Mi afición al tenis me aísla del perenne caos, no solo de Colombia, sino del mundo entero. Especialmente, mientras me divierto viendo a través de la televisión los torneos Grand Slam, en los cuales compiten los mejores tenistas del mundo, en sus diferentes modalidades: la del juego individual, donde compiten dos tenistas del mismo sexo; el juego de dobles, en el cual participan cuatro tenistas, dos contra dos del mismo sexo; y dobles mixtos, en el que concursan dos pares de tenistas de distintos sexos (hombre y mujer). Así de explícito (explicado detalladamente), para mejor entendimiento de los profanos en el tema del tenis.
Por estos días, los mejores tenistas del mundo están disputando en París, Francia, el Torneo de Roland Garros, el segundo Grand Slam de tenis, de los cuatro que se celebran anualmente en el mundo. El primero se juega a comienzos de año en la ciudad de Melbourne, Australia; el segundo, actualmente en desarrollo; el tercero, en la ciudad de Londres, Inglaterra, más conocido como Torneo de Wimbledon, y el cuarto, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
Los favoritos para ganar en la modalidad individual masculina (la más atractiva y, por ende, más productiva económicamente) del actual torneo en disputa son los tres primeros del ranking mundial: el italiano Jannik Sinner, quien ya ha ganado tres Grand Slam; el español Carlos Alcaraz, campeón de cuatro Grand Slam; y el alemán Alexander Zverev (el de mayor edad entre los tres primeros), quien no ha ganado ninguno.
Para lograr ser campeón del torneo que se está disputando, Zverev debe vencer en la ronda de cuartos de final al supercampeón Novak Djokovic (actualmente sexto del ranking mundial), ganador de nada menos que 24 Grand Slam, monumental hazaña que no ha logrado otro tenista del mundo. En caso de que Zverev le gane a Djokovic, en la semifinal deberá vencer a Sinner, si este supera al kazajo Alexander Bublik (62.º del ranking mundial), quien sorpresivamente se coló en los cuartos de final al derrotar, en octavos, al inglés Jack Draper (5.º del ranking mundial).
Mi favorito para ganar Roland Garros 2025 es Carlos Alcaraz, lo que representaría su quinto torneo Grand Slam y su segundo Roland Garros a sus 22 años, cumplidos el pasado 5 de mayo.
Mi admiración hacia Carlos Alcaraz no se debe solo a que sea un excelente tenista, sino también a su ejemplar honestidad, a pesar de la inconmensurable proclividad de la humanidad a la picardía y al facilismo para obtener dinero y fama.
En este Torneo de Roland Garros, Carlos Alcaraz ha dado una gran lección de honradez, cuando disputaba el partido de la cuarta ronda contra el estadounidense Ben Shelton.
La nobleza de Carlos Alcaraz me dejó asombrado con un puntazo de increíble volea que tanto el árbitro como su contrincante y los espectadores vimos como válido. Sin embargo, Carlos Alcaraz se negó a recibir el punto por haberlo obtenido de manera irregular, porque no había golpeado la pelota con la raqueta en la mano.
Él mismo explicó que, al ver que le era imposible devolver la pelota con la raqueta agarrada, la lanzó hacia ella y, por casualidad, atinó y la pelota rebotó como volea. Por consiguiente, el árbitro le concedió el punto a Ben Shelton, como lo estipula el reglamento del tenis.
Sin duda alguna, lección ejemplar que debería ser imitada, no solo por los deportistas, sino también por toda la población mundial.
Carlos Alcaraz, hoy 5 de junio, jugará el partido de la semifinal con el italiano Lorenzo Musetti (8.° del ránking mundial) y, si le gana, pasaría a disputar el último partido del certamen, probablemente, contra Jannik Sinner, la final soñada por la mayoría de los fans del buen tenis.
Por: José Romero Churio.












