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Columnista - 9 mayo, 2025

Capitalismo y sus críticos

Ningún sistema económico en la historia ha sacado a más personas de la pobreza, ha resuelto más males de la vida y ha generado más prosperidad, oportunidades y beneficios socioculturales que el capitalismo.

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Ningún sistema económico en la historia ha sacado a más personas de la pobreza, ha resuelto más males de la vida y ha generado más prosperidad, oportunidades y beneficios socioculturales que el capitalismo. Sin embargo, el sistema sigue siendo imperfecto. En 2023, una investigación de Forbes, realizada en colaboración con The Harris Poll, concluyó que, independientemente de la edad, el género, la raza, la etnia y el espectro político, casi el 80 % de los estadounidenses coincide en la idea de que el capitalismo necesita evolucionar.

Según la investigación, muchos estadounidenses perciben el estado actual del capitalismo como “amañado”, culpándolo de las desigualdades sociales, que se ven con mayor claridad y abundancia que la oportunidad, la posibilidad y la benevolencia de cualquier mano invisible. Asimismo, en el mismo año, American Compass, un nuevo Think Tank conservador con sede en Washington D.C., publicó un extenso informe titulado “Reconstruyendo el capitalismo estadounidense: un manual para legisladores conservadores”. 

Los confinamientos por la COVID-19 asestaron otro golpe a los defensores del capitalismo globalizado al poner de relieve los peligros de depender del afán de lucro para organizar la producción de bienes vitales. Cuando la cadena de suministro global se paralizó, muchos países occidentales se quedaron sin artículos como mascarillas respiratorias, kits de pruebas diagnósticas, chips informáticos y fórmula infantil.

Desde que Donald Trump lanzó su caótica guerra comercial a principios de este año, se ha vuelto una obviedad decir que ha sumido a la economía mundial en una crisis. Cada país tiene que determinar su lugar en este nuevo orden mundial y cómo proteger sus propios intereses. Ese enfoque hace que prácticamente sea obligatorio entender, ¿por qué un país es más rico o pobre que otro?   

Todo sistema necesita una transformación. John Cassidy en su ensayo “El Capitalismo y sus críticos: una batalla de ideas en el mundo moderno” resaltó lo siguiente:  “Sin duda, la presencia en el círculo de Trump de Elon Musk y varios magnates de Wall Street que se han beneficiado enormemente de la globalización y la financiarización pone de relieve las flagrantes contradicciones del movimiento Maga, al igual que el compromiso de Trump con la preservación de las regresivas rebajas fiscales que el Congreso aprobó durante su primer mandato. Pero nada de esto le ha impedido a él y a sus aliados posicionarse como outsiders que atacan a un establishment corrupto. Esta maniobra de confianza política se materializa en la figura de J.D. Vance, vicepresidente de Trump, quien en su día trabajó para una firma de capital riesgo y defendió la globalización, pero ahora se posiciona como un sucedáneo de filósofo de la nueva derecha. En la Convención Nacional Republicana de 2024, Vance declaró con despreocupación: “Hemos terminado… de complacer a Wall Street. Nos comprometemos con el trabajador”.

El capitalismo se puede reformar: el reto es reunir la voluntad y los medios para hacerlo. Con el auge del populismo de derecha, la IA y una oligarquía tecnológica y financiera que ejerce abiertamente su influencia política, la tarea puede parecer más formidable que nunca. “Está bien estar enojado con el capitalismo”, lo que no está tan bien es confundir la percepción errónea con la realidad, ridiculizar el sistema sin considerar el bien incomparable y exponencial que tiene y puede generar, y, como muestran los datos, la disposición de algunos a hacerlo, rechazarlo como si existiera una alternativa mejor. Porque, como ha demostrado la historia, no la hay.

Por: Luis Elquis Díaz.

Columnista
9 mayo, 2025

Capitalismo y sus críticos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Ningún sistema económico en la historia ha sacado a más personas de la pobreza, ha resuelto más males de la vida y ha generado más prosperidad, oportunidades y beneficios socioculturales que el capitalismo.


Ningún sistema económico en la historia ha sacado a más personas de la pobreza, ha resuelto más males de la vida y ha generado más prosperidad, oportunidades y beneficios socioculturales que el capitalismo. Sin embargo, el sistema sigue siendo imperfecto. En 2023, una investigación de Forbes, realizada en colaboración con The Harris Poll, concluyó que, independientemente de la edad, el género, la raza, la etnia y el espectro político, casi el 80 % de los estadounidenses coincide en la idea de que el capitalismo necesita evolucionar.

Según la investigación, muchos estadounidenses perciben el estado actual del capitalismo como “amañado”, culpándolo de las desigualdades sociales, que se ven con mayor claridad y abundancia que la oportunidad, la posibilidad y la benevolencia de cualquier mano invisible. Asimismo, en el mismo año, American Compass, un nuevo Think Tank conservador con sede en Washington D.C., publicó un extenso informe titulado “Reconstruyendo el capitalismo estadounidense: un manual para legisladores conservadores”. 

Los confinamientos por la COVID-19 asestaron otro golpe a los defensores del capitalismo globalizado al poner de relieve los peligros de depender del afán de lucro para organizar la producción de bienes vitales. Cuando la cadena de suministro global se paralizó, muchos países occidentales se quedaron sin artículos como mascarillas respiratorias, kits de pruebas diagnósticas, chips informáticos y fórmula infantil.

Desde que Donald Trump lanzó su caótica guerra comercial a principios de este año, se ha vuelto una obviedad decir que ha sumido a la economía mundial en una crisis. Cada país tiene que determinar su lugar en este nuevo orden mundial y cómo proteger sus propios intereses. Ese enfoque hace que prácticamente sea obligatorio entender, ¿por qué un país es más rico o pobre que otro?   

Todo sistema necesita una transformación. John Cassidy en su ensayo “El Capitalismo y sus críticos: una batalla de ideas en el mundo moderno” resaltó lo siguiente:  “Sin duda, la presencia en el círculo de Trump de Elon Musk y varios magnates de Wall Street que se han beneficiado enormemente de la globalización y la financiarización pone de relieve las flagrantes contradicciones del movimiento Maga, al igual que el compromiso de Trump con la preservación de las regresivas rebajas fiscales que el Congreso aprobó durante su primer mandato. Pero nada de esto le ha impedido a él y a sus aliados posicionarse como outsiders que atacan a un establishment corrupto. Esta maniobra de confianza política se materializa en la figura de J.D. Vance, vicepresidente de Trump, quien en su día trabajó para una firma de capital riesgo y defendió la globalización, pero ahora se posiciona como un sucedáneo de filósofo de la nueva derecha. En la Convención Nacional Republicana de 2024, Vance declaró con despreocupación: “Hemos terminado… de complacer a Wall Street. Nos comprometemos con el trabajador”.

El capitalismo se puede reformar: el reto es reunir la voluntad y los medios para hacerlo. Con el auge del populismo de derecha, la IA y una oligarquía tecnológica y financiera que ejerce abiertamente su influencia política, la tarea puede parecer más formidable que nunca. “Está bien estar enojado con el capitalismo”, lo que no está tan bien es confundir la percepción errónea con la realidad, ridiculizar el sistema sin considerar el bien incomparable y exponencial que tiene y puede generar, y, como muestran los datos, la disposición de algunos a hacerlo, rechazarlo como si existiera una alternativa mejor. Porque, como ha demostrado la historia, no la hay.

Por: Luis Elquis Díaz.