En el capítulo ‘Insurgencias’ del Informe Final, la Comisión de la Verdad expone sus investigaciones sobre las disputas por el poder político regional entre grupos guerrilleros como las FARC-EP y el ELN durante el conflicto armado y social colombiano.
“Mientras haya impunidad persistirá la desesperanza, la violencia y la desigualdad ante la ley”, señala el Informe Final que analiza la contribución a la verdad de los procesos de reconocimientos.
Instituciones educativas del municipio de Manaure, Cesar, se han sumado a iniciativas, como ‘La Escuela Abraza la Verdad’, que buscan abrir caminos de diálogos y reflexión sobre la guerra interna.
¿Se puede afirmar que sigue existiendo un conflicto armado con características políticas o definitivamente son estructuras criminales de gran escala? Es uno de los cuestionamientos que plantea el Informe Final de la Comisión de la Verdad.
Para el desmantelamiento ‘completo’ de estos grupos se requiere un reconocimiento estatal y social de la verdad sobre este tipo de grupos, de acuerdo a este órgano de paz.
"Son múltiples las responsabilidades en el conflicto armado y no se refieren solo a los autores materiales o la relación directa de responsable-víctima”, señala la Comisión de la Verdad.
EL PILÓN continúa exponiendo apartes del Informe Final de este comité de paz. Hoy lo relacionado al despojo de tierras durante el conflicto armado y social colombiano.
Este miércoles se conmemoró el Día Internacional de la Paz, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, ONU, fecha que permite hacer una reflexión sobre los avances que ha tenido Colombia y sus regiones en el proceso de su consolidación.
Uno de los casos más recordados en la región es el de Consuelo Araújo Noguera, perpetrado por las antiguas FARC en septiembre del 2001 cuando regresaba de Patillal, jurisdicción de Valledupar.
Las desapariciones forzadas fueron una práctica sistemática perpetrada por la fuerza pública y por los grupos paramilitares, como lo determinaron los tribunales de Justicia y Paz entre 1999 y 2006.
"El Pilón también es víctima del conflicto. Los que trabajaron con Guzmán en ese momento también fueron víctimas, porque tuvieron que callar, sintieron miedo, no sabían qué escribir, les daba miedo escribir después, porque también los iban a matar, como a Guzmán", dijo un familiar del periodista a la Comisión de la Verdad.
“Perpetrar un atentado requiere conocer a la víctima y sus rutinas, acciones de inteligencia o seguimientos”, según el informe de la Comisión de la Verdad.
Esto se constituye como una de las violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario, según el Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición del conflicto armado.
La Comisión analiza la matanza de personas durante las últimas décadas en el aparte de las ‘Violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario’.
En un compromiso de memoria histórica, a partir de hoy, EL PILÓN expondrá diariamente los hallazgos y recomendaciones que hace la Comisión de la Verdad sobre el conflicto armado en Colombia y su relación con el departamento del Cesar.