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Entrevista - 9 junio, 2019

“Agroindustria de la palma de aceite, uno de los motores del agro colombiano”: Jens Mesa

El aceite de palma es el segundo producto de mayor relevancia, después del café, dentro de los cultivos permanentes y el sexto renglón en el sector agrícola, con una participación del 8 % en el PIB (Producto Interno Bruto) agrícola nacional.

Presidente ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington.
Presidente ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington.

El panorama actual del sector palmero, sus retos y proyecciones fueron dados a conocer por el presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, Jens Mesa Dishington, en dialogó con EL PILÓN a propósito de la versión 47 del Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, que fue clausurado el viernes en la capital del país.

¿Qué me podría decir de la crisis actual del sector palmero?
El sector palmero colombiano viene experimentando desde 2018 momentos difíciles, originados principalmente por la caída en los precios internacionales de los aceites y grasas, un peso revaluado durante gran parte del año anterior (aunque ha tenido una corrección importante en los últimos meses) y el desorden en la comercialización local, como resultado de disposiciones regulatorias desacertadas del gobierno nacional; mientras se ha mantenido relativamente estable la producción nacional de aceite de palma crudo, aunque con altibajos de región a región y de plantación a plantación.

Todo esto derivó en una contracción del valor de la producción sectorial, del 9 % y en una significativa caída en la rentabilidad para los palmicultores, quienes hasta el momento siguen resistiendo la coyuntura, pero donde muchos registran incluso pérdidas, sin ver todavía “luz al final de túnel”.

¿Qué medidas se pueden tomar al respecto?
Es innegable que nos encontramos en un momento de mucha incertidumbre sectorial en el que debemos escuchar las preocupaciones de los palmicultores y actuar para contribuir a sobrellevar y superar esta delicada situación. Ante estas circunstancias es valioso tener una institucionalidad sólida, con una visión de largo plazo, tanto retrospectiva como prospectiva, que permita capitalizar las experiencias del camino recorrido y valorar lo logrado, para con confianza reflexionar sobre nuestras metas futuras y tomar las acciones que consideremos apropiadas.

¿Qué significa el sector palmero para la economía del país?
La agroindustria de la palma de aceite se ha convertido en uno de los motores del agro colombiano. El sector palmero produce en la actualidad 1,8 millones de toneladas de aceites de palma y de palmiste con un valor de la producción de 1,2 billones de dólares. En términos de valor de la producción, el aceite de palma es el segundo producto de mayor relevancia, después del café, dentro de los cultivos permanentes y el sexto renglón en el sector agrícola, con una participación del 8 % en el PIB (Producto Interno Bruto) agrícola nacional.

¿En qué regiones del país hace presencia la palma de aceite?
La palma de aceite es una actividad productiva que ha demostrado ser motor de crecimiento económico que ha trasformado los territorios, generando bienestar a cerca de un millón de habitantes de la Colombia rural. Hacemos presencia lícita en el territorio nacional en 161 municipios y 21 departamentos del país con una actividad productiva con altos niveles de formalidad, con visión empresarial y de largo plazo.
 
¿Cuántos empleos genera esta actividad económica?
La agroindustria de la palma de aceite genera unos 180.000 empleos directos e indirectos, con una remuneración superior al promedio del sector rural y un nivel de formalidad en el empleo directo del 82 %, contrastando con el alto nivel de informalidad del empleo rural, que es de alrededor del 85 %. Además, el sector ha sido ejemplo en esquemas asociativos y de alianzas productivas, donde estas últimas recogen más de 5.000 productores, un 83 % del total, lo que evidencia que somos una agroindustria incluyente, que brinda oportunidades de ingreso y estabilidad a los colombianos del campo, contribuyendo a sentar bases para una paz real y duradera.

Existen muchos contradictores de la palma de aceite asegurando que es un cultivo que degrada el medio ambiente. ¿Qué me podría decir al respecto?
En el mundo se vienen gestando diversos movimientos en contra de la palma de aceite, esgrimiendo argumentos, la mayoría de ellos injustificados, relacionados con el impacto ambiental y social negativo de este cultivo.

Para ustedes es bien conocido que la palma de aceite en Colombia se ha desarrollado con mínimo impacto en deforestación y que el sector viene trabajando en la aplicación de herramientas y prácticas del cultivo en armonía con la biodiversidad. De igual manera, es una realidad que el país cuenta con una amplia frontera agrícola por utilizar y que dentro de ella existe la posibilidad a futuro de crecer en área sembrada sin tocar una hectárea de zonas protegidas.

¿Cuáles son los retos futuros de la agroindustria de la palma de aceite?
Frente al ataque internacional contra la palma de aceite es imperativo defender nuestro sector, puesto que está demostrado que el aceite de palma, el aceite del trópico y de Colombia no solo puede ser producido de manera sostenible, sino que es la opción más eficiente que tiene el mundo para satisfacer la demanda creciente de aceites vegetales.

Tenemos que trabajar porque Colombia y el mundo reconozcan a la palmicultura colombiana como “única y diferenciada”, en virtud del carácter especial de su desarrollo y de su compromiso con la sostenibilidad. Producir sosteniblemente y contar con una certificación o reconocimiento que lo respalde se ha convertido en una condición fundamental para el negocio palmero, puesto que muy pronto será un requisito demandado por todos los mercados y la base del posicionamiento del aceite de palma colombiano.

Por otra parte, el fortalecimiento del mercado nacional es otro reto para el sector y la Federación. Los consumidores nacionales conocen muy poco al aceite de palma, pues por muchos años ha estado oculto como ingrediente en productos alimenticios, además de ser utilizado por su versatilidad en usos no comestibles como el biodiésel de palma. Es por ello que estamos desplegando una estrategia de promoción del consumo del aceite de palma en el mercado local.

¿Cómo ha sido el compromiso del gobierno nacional con el sector palmero?
En lo que concierne al sector palmero con la llegada del presidente Duque discutimos y acordamos de una manera proactiva una serie de acciones para ayudar a los palmicultores a sortear la difícil situación por la que están transitando. Ha habido algunos avances respecto a este paquete de medidas,  pero algunos puntos primordiales aún no se han resuelto.

ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]

Entrevista
9 junio, 2019

“Agroindustria de la palma de aceite, uno de los motores del agro colombiano”: Jens Mesa

El aceite de palma es el segundo producto de mayor relevancia, después del café, dentro de los cultivos permanentes y el sexto renglón en el sector agrícola, con una participación del 8 % en el PIB (Producto Interno Bruto) agrícola nacional.


Presidente ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington.
Presidente ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington.

El panorama actual del sector palmero, sus retos y proyecciones fueron dados a conocer por el presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, Jens Mesa Dishington, en dialogó con EL PILÓN a propósito de la versión 47 del Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, que fue clausurado el viernes en la capital del país.

¿Qué me podría decir de la crisis actual del sector palmero?
El sector palmero colombiano viene experimentando desde 2018 momentos difíciles, originados principalmente por la caída en los precios internacionales de los aceites y grasas, un peso revaluado durante gran parte del año anterior (aunque ha tenido una corrección importante en los últimos meses) y el desorden en la comercialización local, como resultado de disposiciones regulatorias desacertadas del gobierno nacional; mientras se ha mantenido relativamente estable la producción nacional de aceite de palma crudo, aunque con altibajos de región a región y de plantación a plantación.

Todo esto derivó en una contracción del valor de la producción sectorial, del 9 % y en una significativa caída en la rentabilidad para los palmicultores, quienes hasta el momento siguen resistiendo la coyuntura, pero donde muchos registran incluso pérdidas, sin ver todavía “luz al final de túnel”.

¿Qué medidas se pueden tomar al respecto?
Es innegable que nos encontramos en un momento de mucha incertidumbre sectorial en el que debemos escuchar las preocupaciones de los palmicultores y actuar para contribuir a sobrellevar y superar esta delicada situación. Ante estas circunstancias es valioso tener una institucionalidad sólida, con una visión de largo plazo, tanto retrospectiva como prospectiva, que permita capitalizar las experiencias del camino recorrido y valorar lo logrado, para con confianza reflexionar sobre nuestras metas futuras y tomar las acciones que consideremos apropiadas.

¿Qué significa el sector palmero para la economía del país?
La agroindustria de la palma de aceite se ha convertido en uno de los motores del agro colombiano. El sector palmero produce en la actualidad 1,8 millones de toneladas de aceites de palma y de palmiste con un valor de la producción de 1,2 billones de dólares. En términos de valor de la producción, el aceite de palma es el segundo producto de mayor relevancia, después del café, dentro de los cultivos permanentes y el sexto renglón en el sector agrícola, con una participación del 8 % en el PIB (Producto Interno Bruto) agrícola nacional.

¿En qué regiones del país hace presencia la palma de aceite?
La palma de aceite es una actividad productiva que ha demostrado ser motor de crecimiento económico que ha trasformado los territorios, generando bienestar a cerca de un millón de habitantes de la Colombia rural. Hacemos presencia lícita en el territorio nacional en 161 municipios y 21 departamentos del país con una actividad productiva con altos niveles de formalidad, con visión empresarial y de largo plazo.
 
¿Cuántos empleos genera esta actividad económica?
La agroindustria de la palma de aceite genera unos 180.000 empleos directos e indirectos, con una remuneración superior al promedio del sector rural y un nivel de formalidad en el empleo directo del 82 %, contrastando con el alto nivel de informalidad del empleo rural, que es de alrededor del 85 %. Además, el sector ha sido ejemplo en esquemas asociativos y de alianzas productivas, donde estas últimas recogen más de 5.000 productores, un 83 % del total, lo que evidencia que somos una agroindustria incluyente, que brinda oportunidades de ingreso y estabilidad a los colombianos del campo, contribuyendo a sentar bases para una paz real y duradera.

Existen muchos contradictores de la palma de aceite asegurando que es un cultivo que degrada el medio ambiente. ¿Qué me podría decir al respecto?
En el mundo se vienen gestando diversos movimientos en contra de la palma de aceite, esgrimiendo argumentos, la mayoría de ellos injustificados, relacionados con el impacto ambiental y social negativo de este cultivo.

Para ustedes es bien conocido que la palma de aceite en Colombia se ha desarrollado con mínimo impacto en deforestación y que el sector viene trabajando en la aplicación de herramientas y prácticas del cultivo en armonía con la biodiversidad. De igual manera, es una realidad que el país cuenta con una amplia frontera agrícola por utilizar y que dentro de ella existe la posibilidad a futuro de crecer en área sembrada sin tocar una hectárea de zonas protegidas.

¿Cuáles son los retos futuros de la agroindustria de la palma de aceite?
Frente al ataque internacional contra la palma de aceite es imperativo defender nuestro sector, puesto que está demostrado que el aceite de palma, el aceite del trópico y de Colombia no solo puede ser producido de manera sostenible, sino que es la opción más eficiente que tiene el mundo para satisfacer la demanda creciente de aceites vegetales.

Tenemos que trabajar porque Colombia y el mundo reconozcan a la palmicultura colombiana como “única y diferenciada”, en virtud del carácter especial de su desarrollo y de su compromiso con la sostenibilidad. Producir sosteniblemente y contar con una certificación o reconocimiento que lo respalde se ha convertido en una condición fundamental para el negocio palmero, puesto que muy pronto será un requisito demandado por todos los mercados y la base del posicionamiento del aceite de palma colombiano.

Por otra parte, el fortalecimiento del mercado nacional es otro reto para el sector y la Federación. Los consumidores nacionales conocen muy poco al aceite de palma, pues por muchos años ha estado oculto como ingrediente en productos alimenticios, además de ser utilizado por su versatilidad en usos no comestibles como el biodiésel de palma. Es por ello que estamos desplegando una estrategia de promoción del consumo del aceite de palma en el mercado local.

¿Cómo ha sido el compromiso del gobierno nacional con el sector palmero?
En lo que concierne al sector palmero con la llegada del presidente Duque discutimos y acordamos de una manera proactiva una serie de acciones para ayudar a los palmicultores a sortear la difícil situación por la que están transitando. Ha habido algunos avances respecto a este paquete de medidas,  pero algunos puntos primordiales aún no se han resuelto.

ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]