Alfonso Campo Soto
La vida siempre es bendita deja huellas en la aurora, en el farol de las horas quedan las cosas bonitas.
I
El amor precioso brillo
cual lucero en atalaya
de Joaquín Campo Maya
y Chaba Soto Carrillo.
El hogar era un castillo
de trabajo y proyección,
fomentan la educación
como principio supremo,
por eso en sus hijos vemos
el grado de una profesión.
II
Este linaje ejemplar,
la familia Campo Soto
de Santo Ecce Homo devoto,
Patrono de Valledupar.
Pero aquí voy a nombrar
de esos ilustres hermanos,
el amigo soberano
es el recordado Alfonso,
y hoy dedico un responso
por su cuerpo ya lejano.
III
La vida siempre es bendita
deja huellas en la aurora,
en el farol de las horas
quedan las cosas bonitas.
La decencia exquisita
y la palabra sonriente,
el respeto por la gente
y su vocación de servir;
Alfonso, vas a vivir
en la memoria presente.
IV
Resaltan sus cualidades,
su amor por Valledupar
y también con el Cesar,
ausente de mezquindades.
Sus insignes dignidades:
Congresista, embajador,
viceministro y rector.
Visionario progresista
de pensamiento humanista,
y ciudadano de honor.
