Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 16 octubre, 2017

¡Alerta ahorradores del FNA!

Como tantos compatriotas, estoy afiliado al Fondo Nacional del Ahorro, a través del cual pude adquirir casa propia, vehículo y actualmente estoy haciendo uso de un préstamo que posibilita los estudios universitarios de mi hija. Este testimonio personal, es sin lugar a dudas el de muchos colombianos que, con la ayuda del FNA han logrado […]

Boton Wpp

Como tantos compatriotas, estoy afiliado al Fondo Nacional del Ahorro, a través del cual pude adquirir casa propia, vehículo y actualmente estoy haciendo uso de un préstamo que posibilita los estudios universitarios de mi hija. Este testimonio personal, es sin lugar a dudas el de muchos colombianos que, con la ayuda del FNA han logrado hacer realidad sus sueños, y nos sentimos agradecidos con esta institución creada mediante Decreto Extraordinario 3118 de 1968, como Empresa Industrial y Comercial del Estado de carácter financiero del orden nacional, cuya finalidad es lograr que los colombianos puedan tener Vivienda Digna y acceso a la Educación, a través del ahorro de sus cesantías. El derecho a la Vivienda Digna y a la Educación, son derechos fundamentales consagrados en el artículo 51 y 67 de la C.P.

Pues bien, el FNA ha sido a través de toda su historia una entidad seria, que ayuda al Estado al cumplimiento de sus fines sociales, no se ha sabido de malos manejos, o de captación ilegal de dinero de los ahorradores, ni nada por el estilo, lo que le ha permitido ganarse la confianza de los ahorradores. No obstante, una nube negra amenaza su estabilidad económica, y es que el Presidente Juan Manuel Santos a través de su Ministro de Hacienda, desea descapitalizarla arrebatando de sus arcas 400 mil millones de pesos, para que ese dinero pase al presupuesto nacional del año entrante. Así quedó consagrado en el nefasto Artículo 184 del proyecto de Ley, que cursa en el Congreso, hecho que no tiene ningún antecedente en los casi 50 años de creado que tiene el FNA, y que genera todo tipo de incertidumbres en los ahorradores.

Si algo se puede criticar de este Gobierno, es la forma irresponsable como ha repartido “la mermelada” para ganar adeptos, y es por ello la gran preocupación que sentimos los ahorradores del FNA ante la amenaza del “raponazo” anunciado. Hago pues un llamado a la cordura de los señores congresistas, para que con valentía se den la pela por el pueblo colombiano, votando “No” a esta iniciativa oprobiosa, que va en detrimento de la confianza que muchos ahorradores hemos depositado en el FNA.

NOTA DE CIERRE: Causa extrañeza el hecho de que por vez primera se exige a los alumnos de la Universidad Popular del Cesar, firmar unos formatos físicos, donde deben dar fe, de la presentación del programa a desarrollar, por parte del docente, cuando podrían hacerlo a través de la página web. Creo que hay que ejercer estricta vigilancia frente al uso final que podría dársele a estos formatos, más cuando existen tantas candidaturas a cargos de elección popular, por firmas.

Por Darío Arregocés

 

Columnista
16 octubre, 2017

¡Alerta ahorradores del FNA!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Como tantos compatriotas, estoy afiliado al Fondo Nacional del Ahorro, a través del cual pude adquirir casa propia, vehículo y actualmente estoy haciendo uso de un préstamo que posibilita los estudios universitarios de mi hija. Este testimonio personal, es sin lugar a dudas el de muchos colombianos que, con la ayuda del FNA han logrado […]


Como tantos compatriotas, estoy afiliado al Fondo Nacional del Ahorro, a través del cual pude adquirir casa propia, vehículo y actualmente estoy haciendo uso de un préstamo que posibilita los estudios universitarios de mi hija. Este testimonio personal, es sin lugar a dudas el de muchos colombianos que, con la ayuda del FNA han logrado hacer realidad sus sueños, y nos sentimos agradecidos con esta institución creada mediante Decreto Extraordinario 3118 de 1968, como Empresa Industrial y Comercial del Estado de carácter financiero del orden nacional, cuya finalidad es lograr que los colombianos puedan tener Vivienda Digna y acceso a la Educación, a través del ahorro de sus cesantías. El derecho a la Vivienda Digna y a la Educación, son derechos fundamentales consagrados en el artículo 51 y 67 de la C.P.

Pues bien, el FNA ha sido a través de toda su historia una entidad seria, que ayuda al Estado al cumplimiento de sus fines sociales, no se ha sabido de malos manejos, o de captación ilegal de dinero de los ahorradores, ni nada por el estilo, lo que le ha permitido ganarse la confianza de los ahorradores. No obstante, una nube negra amenaza su estabilidad económica, y es que el Presidente Juan Manuel Santos a través de su Ministro de Hacienda, desea descapitalizarla arrebatando de sus arcas 400 mil millones de pesos, para que ese dinero pase al presupuesto nacional del año entrante. Así quedó consagrado en el nefasto Artículo 184 del proyecto de Ley, que cursa en el Congreso, hecho que no tiene ningún antecedente en los casi 50 años de creado que tiene el FNA, y que genera todo tipo de incertidumbres en los ahorradores.

Si algo se puede criticar de este Gobierno, es la forma irresponsable como ha repartido “la mermelada” para ganar adeptos, y es por ello la gran preocupación que sentimos los ahorradores del FNA ante la amenaza del “raponazo” anunciado. Hago pues un llamado a la cordura de los señores congresistas, para que con valentía se den la pela por el pueblo colombiano, votando “No” a esta iniciativa oprobiosa, que va en detrimento de la confianza que muchos ahorradores hemos depositado en el FNA.

NOTA DE CIERRE: Causa extrañeza el hecho de que por vez primera se exige a los alumnos de la Universidad Popular del Cesar, firmar unos formatos físicos, donde deben dar fe, de la presentación del programa a desarrollar, por parte del docente, cuando podrían hacerlo a través de la página web. Creo que hay que ejercer estricta vigilancia frente al uso final que podría dársele a estos formatos, más cuando existen tantas candidaturas a cargos de elección popular, por firmas.

Por Darío Arregocés