano de arena para contribuir a mejorar nuestra calidad de vida.
Por Redacción/EL PILÓN.
Una de las reacciones a la entrevista hecha por EL PILÓN al excandidato a la Alcaldía de Valledupar, Sergio Araujo, nació en el mismo Centro Democrático, en este caso, fue el también excandidato Gonzalo Gómez Soto, quien se acercó al medio y debatió algunas opiniones de Araujo.
Días atrás, EL PILÓN publicó una entrevista con el excandidato a la Alcaldía de Valledupar y miembro del Centro Democrático, Sergio Araujo, quien habló sobre la política regional, la casa Gnecco y la militancia del uribismo en el Cesar.
Por supuesto, sus declaraciones causaron reacciones, entre esas las del también excandidato a la Alcaldía, Gonzalo Gómez, quien se acercó a EL PILÓN para debatir algunas afirmaciones que compartió Araujo.
El Cesar es un departamento privilegiado que tiene enormes recursos. La gente es nuestro patrimonio más importante. Observe nada más como brillan nuestros talentos en diferentes actividades de la vida nacional.
Desafortunadamente no somos la excepción de una tendencia universal que somete la dignidad de mucha gente que se deja avasallar por egos en inflación que utilizan las mañas de la corrupción, que permite utilizar el trueque para resolver la inmediatez de las urgencias. De esta manera se permuta el voto por prebendas personales representadas en cargos públicos, contratos estatales o incluso dinero. En un día de elecciones este factor altera la ecuación de la perfección teórica de la democracia. Solo se elige a quienes pueden ofrecer recompensas.
Elegimos sabiendo que quienes ganan nos someten utilizando semejantes argucias, sin embargo, social y políticamente aceptamos tales prácticas en la medida que pactamos alianzas con los elegidos en esas circunstancias. Y lo que es peor: hay quienes hacen tales alianzas y posteriormente pretenden atacar a sus aliados aduciendo causas previamente conocidas por todos. Pareciera existir una fractura entre el pensamiento político y el comportamiento público, conductas que desde luego confunden al electorado ante la ausencia de un criterio definido y claro de su dirigencia.
No. Para nada. No voy a particularizar. No es necesario. La gente identifica a quienes lo hacen y a quienes lo permiten. Solo lo menciono como una de las causas principales de nuestro atraso, con la esperanza que la ciudadanía haga conciencia y se aparte de esas mañas que nos roban el futuro.
Mi accionar político difiere con el de Sergio Araujo. Tal circunstancia no impide que reconozca su inteligencia, su audacia, su protagonismo. Sin embargo, por principio no cuestiono el comportamiento ajeno. Y menos para atreverme a descalificar el trabajo del Directorio departamental del Centro Democrático, conformado por personas de excelsas calidades éticas que han contribuido, sin pretender retribución alguna, a mantener viva la llama de nuestro ideario político. Eso tiene un valor inmenso.
Con Sergio tuve una frustración enorme. Pensé y esperaba que su cercanía al presidente le alcanzara para estar en el gabinete ministerial. No fue así. Esta amistad solo alcanzó para que le ofrecieran el cargo diplomático que él dice no haber aceptado y el nombramiento como delegado ante Corpocesar. Perdimos la oportunidad de comprobar cómo ponía su talento para ejecutar sus postulados teóricos. La teoría que no se implementa para producir resultados tiene el riesgo de quedar en simple y llana demagogia.
No se puede cruzar el puente sin llegar al río. Claudia Margarita es una gran líder. Una reserva importante para el relevo político que se avizora en el departamento. Creo que ella es la indicada para ser la próxima gobernadora del Cesar. Ya hizo exitosamente ese ejercicio, le cabe el departamento en la cabeza. Sería un error improvisar con un nombre distinto al de ella. Intentar meterla en cualquier otra aspiración pudiera ser un distractor que contenga intenciones ulteriores. Ojalá ella no se deje utilizar en una mecánica electorera que al final lo que pretende perseguir es alinear su liderazgo en función de posibles apoyos a cualquier Senado.
Las bases no están divididas. Ellas son más inteligentes que algunos dirigentes que aún no entienden que la unión hace la fuerza.
En el Cesar hay muchos líderes del CD (Centro Democrático). En todos los niveles. Desde los líderes comunales hasta líderes departamentales o nacionales que luchan con un mismo objetivo: engrandecer al Cesar.
La llegada del Centro Democrático al Gobierno nacional le ha abierto espacios importantes al recurso humano del Cesar como nunca antes fue posible. Esta circunstancia fortalecerá las bases de CD, que se ven beneficiadas en las políticas de Estado que satisface las necesidades básicas de nuestra gente.
No lo ha hecho. Duque no fue elegido para gobernar solamente con su partido. Varias fuerzas ajenas al Centro Democrático lo apoyaron. El criterio del presidente para la conformación de su equipo de trabajo, en buena hora, fue más allá del partido. Que no gobierne con criterios politiqueros es una bendición para Colombia. Es apenas natural que quienes militamos en el partido de gobierno, esperemos atenciones que no siempre llegan, pero esa también es la política. Un mar de insaciabilidad en el que muchos terminan ahogados.
Esa es una decisión que tengo meridianamente clara. Seguiré sirviendo al Cesar y a su gente con férrea e inquebrantable voluntad, pero no tendré nuevas aspiraciones a cargos públicos, ni de elección popular. Desde el emprendimiento privado, desde el análisis riguroso de nuestra realidad, seguiré aportando un grano de arena para contribuir a mejorar nuestra calidad de vida.
Por Redacción/EL PILÓN.