El año pasado la FLIP registró 477 casos de ataques a la prensa en Colombia, 167 más con relación al año anterior.
Un total de 11 casos de ataques a los periodistas se registraron en el Cesar durante el 2018, con episodios de obstrucción, agresión, censura, presiones de gobernantes, instituciones públicas y privadas. Así lo dio a conocer la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, en su informe anual denominado Prensa Acorralada: un Juego de Violentos y Poderosos, a propósito del Día del Periodista que se conmemora hoy.
El año pasado la FLIP registró 477 casos de ataques a la prensa en Colombia, 167 más con relación al año anterior. Es decir, un incremento del 53 % con respecto al 2017 y del 120 % con respecto al 2016. La amenaza sigue siendo la agresión más frecuente, con 200 casos que representan el 42 % de los casos registrados este año. La segunda agresión más frecuente es el hostigamiento, entendido como las acciones de persecución y tortura psicológica dirigidas a persuadir la actividad periodística del reportero, con 50 casos registrados en 17 departamentos del país.
En el 2018 la FLIP registró 11 agresiones a periodistas, por razón de género que dejaron 17 periodistas afectadas. La forma de agresión más común es la amenaza con 6 casos. Además, se registraron dos casos de violencia sexual.
En la mayoría de las agresiones (180 casos) el autor no pudo ser identificado. En el segundo renglón, con 141 agresiones se encuentran los servidores públicos: funcionarios y fuerza pública; 38 casos más que el año anterior.
Al respecto, la presidenta del Círculo de Periodistas de Valledupar, CPV, Yanitza Fontalvo, aseveró: “Sabemos que en las regiones es muy difícil hacer periodismo, porque los medios están unidos a las ideologías políticas y económicas de sus dueños, pero lo importante es informar la verdad, tener la valentía de investigar, de confrontar y no amilanarse porque la misma Constitución de Colombia en su artículo 20 brinda esta garantía de libertad de expresión, si es así nuestro gremio siempre lo respaldará”.
Agregó: “Nos parece grave que las agresiones contra los periodistas hayan aumentado en un 50 por ciento. En este Día del Periodista reconocemos las dificultades del gremio; sólo deseamos que se formen, que se capaciten para poder transmitir la información a la comunidad con responsabilidad”.
Por su parte, la representante de la Flip por el Cesar, Ana María Ferrer, trajo a colación lo manifestado por Juan Gossaín en un taller reciente en Cartagena: “El buen periodismo será el contrapeso del poder, basados en la ética y la responsabilidad, para darle elementos a la comunidad de tomar mejores decisiones”. Agregó que “un periodista está llamado a preguntarse frecuentemente para qué quiere ejercer su profesión. El llamado es a hacer buen periodismo, a no servir a intereses particulares, a pensar que de nosotros depende que las noticias sean veraces y no verdades acomodadas para satisfacer el poder”.
A su turno, la presidenta de la Federación Colombiana de Periodistas, Fecolper, Adriana Hurtado, subrayó: “El periodismo nacional debe seguir haciendo el ejercicio con responsabilidad, unirse para enfrentar los retos frente a la desinformación en las redes sociales y sobre todo a ser solidarios porque vemos un incremento de amenazas a periodistas en distintas partes del país y cierre de medios por asuntos de sostenimientos. Creemos que los periodistas y los medios son fundamentales para la democracia”.
Mencionó diferentes presiones a los periodistas como: intentar silenciar a los periodistas con amenazas directas o relacionadas a familiares cercanos como pareja, padres o hijos; aumento del acoso judicial, es decir, intentan que los periodistas se sometan con demandas de injurias y calumnias, que muchas veces no tiene asidero; y casos donde la Policía es utilizada para castigar o premiar a periodistas según su línea editorial.
“Aunque Colombia ha superado ataques violentos de las Farc con el proceso de la paz, la violencia no ha cesado, puesto que han regresado diferentes actores que se han fortalecido, incluso hay unos nuevos. Por ejemplo, en zonas de frontera como La Guajira, Norte de Santander y Nariño hay grupos que impiden que algunos periodistas lleguen a algunas zonas; es decir, que existen zonas vetadas para el periodismo. Y hemos visto que algunos jueces no permiten que cubran algunas audiencias públicas, justificándose en temas penales, que incluso no están bajo la Ley, que afecta el derecho de los ciudadanos de la libertad y pluralidad de información”, puntualizó.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]
El año pasado la FLIP registró 477 casos de ataques a la prensa en Colombia, 167 más con relación al año anterior.
Un total de 11 casos de ataques a los periodistas se registraron en el Cesar durante el 2018, con episodios de obstrucción, agresión, censura, presiones de gobernantes, instituciones públicas y privadas. Así lo dio a conocer la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, en su informe anual denominado Prensa Acorralada: un Juego de Violentos y Poderosos, a propósito del Día del Periodista que se conmemora hoy.
El año pasado la FLIP registró 477 casos de ataques a la prensa en Colombia, 167 más con relación al año anterior. Es decir, un incremento del 53 % con respecto al 2017 y del 120 % con respecto al 2016. La amenaza sigue siendo la agresión más frecuente, con 200 casos que representan el 42 % de los casos registrados este año. La segunda agresión más frecuente es el hostigamiento, entendido como las acciones de persecución y tortura psicológica dirigidas a persuadir la actividad periodística del reportero, con 50 casos registrados en 17 departamentos del país.
En el 2018 la FLIP registró 11 agresiones a periodistas, por razón de género que dejaron 17 periodistas afectadas. La forma de agresión más común es la amenaza con 6 casos. Además, se registraron dos casos de violencia sexual.
En la mayoría de las agresiones (180 casos) el autor no pudo ser identificado. En el segundo renglón, con 141 agresiones se encuentran los servidores públicos: funcionarios y fuerza pública; 38 casos más que el año anterior.
Al respecto, la presidenta del Círculo de Periodistas de Valledupar, CPV, Yanitza Fontalvo, aseveró: “Sabemos que en las regiones es muy difícil hacer periodismo, porque los medios están unidos a las ideologías políticas y económicas de sus dueños, pero lo importante es informar la verdad, tener la valentía de investigar, de confrontar y no amilanarse porque la misma Constitución de Colombia en su artículo 20 brinda esta garantía de libertad de expresión, si es así nuestro gremio siempre lo respaldará”.
Agregó: “Nos parece grave que las agresiones contra los periodistas hayan aumentado en un 50 por ciento. En este Día del Periodista reconocemos las dificultades del gremio; sólo deseamos que se formen, que se capaciten para poder transmitir la información a la comunidad con responsabilidad”.
Por su parte, la representante de la Flip por el Cesar, Ana María Ferrer, trajo a colación lo manifestado por Juan Gossaín en un taller reciente en Cartagena: “El buen periodismo será el contrapeso del poder, basados en la ética y la responsabilidad, para darle elementos a la comunidad de tomar mejores decisiones”. Agregó que “un periodista está llamado a preguntarse frecuentemente para qué quiere ejercer su profesión. El llamado es a hacer buen periodismo, a no servir a intereses particulares, a pensar que de nosotros depende que las noticias sean veraces y no verdades acomodadas para satisfacer el poder”.
A su turno, la presidenta de la Federación Colombiana de Periodistas, Fecolper, Adriana Hurtado, subrayó: “El periodismo nacional debe seguir haciendo el ejercicio con responsabilidad, unirse para enfrentar los retos frente a la desinformación en las redes sociales y sobre todo a ser solidarios porque vemos un incremento de amenazas a periodistas en distintas partes del país y cierre de medios por asuntos de sostenimientos. Creemos que los periodistas y los medios son fundamentales para la democracia”.
Mencionó diferentes presiones a los periodistas como: intentar silenciar a los periodistas con amenazas directas o relacionadas a familiares cercanos como pareja, padres o hijos; aumento del acoso judicial, es decir, intentan que los periodistas se sometan con demandas de injurias y calumnias, que muchas veces no tiene asidero; y casos donde la Policía es utilizada para castigar o premiar a periodistas según su línea editorial.
“Aunque Colombia ha superado ataques violentos de las Farc con el proceso de la paz, la violencia no ha cesado, puesto que han regresado diferentes actores que se han fortalecido, incluso hay unos nuevos. Por ejemplo, en zonas de frontera como La Guajira, Norte de Santander y Nariño hay grupos que impiden que algunos periodistas lleguen a algunas zonas; es decir, que existen zonas vetadas para el periodismo. Y hemos visto que algunos jueces no permiten que cubran algunas audiencias públicas, justificándose en temas penales, que incluso no están bajo la Ley, que afecta el derecho de los ciudadanos de la libertad y pluralidad de información”, puntualizó.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
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