Ahora cuando los escritores, investigadores, y demástrabajadores de diferentes disciplinas: plástica, teatro, y otras, han sentido más agudo el abandono, surge una inquietud: ¿Cuentan el Cesar y Valledupar con sus respectivos Consejos de Cultura? Sí, los hay, que es obligatorio, ¿quiénes son los integrantes? ¿Dónde funcionan?¿Cuántas veces se han reunido con las autoridades respectivas y han estudiado necesidades del sector, inversiones, presupuesto, para la rama de la cultura, o quizás no se le ha prestado atención a la conformación de los mismos que por norma deben existir? ¿O será que la norma dejó de tener validez?Pero en los otros departamentos los hay, algunos muy activos, otros no tanto.
Por Mary Daza Orozco
Ahora cuando los escritores, investigadores, y demástrabajadores de diferentes disciplinas: plástica, teatro, y otras, han sentido más agudo el abandono, surge una inquietud: ¿Cuentan el Cesar y Valledupar con sus respectivos Consejos de Cultura? Sí, los hay, que es obligatorio, ¿quiénes son los integrantes? ¿Dónde funcionan?¿Cuántas veces se han reunido con las autoridades respectivas y han estudiado necesidades del sector, inversiones, presupuesto, para la rama de la cultura, o quizás no se le ha prestado atención a la conformación de los mismos que por norma deben existir? ¿O será que la norma dejó de tener validez?Pero en los otros departamentos los hay, algunos muy activos, otros no tanto.
Es importante conocerlos porque en ellos encontraríamos el apoyo a las propuestas culturales que presentáramos, aclarando que en ningún momentos, cuando escribo esto y la columna anterior, estamos pidiendo dinero, solo que de brinde opciones para dar a conocer las obras realizadas, pero sí, hace falta que la actividad en un departamento tan importante, sea como lo fue en los años ochenta y noventa cuando contábamos con concursos literarios, becas para creación, con el Fondo Mixto para las Artes y la Cultura (esas dos palabras quieren decir lo mismo) que fue destrozado sin misericordia por personajes de ingrata recordación; y que vuelva larepresentación del departamento en las conferencias y talleres de la Feria Internacional del Libro, y más.
Pero volvamos a los escritores cesarenses, en esta semana se hará la presentación ( que no lanzamiento) de dos libros, y no se sabe qué es más encomioso: si el trabajo de escribirlos, que es grande y delicado o el haber conseguido el dinero para mandarlos a publicar, dirán algunos desaprensivos, que los hay siempre, algo como me dijo alguien “y quién los manda a escribir, busquen algo más productivo”, eso ni merece comentario solo decirle que no todos nacimos para ser acordeoneros o futbolistas, que en el momento es lo más productivo.
Vuelve el espacio a interponerse, pero aprovecho el que me queda para reiterar mi afán sobre los Consejos de Cultura, yo conocí hace unos meses, en charla privada, las inquietudes de la primera dama ( no me gusta gestora) doña Cielo Gnecco, y son buenas, tiene en la mira rescatar valores olvidados en los pueblos, y quiere una cultura dinámica, sus deseos serían más fáciles de lograr si se reuniera con el Consejo Departamental y los Municipales de Cultura, con los escritores, pintores, teatreros, historiadores, con todos los que tienen algo por decir o insinuar, que no escogieron esto, nacieron para esto y son savia que nutre al pueblo, lo llena de eternidad.
Ahora cuando los escritores, investigadores, y demástrabajadores de diferentes disciplinas: plástica, teatro, y otras, han sentido más agudo el abandono, surge una inquietud: ¿Cuentan el Cesar y Valledupar con sus respectivos Consejos de Cultura? Sí, los hay, que es obligatorio, ¿quiénes son los integrantes? ¿Dónde funcionan?¿Cuántas veces se han reunido con las autoridades respectivas y han estudiado necesidades del sector, inversiones, presupuesto, para la rama de la cultura, o quizás no se le ha prestado atención a la conformación de los mismos que por norma deben existir? ¿O será que la norma dejó de tener validez?Pero en los otros departamentos los hay, algunos muy activos, otros no tanto.
Por Mary Daza Orozco
Ahora cuando los escritores, investigadores, y demástrabajadores de diferentes disciplinas: plástica, teatro, y otras, han sentido más agudo el abandono, surge una inquietud: ¿Cuentan el Cesar y Valledupar con sus respectivos Consejos de Cultura? Sí, los hay, que es obligatorio, ¿quiénes son los integrantes? ¿Dónde funcionan?¿Cuántas veces se han reunido con las autoridades respectivas y han estudiado necesidades del sector, inversiones, presupuesto, para la rama de la cultura, o quizás no se le ha prestado atención a la conformación de los mismos que por norma deben existir? ¿O será que la norma dejó de tener validez?Pero en los otros departamentos los hay, algunos muy activos, otros no tanto.
Es importante conocerlos porque en ellos encontraríamos el apoyo a las propuestas culturales que presentáramos, aclarando que en ningún momentos, cuando escribo esto y la columna anterior, estamos pidiendo dinero, solo que de brinde opciones para dar a conocer las obras realizadas, pero sí, hace falta que la actividad en un departamento tan importante, sea como lo fue en los años ochenta y noventa cuando contábamos con concursos literarios, becas para creación, con el Fondo Mixto para las Artes y la Cultura (esas dos palabras quieren decir lo mismo) que fue destrozado sin misericordia por personajes de ingrata recordación; y que vuelva larepresentación del departamento en las conferencias y talleres de la Feria Internacional del Libro, y más.
Pero volvamos a los escritores cesarenses, en esta semana se hará la presentación ( que no lanzamiento) de dos libros, y no se sabe qué es más encomioso: si el trabajo de escribirlos, que es grande y delicado o el haber conseguido el dinero para mandarlos a publicar, dirán algunos desaprensivos, que los hay siempre, algo como me dijo alguien “y quién los manda a escribir, busquen algo más productivo”, eso ni merece comentario solo decirle que no todos nacimos para ser acordeoneros o futbolistas, que en el momento es lo más productivo.
Vuelve el espacio a interponerse, pero aprovecho el que me queda para reiterar mi afán sobre los Consejos de Cultura, yo conocí hace unos meses, en charla privada, las inquietudes de la primera dama ( no me gusta gestora) doña Cielo Gnecco, y son buenas, tiene en la mira rescatar valores olvidados en los pueblos, y quiere una cultura dinámica, sus deseos serían más fáciles de lograr si se reuniera con el Consejo Departamental y los Municipales de Cultura, con los escritores, pintores, teatreros, historiadores, con todos los que tienen algo por decir o insinuar, que no escogieron esto, nacieron para esto y son savia que nutre al pueblo, lo llena de eternidad.