COLUMNISTA

La muerte de un docente del Instpecam

Breve fluye la vida en las ranuras del tiempo y nunca se va del todo para aquel que vive en la fe del Señor. Aunque la muerte es un camino distinto, un algo tras la puerta que a veces nos hace trampa y de manera inesperada llega a llenarnos de tristeza, pero los recuerdos y […]

La muerte de un docente del Instpecam

La muerte de un docente del Instpecam

Por: José

@el_pilon

canal de WhatsApp

Breve fluye la vida en las ranuras del tiempo y nunca se va del todo para aquel que vive en la fe del Señor. Aunque la muerte es un camino distinto, un algo tras la puerta que a veces nos hace trampa y de manera inesperada llega a llenarnos de tristeza, pero los recuerdos y las bondades que nos deja el ser querido serenan el dolor de la partida; por eso para hacer menos triste el momento luctuoso, debemos ungirnos del poder de la oración y hablar de las virtudes del difunto.

Como todavía el Instpecam llora la muerte del distinguido docente Jesús Humberto Campillo Trujillo, considero oportuno hablar de su dimensión humana y pedagógica. Pienso que sus padres, Jesús Campillo y Tilsia Trujillo, lo motivaron cuando era niño a escuchar el himno de San Sebastián (Magdalena) su pueblo natal, porque estos versos que pertenecen al himno se convirtieron un lema para su vida: San Sebastián, alza tu frente / como insignia natural del vencedor/ que de la esencia campesina de tu gente / brota el progreso, paz, cultura y ríos de amor.

Desde muy joven llega al Instpecam y manifiesta su talente de persona decente, respetuoso de la normas y decidido a triunfar con el estudio. Años después en su trabajo es reconocido como un hombre responsable, estudioso, humilde, solidario, demócrata y pacifista.

Su experiencia laboral la inicia el 26 de mayo de 1975 en el Instituto Técnico Industrial Tomás Carrasquilla de Quibdó (Chocó), y el 22 de mayo de 1981 es nombrado para el Instpecam; su querido Instituto donde cursa a partir de 1969 los cuatro primeros grados de bachillerato en la especialidad de dibujo, y termina su ciclo de bachiller en el Tecnológico de Santander de Bucaramanga (1974). Posteriormente, estudia Licenciatura en Física y Matemáticas en la Universidad del Magdalena (1998), y estaba próximo a recibir el título de Especialista en Lúdica Educativa en la Fundación Universitaria Juan De Castellanos.

Su tiempo de estudiante y de profesor en el Instpecam suman 37 años, toda una vida entregada a la didáctica del razonamiento abstracto, a la elaboración de perspectivas y diagramas, a las claves del pensamiento matemático, y lo más importante a formar con su ejemplo, buenos ciudadanos. En su hogar fue un hombre amoroso, que no escatimó esfuerzos para la educación de sus hijas. Las reinas de sus sueños eran su esposa Luz Elena García, sus cuatro hijas: Mary, Sandra, Lina, Luz Adriana, y los tres nietos Jesús Eduardo, Abril y María Fernanda.

Dicen los poetas que toda persona amorosa en los instantes, cuando el espíritu está próximo a abandonar el cuerpo, con acordes de silencios su mente repite a sus seres queridos: siempre estaré con ustedes, en el amanecer y en cada paso del reloj, en la brisa, en el perfume de las flores, en el rocío y en la penumbra de las horas. Seré su ángel, su guía, seré su luz. Cada vez que vean el colibrí en los labios de una rosa o la alegría de un niño descubriendo sus juguetes, yo estaré ahí.

TE PUEDE INTERESAR