En 2018 se puso la primera piedra a un proyecto que generaría un cambio y proyectaría más de 1.000 empleos entre directos e indirectos. Hoy no solo hay una edificación sellada y con cara de elefante blanco.
Cuando se puso la primera piedra en la obra de la despulpadora de frutas y verduras ubicada en el corregimiento de La Mina, sur de Valledupar, todo pintaba color de rosa entendiendo que sería un proyecto que generaría más de 1.000 empleos y sería un gran apoyo en la economía de la comunidad kankuama. El tiempo pasó y lo que parecía una obra productiva se ha convertido en un elefante blanco por cuenta del abandono.
Lee también: Un paso más cerca de la despulpadora de frutas
Ha pasado 1 año, 9 meses y 19 días desde que se puso la primera piedra en un acto donde hicieron presencia el alcalde de aquel entonces Augusto Ramírez, concejales y autoridades indígenas de la etnia kankuama.
Jaime Luis Arias, cabildo gobernador de la etnia kankuama, aún tiene fe en la terminación de la despulpadora, pero con el tiempo esa misma fe se ha ido diluyendo mientras el proyecto sigue detenido.
“Nosotros le pedimos a la administración actual el apoyo para que se pueda culminar la despulpadora, el material de dotación y la puesta en funcionamiento de la planta de tratamiento. También solicitamos su incorporación en los planes de desarrollo y gestionar recursos vía PDET y por medio del Plan de Desarrollo Nacional para continuar con el proyecto”, dijo Jaime Luis Arias, cabildo gobernador del pueblo kankuamo.
Con la administración de Augusto Ramírez también se adelantaron conversaciones en su momento para avanzar con la dotación y puesta en funcionamiento de la planta, pero no sucedió nada más y en la actualidad dichos aportes seguirán en espera de acuerdo con el cabildo gobernador debido a los retrasos que ha generado la covid-19.
No dejes de leer: Los capturaron por extorsión a comerciante en Valledupar
“Nosotros como resguardo kankuamo hemos dispuesto más recursos para que el proyecto sea cofinanciado por la Agencia de Renovación del Territorio (ART) y otras instituciones, pero por el momento no hemos podido avanzar”, agregó el cabildo gobernador.
A los representantes del resguardo kankuamo les genera intranquilidad no poder culminar la despulpadora de frutas, un proyecto que sería de alto impacto económico para Valledupar y el departamento del Cesar.
Por el momento la despulpadora se encuentra en su primera etapa la cual corresponde a la infraestructura y, si no terminaran con el boceto, se pone en riesgo el recurso invertido y la oportunidad en materia económica por el potencial de producción de frutas y verduras que se pensó generar al principio de dicha obra.
La actual secretaria de obras, María Raiza Fuentes, indicó que ‘la despulpadora’ no ha sido recibida por la administración que representa. “La obra aún no la han podido recibir debido a faltantes en la documentación, por ende, no se puede realizar ningún tipo de intervención”, aseguró.
La funcionaria explicó además que no ha podido inspeccionar lo que se ha hecho: “Hasta el momento no hemos visitado la obra recordando que por las normas de bioseguridad es difícil trasladar5se hasta el punto donde se encuentra la despulpadora”, manifestó María Riza Fuente, secretaria de obras.
Por: Robert Cadavid / EL PILÓN
En 2018 se puso la primera piedra a un proyecto que generaría un cambio y proyectaría más de 1.000 empleos entre directos e indirectos. Hoy no solo hay una edificación sellada y con cara de elefante blanco.
Cuando se puso la primera piedra en la obra de la despulpadora de frutas y verduras ubicada en el corregimiento de La Mina, sur de Valledupar, todo pintaba color de rosa entendiendo que sería un proyecto que generaría más de 1.000 empleos y sería un gran apoyo en la economía de la comunidad kankuama. El tiempo pasó y lo que parecía una obra productiva se ha convertido en un elefante blanco por cuenta del abandono.
Lee también: Un paso más cerca de la despulpadora de frutas
Ha pasado 1 año, 9 meses y 19 días desde que se puso la primera piedra en un acto donde hicieron presencia el alcalde de aquel entonces Augusto Ramírez, concejales y autoridades indígenas de la etnia kankuama.
Jaime Luis Arias, cabildo gobernador de la etnia kankuama, aún tiene fe en la terminación de la despulpadora, pero con el tiempo esa misma fe se ha ido diluyendo mientras el proyecto sigue detenido.
“Nosotros le pedimos a la administración actual el apoyo para que se pueda culminar la despulpadora, el material de dotación y la puesta en funcionamiento de la planta de tratamiento. También solicitamos su incorporación en los planes de desarrollo y gestionar recursos vía PDET y por medio del Plan de Desarrollo Nacional para continuar con el proyecto”, dijo Jaime Luis Arias, cabildo gobernador del pueblo kankuamo.
Con la administración de Augusto Ramírez también se adelantaron conversaciones en su momento para avanzar con la dotación y puesta en funcionamiento de la planta, pero no sucedió nada más y en la actualidad dichos aportes seguirán en espera de acuerdo con el cabildo gobernador debido a los retrasos que ha generado la covid-19.
No dejes de leer: Los capturaron por extorsión a comerciante en Valledupar
“Nosotros como resguardo kankuamo hemos dispuesto más recursos para que el proyecto sea cofinanciado por la Agencia de Renovación del Territorio (ART) y otras instituciones, pero por el momento no hemos podido avanzar”, agregó el cabildo gobernador.
A los representantes del resguardo kankuamo les genera intranquilidad no poder culminar la despulpadora de frutas, un proyecto que sería de alto impacto económico para Valledupar y el departamento del Cesar.
Por el momento la despulpadora se encuentra en su primera etapa la cual corresponde a la infraestructura y, si no terminaran con el boceto, se pone en riesgo el recurso invertido y la oportunidad en materia económica por el potencial de producción de frutas y verduras que se pensó generar al principio de dicha obra.
La actual secretaria de obras, María Raiza Fuentes, indicó que ‘la despulpadora’ no ha sido recibida por la administración que representa. “La obra aún no la han podido recibir debido a faltantes en la documentación, por ende, no se puede realizar ningún tipo de intervención”, aseguró.
La funcionaria explicó además que no ha podido inspeccionar lo que se ha hecho: “Hasta el momento no hemos visitado la obra recordando que por las normas de bioseguridad es difícil trasladar5se hasta el punto donde se encuentra la despulpadora”, manifestó María Riza Fuente, secretaria de obras.
Por: Robert Cadavid / EL PILÓN