Una buena despedida debe estar constituida por ese punto de quiebre entre lo que se hizo, lo que no se pudo hacer y todo lo que ha de venir para comenzar de nuevo.
Una buena despedida debe estar constituida por ese punto de quiebre entre lo que se hizo, lo que no se pudo hacer y todo lo que ha de venir para comenzar de nuevo.
Es necesario cerrar ciclos, en especial los que no fueron muy productivos, esa es el llamado para todos, las familias y los estamentos comprometidos con el bienestar y el desarrollo de Valledupar, el Cesar y todo el entorno regional, para que dejemos atrás todo lo negativo del 2024 y nos concentremos a mirar de manera propositiva los distintos procesos que han de ejecutarse en el 2025 que está por llegar. En especial en nuestras familias, hijos y mayores, en los amigos, en nuestro bienestar físico y mental y en la superación en nuestro trabajo, oficio, o profesión.
Si es del caso en la oportunidad del empleo por llegar , el ingreso por obtener o en el familiar que pronto saldrá de su deteriorada salud. En la oración, en la reflexión, en la lectura, en el hobby, en anotar los proyectos en la libreta o en la hoja en blanco que nos llama a estampar una poesía, una carta de las de antes a una persona amada, o un amigo en dificultades, o una composición musical de esas que siempre hemos anhelado. Caminar, correr, tomar el caballo real o ese caballito de acero que llaman la bicicleta y acompañarse de los niños que nunca hemos dejado de ser.
Ir al campo, a nuestros pueblos. Volver a ellos porque tuvimos allí un origen, un familiar o el café o el dulce de la vida que nos gusta. La experiencia con la naturaleza, con nuestros ríos, con la luna y las estrellas veraneras, bajo la brisa del nordeste puede ser una ocasión, gozar el valle y los pisos térmicos que la rodean. Como decían los mayores ir a temperar . Rodearnos de árboles y rodearlos con un abrazo es lo más gratificante en esta época del año. Y no puede faltar el buen humor, que mucho necesitamos en este trajinar diario de angustias y carreras, un vino o un licor moderado, o una abstención cristiana, y por supuesto una comida especial como esa que nos hacía la mamá o la abuela . Todos detalles de un mejor vivir para recibir el nuevo año con optimismo.
Lo más urgente para el 2025 es recuperar la tranquilidad ciudadana, deben implementarse medidas integrales que ayuden a contrarrestar la inseguridad y los diversos hechos de violencia tanto en las zonas urbanas como en las rurales.
Solo con las garantías de seguridad se pueden asegurar procesos productivos que ayuden a la reactivación económica de nuestra región.
La meta para el 2025 de nuestros gobiernos es superar todos los obstáculos del 2004, desde la recuperación económica y el fortalecimiento de la salud mental hasta la necesidad de fortalecer la unión para enfrentar las complejidades de la región, en especial de Valledupar como su principal epicentro.
Reconocemos que en este 2024 nuestras comunidades trabajaron incansablemente para preservar tradiciones, fortalecer la identidad cultural y buscar soluciones creativas frente a las adversidades. No es menor el esfuerzo de quienes, día a día, construyeron desde su entorno cercano un mejor lugar para vivir, sea desde una empresa, un aula de clase o una organización comunitaria.
Pero también es el momento de agradecer a quienes nos acompañaron en el camino, a quienes nos brindaron su apoyo en los momentos difíciles y a aquellos que, desde su trabajo o vocación, hicieron del 2024 un año más llevadero y significativo. Despidamos este año con la mirada puesta en el porvenir. ¡Feliz Año Nuevo!
Una buena despedida debe estar constituida por ese punto de quiebre entre lo que se hizo, lo que no se pudo hacer y todo lo que ha de venir para comenzar de nuevo.
Una buena despedida debe estar constituida por ese punto de quiebre entre lo que se hizo, lo que no se pudo hacer y todo lo que ha de venir para comenzar de nuevo.
Es necesario cerrar ciclos, en especial los que no fueron muy productivos, esa es el llamado para todos, las familias y los estamentos comprometidos con el bienestar y el desarrollo de Valledupar, el Cesar y todo el entorno regional, para que dejemos atrás todo lo negativo del 2024 y nos concentremos a mirar de manera propositiva los distintos procesos que han de ejecutarse en el 2025 que está por llegar. En especial en nuestras familias, hijos y mayores, en los amigos, en nuestro bienestar físico y mental y en la superación en nuestro trabajo, oficio, o profesión.
Si es del caso en la oportunidad del empleo por llegar , el ingreso por obtener o en el familiar que pronto saldrá de su deteriorada salud. En la oración, en la reflexión, en la lectura, en el hobby, en anotar los proyectos en la libreta o en la hoja en blanco que nos llama a estampar una poesía, una carta de las de antes a una persona amada, o un amigo en dificultades, o una composición musical de esas que siempre hemos anhelado. Caminar, correr, tomar el caballo real o ese caballito de acero que llaman la bicicleta y acompañarse de los niños que nunca hemos dejado de ser.
Ir al campo, a nuestros pueblos. Volver a ellos porque tuvimos allí un origen, un familiar o el café o el dulce de la vida que nos gusta. La experiencia con la naturaleza, con nuestros ríos, con la luna y las estrellas veraneras, bajo la brisa del nordeste puede ser una ocasión, gozar el valle y los pisos térmicos que la rodean. Como decían los mayores ir a temperar . Rodearnos de árboles y rodearlos con un abrazo es lo más gratificante en esta época del año. Y no puede faltar el buen humor, que mucho necesitamos en este trajinar diario de angustias y carreras, un vino o un licor moderado, o una abstención cristiana, y por supuesto una comida especial como esa que nos hacía la mamá o la abuela . Todos detalles de un mejor vivir para recibir el nuevo año con optimismo.
Lo más urgente para el 2025 es recuperar la tranquilidad ciudadana, deben implementarse medidas integrales que ayuden a contrarrestar la inseguridad y los diversos hechos de violencia tanto en las zonas urbanas como en las rurales.
Solo con las garantías de seguridad se pueden asegurar procesos productivos que ayuden a la reactivación económica de nuestra región.
La meta para el 2025 de nuestros gobiernos es superar todos los obstáculos del 2004, desde la recuperación económica y el fortalecimiento de la salud mental hasta la necesidad de fortalecer la unión para enfrentar las complejidades de la región, en especial de Valledupar como su principal epicentro.
Reconocemos que en este 2024 nuestras comunidades trabajaron incansablemente para preservar tradiciones, fortalecer la identidad cultural y buscar soluciones creativas frente a las adversidades. No es menor el esfuerzo de quienes, día a día, construyeron desde su entorno cercano un mejor lugar para vivir, sea desde una empresa, un aula de clase o una organización comunitaria.
Pero también es el momento de agradecer a quienes nos acompañaron en el camino, a quienes nos brindaron su apoyo en los momentos difíciles y a aquellos que, desde su trabajo o vocación, hicieron del 2024 un año más llevadero y significativo. Despidamos este año con la mirada puesta en el porvenir. ¡Feliz Año Nuevo!