Desde las 5:00 de la mañana del lunes 3 de agosto, los habitantes de Aguachica, Cesar, iniciaron un toque de queda total que se extenderá hasta el próximo 10 de agosto a las 4:00 a.m. La media fue decretada por el alcalde Robinson Manosalva para mitigar la expansión del virus en el municipio.

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El decreto prohíbe la circulación de personas, vehículos y el expendio y consumo de bebidas alcohólicas en el área urbana y rural de Aguachica, donde a corte del 2 de agosto se registraban 211 contagios de la covid-19, de los 3.504 que hay en el Cesar.

También se limita el acceso de vehículos al municipio “excepto los que se encuentren dentro de las excepciones planteadas en el artículo 3 del decreto 1076 del 28 de julio de 2020”, expedido por el Gobierno nacional, como lo son ambulancias, transportadores de alimentos, fuerza pública, entre otros.

En conversaciones con EL PILÓN, el alcalde Robinson Manosalva mencionó que el toque de queda fue adoptado ante el aumento de casos en el municipio, donde, según él, se evidenciaron que algunos sectores no estaban atendiendo las recomendaciones sanitarias, lo que pudo ocasionar que se elevaran los contagios.

“Tomamos la medida porque nos sorprende que de tener un contacto con covid-19 se remonta a 162. Esta semana puede aumentar la curva de la pandemia, puede haber muertes…”, dijo.

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Añadió: “Se cree que los contagios son del no cumplimiento de las normas de bioseguridad, de vendedores ambulantes que estaban por las calles manipulando dinero, productos y que no hubo un control por parte de ellos para utilizar tapabocas u otros elementos. Hay sectores con un promedio de 10 infectados y eso es preocupante para el municipio. Además, en las entidades bancarias no se aplicaba el ‘pico y cédula’ y eso llevó a reflexionar porque la curva más alta se puede presentar en la primera semana de agosto y por eso estamos tomando estas medidas”.

Por otro lado, ante la queja de los comerciantes que podrían verse afectados por la implementación del toque de queda, Manosalva manifestó que estos pueden trabajar a través de domicilios, plataformas digitales y vía telefónica.

“Los locales comerciales no pueden abrir sus puertas para atender al público, pero sí pueden enviar los productos por domicilios que le solicitan a través de las plataformas digitales o medio telefónico; pueden vender sus productos de la canasta familiar, electrodomésticos, lo que quieran, pero lo que no voy a permitir son las aglomeraciones en los locales comerciales como estaba ocurriendo en Aguachica”, dijo.

Asimismo, dejó claro que durante los ocho días que dure el confinamiento los ciudadanos no podrán salir a las calles, a excepción de los que están cobijados en el artículo 3 del decreto 1076 expedido el 28 de julio por el Gobierno nacional.

Hasta el momento, Aguachica es el primer municipio del Cesar donde se toman medidas tan drásticas como el toque de queda total por ocho días.

PUNTOS DE VISTA

EL PILÓN conversó con comerciantes de Aguachica y personas del común, quienes mostraron su aprobación y descontento con el toque de queda en el municipio, ya que algunos de ellos consideran que la medida fue exagerada o apresurada por parte de la administración municipal.

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-Johana Bayona: “La medida es larga porque ya se estaba reactivando la economía, pero el confinamiento nos afecta económicamente. Son medidas preventivas que nosotros mismos estábamos cumpliendo con todas las normatividades, pero hay gente que es muy irresponsable y hay que reconocer eso, porque los contagios han aumentado mucho en una semana porque no se están respetando los decretos del alcalde”.

–Yeimi Giraldo: “El toque de queda nos ha afectado bastante porque mi negocio es nuevo y nos ha tocado vender por redes sociales, nos ha tocado implementar publicidad por las emisoras para que la gente conozca el producto. Toca adicionarle lo que es el valor del domicilio y el cliente muchas veces se cohíbe a comprar porque son $2.000 pesos de más que tiene que pagar del servicio. Pienso que el toque de queda es un error, no es una buena medida porque me enteré de eso el viernes a las 7:30 de la noche y casi no alcanzo a sacar los permisos para que mi esposo se pueda movilizar en la motocicleta a llevar los domicilios”.

–María*: “Nos tiene en un momento de locura porque un día tenemos un decreto y otro día uno nuevo y nos toca reinventarnos cada día. Trabajamos por domicilios en el restaurante, hemos disminuido en un 70 % las ventas, lo que ganamos nos está dando solamente para la alimentación de nuestros hogares”.

POR: CARMEN LUCÍA MENDOZA/ EL PILÓN