Luego de la reunión que sostuvieron copropietarios  de la urbanización Nando Marín con la Secretaría de Gobierno, Policía, Ejército Nacional y miembros del Cuerpo Técnico de Investigación, C.TI., uno de los anuncios entregados por Luis Galvis, secretario de Gobierno municipal  fue la creación de un plan de acción para hacer frente a la inseguridad que viven los lugareños.

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El funcionario manifestó que  la institucionalidad en materia de seguridad hará presencia en el sector para evitar que sigan presentándose amenazas en contra de los administradores.

Administradores del conjunto aprovecharon la oportunidad para denunciar presuntas amenazas en su contra por quienes adeudan el servicio de aseo, y vigilancia entre otros servicios a nivel interno. Así mismo, denunciaron la invasión del espacio público, situación que se ha vuelto recurrente pese a los llamados de atención.

Adriana Cortés, quien vivió en la urbanización, tuvo que salir por los constantes eventos de inseguridad e intolerancia que con el paso del tiempo pasaron de ser malos entendidos entre vecinos a convertirse en disputas permanentes.

“La verdad hay demasiada intolerancia, pero anteriormente esto no sucedía. Yo viví en la urbanización junto a mi mamá y una hermana, pero debido a la cantidad de problemas que se presentan diariamente me mudé y quedaron mis familiares allá. Ellas me dicen que hay días que no pasa nada, cosas cotidianas, pero hay otros días donde las peleas son constantes”, señaló Cortés.

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LA INTOLERANCIA

Además de la inseguridad, la intolerancia ha sido una constante en el complejo de apartamentos ubicado al sur de la ciudad. Uno de los puntos que ha generado discordia ha sido la construcción de cantinas improvisadas que perturban la tranquilidad del vecindario. Así mismo, las denominadas vacunas siguen presente pese a las denuncias tanto de taxistas como de motociclistas que por alguna razón deben llegar a este lugar.

Entre tanto, el comandante del departamento de Policía Cesar, Jesús Manuel de los Reyes Valencia indicó: “Esto implica una labor más de prevención, que invite a pensar, a concientizar a la gente de estos barrios precisamente por este tipo de confrontaciones. Pienso que es algo que nos toca trabajar de manera conjunta porque no es un tema solo de represión o de control, que hay que hacerlo, sino llegar más a estas urbanizaciones”.