Por: Jorge Naim Ruiz.
Como anillo al dedo le cae la expresión “nadie es profeta en su tierra” pronunciada por el mismísimo Jesús de Nazaret, cuando sus paisanos dudaban de que Él fuera el enviado de Dios; lo mismo le ocurre al cantautor vallenato Sergio Moya Molina, quien acaba de llegar de Monterrey México, donde le han rendido el merecido homenaje que tal vez ha estado esperando hace tiempo de sus coterráneos vallenatos.
El autor de innumerables éxitos grabados por casi todos los intérpretes famosos de nuestra música, el fiel compañero de parranda de muchos cesarenses y guajiros, el compositor de puyas memorables y festivaleras como “La Cacería” y la “Fiesta de los Pájaros”, el que, sin dejar de ser un hombre empedernidamente romántico, le ha compuesto con mucha jocosidad al amor, con mucha picardía a nuestras costumbres, el serenatero mayor del Valle, como yo le bautizaría, aquel que conformara el famosísimo Trío de Oro, al lado de otros dos grandes ya desaparecidos, Hernando Marín y Máximo Movil, ese del que una guitarra de madrugada y su esposa Juanita han sido tal vez la mayor fuente de inspiración.
Si, ese, el papá de otros artistas que siguieron su sendero: Sergio Jr, Leonidas y Freddy que hoy, rememorando las épocas gloriosas de su padre conforman, El Trío de Oro, cuenta que se sintió en Monterrey México como si estuviera en el Valle, cuando subió a tarima al lado de uno de sus mejores amigos de toda la vida, “Beto” Rada, y fue aclamado por un público que él jamás pensó que conocía sus canciones, un público que aplaudió y cantó la Celosa y Lejanía, pero que además le premió con una ovación cuando interpretó una canción inédita Sueño Vallenato.
El quinto Festival Vallenato de Monterrey México, que se efectúo el pasado fin de semana fue en honor de uno de nuestros grandes compositores, al que Valledupar esta en mora de homenajear y es esa la razón por la que yo también quiero en esta columna de hoy rendir tributo tanto a esa ciudad lejana que ama nuestro folclor como si fuera de ellos, como a nuestro insigne maestro y no bien ponderado cantautor.
Me permito transcribirles a continuación a partes del boletín de prensa emitido por esos “quijotes” que llevan ya cinco años mostrándole al mundo que el vallenato hace rato dejo de ser patrimonio exclusivo de la Costa Caribe Colombiana : ” Como ya es costumbre, a finales de septiembre la sultana del norte vibró al ritmo de las notas del acordeón vallenato con la celebración del Festival Internacional Vallenato de Monterrey, en esta ocasión la 5° edición en homenaje a los 40 años de trayectoria musical del compositor Sergio Moya Molina.
El festival se realizo del 29 de septiembre al 02 de Octubre, donde acordeoneros y compositores locales concursaron para lograr obtener el primer puesto en los concursos de Acordeonero Aficionado, Acordeonero Semi-profesional y Canción Inédita.
Durante el Festival se presentaron las agrupaciones locales: Vallenato Regio, Javier López y la Dinastía Reyes Vallenatos, Cumbiamberos del Panamá, Kombo Colombia, Los Príncipes del Vallenato y Vallenato Mágico, por el lado colombiano se hicieron presentes Alberto “Beto” Rada y Pino Manco, Carlos Márquez, Jesús Ocampo, Rey infantil 2006, y el homenajeado Sergio Moya Molina, quienes animaron a los asistentes que cada año se hacen presentes para disfrutar del folklor vallenato en tierra mexicana”.
¿No creen ustedes, amables lectores, que uno de los pocos cantautores que se dio el lujo de nacer coincidencialmente el día en que también el festival de la leyenda vallenata abre el telón, ya tiene un sitial de honor en nuestra tierra siendo incluso Rey de la canción inédita (1998) con el paseo “recuerdo de viejos tiempos”, que lo hacen merecedor de que la Fundación Festival de la Leyenda vallenata por estas épocas de homenajes en vida, piense ya en el “Serenatero Mayor” Sergio Moya Molina?
COLOFÓN: Debo felicitar y augurarle el mayor de los éxitos a la joven agrupación vallenata conformada por “Ponchito” Monsalvo y la melodiosa y afinada voz de Orlando Acosta, quienes el día de ayer realizaron el lanzamiento de su nuevo álbum “Un mar de sueños” en la discoteca Kukaramákara, de la ciudad de Bogotá, con gran acogida y aceptación de todo el público presente y los diferentes medios de comunicación; como siempre les manifiesto muchachos mi apoyo incondicional y les deseo buen viento y buena mar.
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