Hoy día, en que uno de ellos, Alejandro, está en vía de culminar sus estudios secundarios, hago esta nota, singularizada, pero va dirigida a todos, lo mismo que a todos los nietos de las familias provincianas. ¡Feliz día, Alejandro!

Vas a culminar una etapa en tu vida de las muchas que hacen falta. Pero, hasta ahora la has cumplido y así deberán ser todas las demás. La lucha es fuerte, pero hay que ganarla, para eso te estás formando y sin ostentar trata de ser superior a todo lo que te rodea, pero, repito sin ufanarse de ello.

Lee bastante, pues la lectura ayuda a integrarnos con inteligencia a la naturaleza y a superar muchos inconvenientes. No olvides el deporte, este nos hace fuertes, habilidosos y además nos sana el alma. Esmérate por ser buen estudiante siempre. Da gloria el conocimiento bien usado y también paz espiritual.

Cuando alguna vez crucé por esas etapas estudiantiles primarias, llegué a ser un buen estudiante, pues me hice muy amigo del sacrificio permanente de aprender y aprender, tanto para competir en temas estudiantiles, como para ilustrar mi vida con el conocimiento de las realidades

Te envío copia de mis notas cuando estuve en bachillerato, en el gran Colegio Loperena y de mi carrera universitaria donde obtuve un promedio superior a lo normal; estos temas, que no me gustan resaltar, pero, para mí son fundamentales comentarlos, porque sé que los vas a tener en cuenta. Si no puedes ser el mejor, por lo menos inténtalo y cualquier posición que ocupes será gloria para ti, pues te mostrará el reflejo de tu esfuerzo.

Trata de ser feliz en todos tus movimientos y ayuda a todos los que puedas ayudar, sobre todo a tu familia. Quiere mucho a tus padres y nunca abandones a tus hermanos y amigos, son tu mano derecha.

Ahora vas a empezar una nueva etapa escolar que será definitiva para el resto de tu vida, por eso te pido que estudies bastante, busca buenos amigos que se asemejen a ti y a tus costumbres y en asuntos de mujeres no olvides respetarlas, con ello estás obteniendo la clave del éxito.

En todas las etapas que cruces en la vida, la felicidad es el principio básico, pues ella nos hace olvidar de las ideas del mal y después de muchos años cumplidos no tendremos nada de qué arrepentirnos. Nunca permitas que los fracasos, los cuales se presentan a menudo te derroten; al contrario, tómalos como metas para nuevas partidas y acrecentando tu experiencia cada día lograrás también victorias; esa es la vida, pero siempre hay que llevarla llena de dignidad y principios dentro de las leyes naturales, sobre todo las que emanan de Dios, que es la fuente del éxito.

Sé amigo de tus amigos, consérvalos y recuerda que sirven en la vida, sobre todo en los momentos difíciles, que es cuando necesitamos de los oportunos consejos.

Ama la naturaleza, es el mayor capital que tiene la humanidad y te reitero, trata de ser siempre el mejor en todo lo que esté a tu alcance, sin coartar la libertad de los demás; eso es justicia, la norma básica para la convivencia social. 

Si en algún momento de tu vida tienes que detenerte y prestar un servicio social a través de las actividades políticas, u otras, ¡hazlo¡, ¡no lo dudes¡, ya que llevas impreso en tu corazón la herencia ineludible de la equidad social y de la honradez y cuando se poseen estas dos virtudes no sentirás temor por nada, pues todo saldrá bien.

En todo caso, recuerda como dogma inequívoco, que Dios está sobre todas las cosas, por ello saca tiempo y conversa con Él cada vez que puedas y estoy seguro que así lograrás vivir alegre y contento todo el tiempo y estos estados te permitirán practicar el bien por todas partes. 

No le tengas miedo a la pobreza, esta nos asedia por todas partes, pero podemos vencerla con el solo hecho de ayudar al necesitado y si la riqueza llega, cúbrete siempre con la humildad y no te bases en expresiones de que la suerte es lo único mal repartido en el universo. ¡Por último, aprende bien lo que es la dignidad, ella te hace invencible! Bendiciones y besos. Tu abuelo de siempre.