Salir del nivel medio bajo en que se encuentra el Cesar en materia de competividad, es el reto que asume la gerente de la Comisión de Competitividad del Cesar, Zulema Correa Ortega, quien invitó a los gremios a acudir a la entidad, ubicada en las antiguas instalaciones del Rosita Dávila Cuello, en la calle 28 No 6ª-15 en el barrio Santa Rosa de Valledupar.

“Existe una Comisión de Competitividad que tiene 10 profesionales (gestor empresarial, gestor municipal, estructurador de proyectos, estadísticos, coordinadores de Mesas Subregionales sur y norte, y asistentes administrativos) dispuestos a colaborar en todos los procesos de articulación que tenemos”, aseguró la funcionaria que asumió el cargo hace tres meses, quien es administradora de empresas, especialista en gestión pública y magister en desarrollo empresarial. Ella dialogó con EL PILÓN sobre el trabajo que proyecta realizar en el departamento.

El Cesar siempre ha estado en los últimos puestos del país en materia de competitividad, ¿a qué se debe esta situación?

Estamos en el nivel medio bajo por muchas falencias, como la falta de mejoramiento de acceso a los corregimientos y veredas, la carencia de proyectos de ciencia y tecnología; la debilidad en el fortalecimiento de doble calzadas, puertos multimodales, vías férreas y aéreas, que no han permitido que tengamos niveles altos.

¿Cómo cree que puede salir de esta posición?
Nosotros como Comisión Regional de Competitividad tenemos un equipo de 10 profesionales a cargo, con el que se hizo una mesa de trabajo para analizar cómo podemos solventar todos estos factores que nos impiden tener niveles superiores de competitividad. Hemos visto la necesidad de articular los proyectos de competitividad nacional que se vienen dando en el departamento, para que generen ventajas competitivas en los empresarios del Cesar. De igual forma, estamos trabajando con las universidades la necesidad de que nos ayuden en la consolidación de ciertas cadenas productivas para fortalecer el tema de la agroindustria. El Cesar es una tierra de oportunidades, pero no se han podido explotar como tal.

¿Cómo es el trabajo con la academia?
Planteamos la estrategia de trabajar con universidades de manera articulada con las áreas de investigación y muchas nos han dado respuestas positivas. La UDES se comprometió a trabajar la cadena del café especial, hortofrutícola y cárnicos; la UPC se comprometió a fortalecer la cadena del cacao; la Fundación Universitaria del Área Andina trabajará la cadena de la palma de aceite; y la Universidad Nacional nos ayudará en la consolidación de la cadena piscícola y la cadena del mango. Tenemos reuniones con más directivos de universidades para avanzar en el tema.

¿Qué requiere el departamento para que existan más proyectos que apunten a la ciencia y tecnología, fundamentales en la competitividad de una región?
Les solicitamos a las universidades que nos ayuden a crear proyectos de ciencia y tecnología con sus áreas de investigación; también le hemos pedido a los gremios que a través de sus asociaciones se consoliden proyectos de ciencia y tecnología. Por ejemplo, en el tema del café la Federación Nacional de Cafeteros presentará un proyecto para ciencia, tecnología e investigación en el departamento, donde van a plantear el tema de la infraestructura, laboratorio de captación y mejoramiento de cultivos. En el sur del Cesar, la UPC ha planteado un proyecto de ciencia y tecnología e innovación, que será un incubadora de pequeñas empresas donde se está planteando algo similar al CDT, con estudios de suelo; laboratorio para el tema de frutas, cárnicos y leche.

¿Qué se está haciendo hoy en día por la competitividad?
Estamos planteando el nuevo Plan de Competitividad 2016-2019, donde se contemplan 10 apuestas productivas (café, cacao, caucho, mango, aguacate, ganadería, pesca, leche, hortofrutícola y palma de aceite); integrando el tema de ciencia, tecnología e innovación, que no existía en el plan anterior; también estamos anexando el tema de posconflicto y negocios verdes.

¿El presupuesto que maneja competitividad es suficiente?
Nosotros somos un ente que dependemos de la Secretaría de Agricultura. El presupuesto que nos aprueban es para contratación de personal y manejo de la oficina. Son 500 millones de pesos para el año. Todo lo que hacemos es gestión, tenemos que buscar recursos del orden nacional y departamental. De igual forma mirar cómo a través de los municipios cogestionamos recursos.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN