Los huesos aparentemente humanos fueron encontrados en un terreno que la Alcaldía Municipal había destinado para crear unas tumbas a los muertos por coronavirus.
Restos óseos encontrados por un obrero mientras construía las tumbas del cementerio de fallecidos por coronavirus, está por estos días de ‘boca en boca’ en la comunidad del municipio de El Copey porque hasta ahora se desconoce la historia detrás de los huesos.
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Los restos, posiblemente humanos, fueron hallados en tres fosas que la Alcaldía Municipal mandó a realizar para los muertos por covid-19, dado que a su cementerio central ya no le cabe un difunto más.
“Teníamos dos meses de haber elegido el sitio, se habían realizado dos tumbas en esa época, habíamos limpiado el terreno pero desafortunadamente, el último periodo ha sido de fuerte invierno por acá y creció el monte. Se tomó la decisión de hacer nuevas tumbas y en ese proceso descubren los restos”, dijo Francisco Manuel Meza Altamar, alcalde de El Copey.
Desde entonces distintas teorías salieron a flote alrededor de ellos: unos consideran que posiblemente se trató de tumbas ilegales donde familias enterraron a sus seres queridos y otros que puede tratarse de personas desaparecidas.
Así lo comenta un ciudadano en un video que prontamente se propagó en las redes sociales. “Se van a dar cuenta de que aquí había personas, esto es un cráneo, ¿de quién será? No sabemos, pero puede ser de un familiar mío o de ustedes”, comentó el ciudadano en el material audiovisual.
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El caso fue notificado por escrito a la Fiscalía General de la Nación y la fecha, según indicó el alcalde, los funcionarios de la entidad no han llegado al lugar.
Todo empezó con la muerte de Luis Alberto Pacheco Ortiz, el hombre de 48 años que luego de padecer la tragedia del coronavirus, su cuerpo fue paseado por El Copey el pasado domingo.
Para él, según las autoridades, no había disponible un espacio en el único cementerio del pueblo y su familia tenía que utilizar el terreno creado por la administración para los fallecidos por covid-19. Pero estos se negaron, consideraron que el predio no era adecuado para tan solemne acto, y a toda costa le dieron cristiana sepultura en el tradicional campo santo del municipio, generando una fuerte polémica.
Es así que el alcalde, Francisco Manuel Meza, dio las indicaciones para condicionar y crear las tumbas en el otro terreno, el cual no será utilizado hasta que las autoridades esclarezcan los hechos.
“La administración suspendió cualquier proceso. Ahí tenemos una sola persona enterrada y no hemos hecho más actividades para no interferir en una posible investigación”, precisó el mandatario.
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El predio de unas siete hectáreas pertenece a la Alcaldía Municipal desde los años 90 y había sido comprado precisamente para un futuro cementerio. “Estaba encerrado pero años anteriores la comunidad había tumbado la rejilla y no se había utilizado nunca para labor de cementerio”, agregó el alcalde. En el terreno alcanzaron a crear 9 tumbas que por ahora no serán ocupadas.
Esa es ahora la preocupación del municipio. La Alcaldía como medida provisional propuso darles cristiana sepultura en el corregimiento de Caracolí. Sin embargo, los miedos por la pandemia del coronavirus y la desinformación hicieron que miembros de la comunidad se opusieran a esto, aunque en los últimos días lograron un consenso.
Por el momento, la administración busca soluciones hasta que logren construir un nuevo cementerio.
Los huesos aparentemente humanos fueron encontrados en un terreno que la Alcaldía Municipal había destinado para crear unas tumbas a los muertos por coronavirus.
Restos óseos encontrados por un obrero mientras construía las tumbas del cementerio de fallecidos por coronavirus, está por estos días de ‘boca en boca’ en la comunidad del municipio de El Copey porque hasta ahora se desconoce la historia detrás de los huesos.
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Los restos, posiblemente humanos, fueron hallados en tres fosas que la Alcaldía Municipal mandó a realizar para los muertos por covid-19, dado que a su cementerio central ya no le cabe un difunto más.
“Teníamos dos meses de haber elegido el sitio, se habían realizado dos tumbas en esa época, habíamos limpiado el terreno pero desafortunadamente, el último periodo ha sido de fuerte invierno por acá y creció el monte. Se tomó la decisión de hacer nuevas tumbas y en ese proceso descubren los restos”, dijo Francisco Manuel Meza Altamar, alcalde de El Copey.
Desde entonces distintas teorías salieron a flote alrededor de ellos: unos consideran que posiblemente se trató de tumbas ilegales donde familias enterraron a sus seres queridos y otros que puede tratarse de personas desaparecidas.
Así lo comenta un ciudadano en un video que prontamente se propagó en las redes sociales. “Se van a dar cuenta de que aquí había personas, esto es un cráneo, ¿de quién será? No sabemos, pero puede ser de un familiar mío o de ustedes”, comentó el ciudadano en el material audiovisual.
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El caso fue notificado por escrito a la Fiscalía General de la Nación y la fecha, según indicó el alcalde, los funcionarios de la entidad no han llegado al lugar.
Todo empezó con la muerte de Luis Alberto Pacheco Ortiz, el hombre de 48 años que luego de padecer la tragedia del coronavirus, su cuerpo fue paseado por El Copey el pasado domingo.
Para él, según las autoridades, no había disponible un espacio en el único cementerio del pueblo y su familia tenía que utilizar el terreno creado por la administración para los fallecidos por covid-19. Pero estos se negaron, consideraron que el predio no era adecuado para tan solemne acto, y a toda costa le dieron cristiana sepultura en el tradicional campo santo del municipio, generando una fuerte polémica.
Es así que el alcalde, Francisco Manuel Meza, dio las indicaciones para condicionar y crear las tumbas en el otro terreno, el cual no será utilizado hasta que las autoridades esclarezcan los hechos.
“La administración suspendió cualquier proceso. Ahí tenemos una sola persona enterrada y no hemos hecho más actividades para no interferir en una posible investigación”, precisó el mandatario.
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El predio de unas siete hectáreas pertenece a la Alcaldía Municipal desde los años 90 y había sido comprado precisamente para un futuro cementerio. “Estaba encerrado pero años anteriores la comunidad había tumbado la rejilla y no se había utilizado nunca para labor de cementerio”, agregó el alcalde. En el terreno alcanzaron a crear 9 tumbas que por ahora no serán ocupadas.
Esa es ahora la preocupación del municipio. La Alcaldía como medida provisional propuso darles cristiana sepultura en el corregimiento de Caracolí. Sin embargo, los miedos por la pandemia del coronavirus y la desinformación hicieron que miembros de la comunidad se opusieran a esto, aunque en los últimos días lograron un consenso.
Por el momento, la administración busca soluciones hasta que logren construir un nuevo cementerio.