Por falta de recursos la biblioteca Rafael Carrillo Luquez no renovó el contrato de siete empleados que atienden al público y por esta situación queda en el limbo el funcionamiento de este centro.
Como todas las tardes, Juan Andrés Ustáriz, estudiante de séptimo grado del Colegio Loperena, llegó ayer a la biblioteca ‘Rafael Carrillo Lúquez’. En ese lugar se encuentra diariamente con sus compañeros y realizan los trabajos y labores escolares.
Cuando intentó entrar, Juan se dio cuenta que algo no estaba bien. Aunque no había un letrero que lo indicara, la biblioteca estaba cerrada y no tenía forma de ingresar. El portero que estaba al otro lado del vidrio, no supo explicarle que razón impedía que ese lugar no estuviera funcionando.
Ante esta situación, la directora de la Biblioteca, Ruby Estela Sánchez, explicó que “Para nadie es un secreto que una de las entidades que trabaja por la lectura y la cultura en el Cesar es la Corporación Biblioteca Pública Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’.
Esto, pese a que realmente no tiene recursos que permitan su funcionamiento” dijo la funcionaria y agregó que por esa falta de recursos, no pudo renovar el contrato de siete empleados que trabajaban en atención al público, lo que dificulta el funcionamiento de la corporación.
La entidad, sin ánimo de lucro, fue creada el 10 de junio del 2003 con una duración de 10 años, lo que significa que el 10 de junio del presente año se terminó el plazo pactado, lo que por ley, según juristas, conduce a la disolución y liquidación de la misma.
Sin embargo, lo que pareciera el fin, sería el camino a una solución real, explica la directora, quien además dijo que de continuar así se pondría en riesgo la posibilidad de que cesarenses accedan de forma gratuita a más de 20 mil libros de diferentes áreas del conocimiento y a las actividades culturales que se realizan dentro de la institución; además, afectaría la vida laboral de 17 empleados que laboran en ésta.
Hay que recordar que un promedio de 100 personas utilizan diariamente este centro de lectura, lo que significa que en caso de no funcionar se dejarían de beneficiar unos 2500 usuarios al mes.
Para evitar que este plazo terminara, los miembros de la Corporación Biblioteca Pública Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’, representantes de la Alcaldía, Gobernación y Universidad de Santander, UDES, fueron citados en varias oportunidades la pasada a una Asamblea Extraordinaria, con el objeto de buscar mecanismos que le permitan seguir vigente, según manifestó la coordinadora del ente, Ruby Estela Sánchez Angarita.
De esos encuentros, se decidió que esta Corporación continuaría vigente hasta el 31 de diciembre del presente año. Esto le daría tiempo a la gobernación de asumir de forma legal, el control total de la Biblioteca, lo que la convertiría en un ente completamente público y no de carácter mixto como está ahora.
La Gobernación
Según el asesor jurídico de la Gobernación, Jorge Eliecer Araújo, es la gobernación el único organismo que aporta realmente a la Biblioteca. El funcionario señala que la alcaldía de Valledupar siempre se escudó en una falta de recursos del municipio y que la UDES solo se quedó en buenas intenciones.
¿Cómo se sostiene la Biblioteca?
Las diferentes actividades de la entidad son posibles gracias a un convenio con la Gobernación a través de la oficina de Coordinación de Cultura, que viabiliza un presupuesto determinado, explicó Sánchez Angarita. Así por ejemplo, el proyecto de este año se plasmó desde marzo hasta el 10 de junio por un monto aproximado de 400 millones de pesos.
“Aunque la Biblioteca Pública Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’ posee tres corporados, el único que aporta económicamente es la Gobernación del Cesar, pese a que los estatutos establecen que todos deben aportar, lo que se ha convertido en una debilidad para la entidad. La UDES en un momento dado brindó la experiencia y asesoría de profesionales que ayudaron al fortalecimiento de la entidad”, aseveró la Coordinadora de la Biblioteca.
¿Y si se acaba la biblioteca?
Si los habitantes del Cesar dejarán de contar con la Corporación Biblioteca Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’ perderían:
Hablaron los responsables
Durante los días que se terminó la vida jurídica de la corporación que mantiene la biblioteca, EL PILON consultó a los representantes de esta corporación.
El rector de la UDES seccional Cesar, Carlos Darío Morón Cuello, aseguró que el rumbo final de la Corporación Biblioteca Pública Departamental está en manos del alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales; y del gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo.
“El rector general de la UDES tiene toda la disposición de seguir vinculado a la Corporación y que ésta siga en funcionamiento, puesto que forma parte del patrimonio cultural, es un ícono de la ciudad, es un activo importante que debemos defender, no sólo nosotros como corporados sino toda la región, formando un colectivo integrado por colegios, universidades, industrias lácteas y mineras, ya que es un ente que beneficia a todos”, enfatizó.
Al indagarle sobre sus aportes a la entidad, dijo que inicialmente apoyaron con rubros (con cinco millones de pesos) y más adelante lo siguieron haciendo pero con mano de obra: Ingenieros y tecnólogos que hicieron todo el montaje de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación).
Por su parte, el coordinador de Cultura Municipal, Alberto Muñoz Peñaloza, dijo en su momento que la idea es prorrogar la Corporación por 10 años más.
“La Biblioteca ha prestado servicios bien importantes a la comunidad del Cesar, por lo que se hace urgente resolver su situación jurídica”, precisó el funcionario, quien coincidió con el Rector de la UDES, al manifestar que cuando nació la entidad la Administración Municipal hizo un aporte económico (por cinco millones de pesos), pero que en los estatutos no se estableció la continuidad de los aportes, por lo que no lo han seguido haciendo.
Puntos de vista
Jairo Vidal: Para nosotros es muy difícil hacer las tareas así porque, acá siempre veníamos y teníamos internet y alguien que nos orientara.
Jairo Camilo Martínez: Ya hace dos días que está así, y todos tenemos que ir a la biblioteca del Banco de la República y allá esta más llena. Además que acá le explicaban a uno.
Por Pepe Morón Reales
[email protected]
Por falta de recursos la biblioteca Rafael Carrillo Luquez no renovó el contrato de siete empleados que atienden al público y por esta situación queda en el limbo el funcionamiento de este centro.
Como todas las tardes, Juan Andrés Ustáriz, estudiante de séptimo grado del Colegio Loperena, llegó ayer a la biblioteca ‘Rafael Carrillo Lúquez’. En ese lugar se encuentra diariamente con sus compañeros y realizan los trabajos y labores escolares.
Cuando intentó entrar, Juan se dio cuenta que algo no estaba bien. Aunque no había un letrero que lo indicara, la biblioteca estaba cerrada y no tenía forma de ingresar. El portero que estaba al otro lado del vidrio, no supo explicarle que razón impedía que ese lugar no estuviera funcionando.
Ante esta situación, la directora de la Biblioteca, Ruby Estela Sánchez, explicó que “Para nadie es un secreto que una de las entidades que trabaja por la lectura y la cultura en el Cesar es la Corporación Biblioteca Pública Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’.
Esto, pese a que realmente no tiene recursos que permitan su funcionamiento” dijo la funcionaria y agregó que por esa falta de recursos, no pudo renovar el contrato de siete empleados que trabajaban en atención al público, lo que dificulta el funcionamiento de la corporación.
La entidad, sin ánimo de lucro, fue creada el 10 de junio del 2003 con una duración de 10 años, lo que significa que el 10 de junio del presente año se terminó el plazo pactado, lo que por ley, según juristas, conduce a la disolución y liquidación de la misma.
Sin embargo, lo que pareciera el fin, sería el camino a una solución real, explica la directora, quien además dijo que de continuar así se pondría en riesgo la posibilidad de que cesarenses accedan de forma gratuita a más de 20 mil libros de diferentes áreas del conocimiento y a las actividades culturales que se realizan dentro de la institución; además, afectaría la vida laboral de 17 empleados que laboran en ésta.
Hay que recordar que un promedio de 100 personas utilizan diariamente este centro de lectura, lo que significa que en caso de no funcionar se dejarían de beneficiar unos 2500 usuarios al mes.
Para evitar que este plazo terminara, los miembros de la Corporación Biblioteca Pública Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’, representantes de la Alcaldía, Gobernación y Universidad de Santander, UDES, fueron citados en varias oportunidades la pasada a una Asamblea Extraordinaria, con el objeto de buscar mecanismos que le permitan seguir vigente, según manifestó la coordinadora del ente, Ruby Estela Sánchez Angarita.
De esos encuentros, se decidió que esta Corporación continuaría vigente hasta el 31 de diciembre del presente año. Esto le daría tiempo a la gobernación de asumir de forma legal, el control total de la Biblioteca, lo que la convertiría en un ente completamente público y no de carácter mixto como está ahora.
La Gobernación
Según el asesor jurídico de la Gobernación, Jorge Eliecer Araújo, es la gobernación el único organismo que aporta realmente a la Biblioteca. El funcionario señala que la alcaldía de Valledupar siempre se escudó en una falta de recursos del municipio y que la UDES solo se quedó en buenas intenciones.
¿Cómo se sostiene la Biblioteca?
Las diferentes actividades de la entidad son posibles gracias a un convenio con la Gobernación a través de la oficina de Coordinación de Cultura, que viabiliza un presupuesto determinado, explicó Sánchez Angarita. Así por ejemplo, el proyecto de este año se plasmó desde marzo hasta el 10 de junio por un monto aproximado de 400 millones de pesos.
“Aunque la Biblioteca Pública Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’ posee tres corporados, el único que aporta económicamente es la Gobernación del Cesar, pese a que los estatutos establecen que todos deben aportar, lo que se ha convertido en una debilidad para la entidad. La UDES en un momento dado brindó la experiencia y asesoría de profesionales que ayudaron al fortalecimiento de la entidad”, aseveró la Coordinadora de la Biblioteca.
¿Y si se acaba la biblioteca?
Si los habitantes del Cesar dejarán de contar con la Corporación Biblioteca Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’ perderían:
Hablaron los responsables
Durante los días que se terminó la vida jurídica de la corporación que mantiene la biblioteca, EL PILON consultó a los representantes de esta corporación.
El rector de la UDES seccional Cesar, Carlos Darío Morón Cuello, aseguró que el rumbo final de la Corporación Biblioteca Pública Departamental está en manos del alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales; y del gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo.
“El rector general de la UDES tiene toda la disposición de seguir vinculado a la Corporación y que ésta siga en funcionamiento, puesto que forma parte del patrimonio cultural, es un ícono de la ciudad, es un activo importante que debemos defender, no sólo nosotros como corporados sino toda la región, formando un colectivo integrado por colegios, universidades, industrias lácteas y mineras, ya que es un ente que beneficia a todos”, enfatizó.
Al indagarle sobre sus aportes a la entidad, dijo que inicialmente apoyaron con rubros (con cinco millones de pesos) y más adelante lo siguieron haciendo pero con mano de obra: Ingenieros y tecnólogos que hicieron todo el montaje de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación).
Por su parte, el coordinador de Cultura Municipal, Alberto Muñoz Peñaloza, dijo en su momento que la idea es prorrogar la Corporación por 10 años más.
“La Biblioteca ha prestado servicios bien importantes a la comunidad del Cesar, por lo que se hace urgente resolver su situación jurídica”, precisó el funcionario, quien coincidió con el Rector de la UDES, al manifestar que cuando nació la entidad la Administración Municipal hizo un aporte económico (por cinco millones de pesos), pero que en los estatutos no se estableció la continuidad de los aportes, por lo que no lo han seguido haciendo.
Puntos de vista
Jairo Vidal: Para nosotros es muy difícil hacer las tareas así porque, acá siempre veníamos y teníamos internet y alguien que nos orientara.
Jairo Camilo Martínez: Ya hace dos días que está así, y todos tenemos que ir a la biblioteca del Banco de la República y allá esta más llena. Además que acá le explicaban a uno.
Por Pepe Morón Reales
[email protected]