Después de ese rico desayuno con rosquetes y suero costeño, tomaríamos aire, caminaríamos un poco para organizar las ideas y seguiríamos nuestra conversación a la hora del almuerzo. ¡Chivo guisado y jugo de corozo!
Después de ese rico desayuno con rosquetes y suero costeño, tomaríamos aire, caminaríamos un poco para organizar las ideas y seguiríamos nuestra conversación a la hora del almuerzo. ¡Chivo guisado y jugo de corozo!
Recordaríamos que el objetivo del almuerzo, al igual que el del desayuno, es compartir con nuestro próximo Presidente lo que muchos colombianos queremos que suceda durante su gobierno. Ninguna iniciativa es más importante que otra, el orden no envía ningún mensaje, la clave está en cubrirlas todas durante las 3 comidas de ese soñado día.
A nombre de muchos, continuaría la conversación diciéndole a Federico Gutiérrez…
Que deben ponerse en marcha medidas que permitan la reducción de la pobreza en el país. Los indicadores post pandemia muestran que en este sentido perdimos mucho de lo que antes alcanzamos. Hay que recuperar esa posición y superarla lo antes posible.
Que se estimulen la bancarización y el acceso al crédito para dinamizar la economía. Para esto es clave mantener la independencia de la Junta del Banco de la República y no caer en populismos relacionados con medidas absurdas como acudir a la impresión de billetes, medidas que terminan desbordando la inflación.
Que una urgentísima reforma a la justicia se adelante para despolitizarla. En este tema deben revisarse los requisitos para acceder a la nómina de la administración de justicia, en todos sus niveles. Nunca podremos alcanzar la paz si la impunidad y la revictimización se siguen normalizando en Colombia.
Que el campo debe explotarse al máximo. No por medio de políticas revanchistas que expropien las tierras bien adquiridas sino por medio de iniciativas que estimulen al propietario a trabajar la tierra. Colombia perfectamente puede ser la huerta de la región, tenemos todo para hacerlo, apoyemos el campo con créditos blandos, permitamos al campesino producir eficientemente y vender con márgenes que le permitan vivir bien.
Que no le demos más la espalda a ser una potencia pesquera. Tenemos 2 océanos, una riqueza incalculable bajo el agua pero que peruanos, ecuatorianos y japoneses aprovechan en vez de nosotros. ¡No puede ser!
Que la diplomacia de Colombia cumpla roles clave en los organismos multilaterales, que sea modelo en términos de participación para mantener y estimular la seguridad en el mundo, el apoyo a las economías pequeñas y que trabaje por la reducción de la pobreza a nivel global.
Que debemos seguir aumentando la inversión en salud y educación. En ambos casos, el personal de la salud y el dedicado a los servicios educativos, debe gozar de buenas condiciones laborales y participar en programas permanentes de capacitación que nos permitan mejorar la calidad de ambos. Se hace necesario implementar mecanismos de evaluación que garanticen que quienes tienen en sus manos esos servicios sean los mejores del ramo. Los sindicatos como FECODE solo le hacen daño a Colombia y generan miseria intelectual en los estudiantes. ¡Ojo con eso!
Que el turismo se siga fortaleciendo con apoyo estatal. Muchas regiones del país tienen todo el potencial para generar ingresos por esta vía pero requieren de estímulos públicos para hacerlo. Esto es clave para el país.
Que empresas como ECOPETROL sigan generando riqueza. La explotación petrolera es fundamental para financiar proyectos sociales y de infraestructura en el país y esto debe fortalecerse para que cada vez más colombianos se beneficien de esta producción.
Que la seguridad jurídica debe ser cada vez más sólida en Colombia para que de esta manera la inversión extranjera siga viendo a nuestro país como el destino ideal para crecer y mejorar los índices de industrialización y competitividad.
Que debemos seguir construyendo un país de propietarios. En el gobierno Duque se batieron todos los récords de construcción y venta de vivienda. Es bien sabido que la construcción es el motor de cualquier economía y después de vivir la pandemia, más necesaria es para recomponer el ritmo.
Después de disfrutar del chivo y refrescarnos con el jugo de corozo invitaría a ‘Fico’ a despejarnos un poco.
Esperen el tercer golpe la semana entrante…
Después de ese rico desayuno con rosquetes y suero costeño, tomaríamos aire, caminaríamos un poco para organizar las ideas y seguiríamos nuestra conversación a la hora del almuerzo. ¡Chivo guisado y jugo de corozo!
Después de ese rico desayuno con rosquetes y suero costeño, tomaríamos aire, caminaríamos un poco para organizar las ideas y seguiríamos nuestra conversación a la hora del almuerzo. ¡Chivo guisado y jugo de corozo!
Recordaríamos que el objetivo del almuerzo, al igual que el del desayuno, es compartir con nuestro próximo Presidente lo que muchos colombianos queremos que suceda durante su gobierno. Ninguna iniciativa es más importante que otra, el orden no envía ningún mensaje, la clave está en cubrirlas todas durante las 3 comidas de ese soñado día.
A nombre de muchos, continuaría la conversación diciéndole a Federico Gutiérrez…
Que deben ponerse en marcha medidas que permitan la reducción de la pobreza en el país. Los indicadores post pandemia muestran que en este sentido perdimos mucho de lo que antes alcanzamos. Hay que recuperar esa posición y superarla lo antes posible.
Que se estimulen la bancarización y el acceso al crédito para dinamizar la economía. Para esto es clave mantener la independencia de la Junta del Banco de la República y no caer en populismos relacionados con medidas absurdas como acudir a la impresión de billetes, medidas que terminan desbordando la inflación.
Que una urgentísima reforma a la justicia se adelante para despolitizarla. En este tema deben revisarse los requisitos para acceder a la nómina de la administración de justicia, en todos sus niveles. Nunca podremos alcanzar la paz si la impunidad y la revictimización se siguen normalizando en Colombia.
Que el campo debe explotarse al máximo. No por medio de políticas revanchistas que expropien las tierras bien adquiridas sino por medio de iniciativas que estimulen al propietario a trabajar la tierra. Colombia perfectamente puede ser la huerta de la región, tenemos todo para hacerlo, apoyemos el campo con créditos blandos, permitamos al campesino producir eficientemente y vender con márgenes que le permitan vivir bien.
Que no le demos más la espalda a ser una potencia pesquera. Tenemos 2 océanos, una riqueza incalculable bajo el agua pero que peruanos, ecuatorianos y japoneses aprovechan en vez de nosotros. ¡No puede ser!
Que la diplomacia de Colombia cumpla roles clave en los organismos multilaterales, que sea modelo en términos de participación para mantener y estimular la seguridad en el mundo, el apoyo a las economías pequeñas y que trabaje por la reducción de la pobreza a nivel global.
Que debemos seguir aumentando la inversión en salud y educación. En ambos casos, el personal de la salud y el dedicado a los servicios educativos, debe gozar de buenas condiciones laborales y participar en programas permanentes de capacitación que nos permitan mejorar la calidad de ambos. Se hace necesario implementar mecanismos de evaluación que garanticen que quienes tienen en sus manos esos servicios sean los mejores del ramo. Los sindicatos como FECODE solo le hacen daño a Colombia y generan miseria intelectual en los estudiantes. ¡Ojo con eso!
Que el turismo se siga fortaleciendo con apoyo estatal. Muchas regiones del país tienen todo el potencial para generar ingresos por esta vía pero requieren de estímulos públicos para hacerlo. Esto es clave para el país.
Que empresas como ECOPETROL sigan generando riqueza. La explotación petrolera es fundamental para financiar proyectos sociales y de infraestructura en el país y esto debe fortalecerse para que cada vez más colombianos se beneficien de esta producción.
Que la seguridad jurídica debe ser cada vez más sólida en Colombia para que de esta manera la inversión extranjera siga viendo a nuestro país como el destino ideal para crecer y mejorar los índices de industrialización y competitividad.
Que debemos seguir construyendo un país de propietarios. En el gobierno Duque se batieron todos los récords de construcción y venta de vivienda. Es bien sabido que la construcción es el motor de cualquier economía y después de vivir la pandemia, más necesaria es para recomponer el ritmo.
Después de disfrutar del chivo y refrescarnos con el jugo de corozo invitaría a ‘Fico’ a despejarnos un poco.
Esperen el tercer golpe la semana entrante…