Para analistas políticos, este suceso es un rezago de la cultura machista de la región, enquistada profundamente.
Los 25 municipios del Cesar eligieron el domingo 27 de octubre solo alcaldes hombres, dejando de lado la participación femenina para ocupar el primer cargo de sus localidades. Este suceso es analizado por expertos en el diario EL PILÓN.
Para el politólogo Sergio Daza Quintero: “Es muy triste que la mujer cesarense aún no logre mayor participación política. Aunque en ocasiones anteriores ha habido alcaldesas- de hecho varias terminan su mandato ahora- se hace necesario que haya más mujeres interesadas en participar en política. Es un rezago de nuestra cultura machista, aun enquistada profundamente”.
A lo cual coincide el abogado Carlos César Silva, al afirmar: “Sin lugar a dudas es un retroceso, porque la idea es que cada vez las mujeres tengan mayor participación en el gobierno”.
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La economista e integrante del movimiento político Dignidad Caribe, Imelda Daza Cotes, manifestó al respecto: “No me extraña que en el Cesar no haya alcaldesa elegida porque las que han tenido la oportunidad no se han desempeñado precisamente por su condición de mujer, sino que por el contrario se han desempeñado como un hombre más. No se ha notado ese perfil, ese interés o compromiso con la reivindicación femenina, como es el caso de los municipios mineros”.
A ella le preocupa que las mujeres sigan rezagadas o sumisas en el quehacer político dirigido fundamentalmente por hombres. “En general las mujeres que participan en la campaña electoral les hace falta un compromiso de género; en este proceso electoral se refleja nuestro escaso poder político. Es indispensable empezar un trabajo con la mujer y su vínculo de la política de manera persistente e insistente”, subrayó Daza Cotes.
Cabe recordar que en el período 2016-2019 fueron electas: Elvia Milena Sanjuan Dávila, en San Diego; Zunilda Toloza Perez, en Chiriguaná (quien fue destituida por presuntas irregularidades en la elección del personero de su localidad); Yarcelis Rangel Restrepo, en La Jagua de Ibirico; Maritza Pérez, de Chimichagua; y Andrea Ovalle Arzuaga, en La Paz.
En la mayoría de municipios como en La Jagua de Ibirico, La Paz, Becerril, Valledupar, San Diego, Codazzi, Becerril, El Paso, Pailitas, Aguachica, Pelaya, San Martín y Bosconia, los alcaldes actuales no lograron dejar electos a sus candidatos.
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Daza Quintero reflexiona: “Esto sucede pues los alcaldes en ejercicio no logran hacer gestiones populares y eficaces, que conducen a que la ciudadanía no quiera reelegir. Lo de Valledupar es particularmente diciente, puesto que ningún alcalde desde hace 15 años o más, ha podido poner sucesor.
Elías Ochoa no pudo elegir a José Calixto Mejía, Luis Fabián Fernández no pudo elegir sucesor, Fredys Socarrás no pudo elegir sucesor y ahora Augusto ‘Tuto’ Uhía no pudo hacerlo tampoco. Ciro Pupo creo que fue el único que logro elegir sucesor cuando Rubén ‘Ava’ Carvajal”.
De acuerdo al politólogo, “las maquinarias funcionan como soporte de las campañas, pero tienen que tener un voto de opinión; eso fue lo que pasó en Valledupar. Las de más opciones (El Mello y Ernesto) tenían maquinaria, pero el Mello Castro contaba con el voto de opinión a su favor por haber hecho una campaña con un mensaje sencillo: Ernesto Orozco es la continuación de ‘Tuto’ Uhía”.
Al respecto, Silva argumenta: “Esto demuestra que hay una inconformidad con las administraciones actuales. La gente pasa cuenta de cobro; eso pasó en La Paz, San Diego y Valledupar. Los mandatarios que no han hecho las cosas bien o quienes tienen mala imagen como es el caso de la alcaldesa de San Diego, que me parecía buena, pero perdió su candidata; tal vez le pasaron cuenta de cobro porque se metió mucho en política y eso no le gustó a la gente”.
Concluyendo que “cuando los alcaldes no ponen sucesores indica que: no han hecho bien las cosas, se entrometieron mucho en la campaña, o los candidatos opositores montan un discurso bien fuerte que permita que la gente se distraiga”.
El abogado Carlos César Silva destaca hechos como jóvenes entre los 30 a 33 años que lleguen a liderar el gobierno, así como pasó en Bosconia y Pailitas; que en Aguachica haya ganado el partido Polo Democrático, que es un partido de izquierda, cuando en otrora era epicentro político del uribismo; y en Codazzi que ganara el partido Verde, venciendo al actual alcalde.
El alcalde actual de Valledupar, Mello Castro González, manifestó en rueda de prensa que su estrategia para ganar fue: “Estar cercano a la comunidad conociendo las necesidades reales del municipio. Valledupar pedía a gritos un cambio o una nueva alternativa; nos enfrentamos a una maquinaria municipal, que en su momento se creía ganadora, pero nosotros nos fuimos directos a las bases, a recorrer los barrios más marginados”.
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De lo anterior percibió inseguridad, falta de oportunidades e inversión social, por lo que asegura: “Mejorar la seguridad será uno de los grandes retos que tendremos, por lo que nuestro plan de gobierno se denomina ‘Seguridad para Todos’. Proyectamos la secretaría de Seguridad y Convivencia Ciudadana que queremos implementar con expertos en la materia asesorándonos y dándonos resultados contundentes”.
El candidato del partido de La U señaló que a partir del primero de enero del 2020 será el alcalde de todos los vallenatos, sin importar si lo acompañaron o no en el camino por llegar al primer cargo del municipio para poner orden y generar el cambio que la comunidad necesita.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/ EL PILÓN
[email protected]
Para analistas políticos, este suceso es un rezago de la cultura machista de la región, enquistada profundamente.
Los 25 municipios del Cesar eligieron el domingo 27 de octubre solo alcaldes hombres, dejando de lado la participación femenina para ocupar el primer cargo de sus localidades. Este suceso es analizado por expertos en el diario EL PILÓN.
Para el politólogo Sergio Daza Quintero: “Es muy triste que la mujer cesarense aún no logre mayor participación política. Aunque en ocasiones anteriores ha habido alcaldesas- de hecho varias terminan su mandato ahora- se hace necesario que haya más mujeres interesadas en participar en política. Es un rezago de nuestra cultura machista, aun enquistada profundamente”.
A lo cual coincide el abogado Carlos César Silva, al afirmar: “Sin lugar a dudas es un retroceso, porque la idea es que cada vez las mujeres tengan mayor participación en el gobierno”.
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La economista e integrante del movimiento político Dignidad Caribe, Imelda Daza Cotes, manifestó al respecto: “No me extraña que en el Cesar no haya alcaldesa elegida porque las que han tenido la oportunidad no se han desempeñado precisamente por su condición de mujer, sino que por el contrario se han desempeñado como un hombre más. No se ha notado ese perfil, ese interés o compromiso con la reivindicación femenina, como es el caso de los municipios mineros”.
A ella le preocupa que las mujeres sigan rezagadas o sumisas en el quehacer político dirigido fundamentalmente por hombres. “En general las mujeres que participan en la campaña electoral les hace falta un compromiso de género; en este proceso electoral se refleja nuestro escaso poder político. Es indispensable empezar un trabajo con la mujer y su vínculo de la política de manera persistente e insistente”, subrayó Daza Cotes.
Cabe recordar que en el período 2016-2019 fueron electas: Elvia Milena Sanjuan Dávila, en San Diego; Zunilda Toloza Perez, en Chiriguaná (quien fue destituida por presuntas irregularidades en la elección del personero de su localidad); Yarcelis Rangel Restrepo, en La Jagua de Ibirico; Maritza Pérez, de Chimichagua; y Andrea Ovalle Arzuaga, en La Paz.
En la mayoría de municipios como en La Jagua de Ibirico, La Paz, Becerril, Valledupar, San Diego, Codazzi, Becerril, El Paso, Pailitas, Aguachica, Pelaya, San Martín y Bosconia, los alcaldes actuales no lograron dejar electos a sus candidatos.
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Daza Quintero reflexiona: “Esto sucede pues los alcaldes en ejercicio no logran hacer gestiones populares y eficaces, que conducen a que la ciudadanía no quiera reelegir. Lo de Valledupar es particularmente diciente, puesto que ningún alcalde desde hace 15 años o más, ha podido poner sucesor.
Elías Ochoa no pudo elegir a José Calixto Mejía, Luis Fabián Fernández no pudo elegir sucesor, Fredys Socarrás no pudo elegir sucesor y ahora Augusto ‘Tuto’ Uhía no pudo hacerlo tampoco. Ciro Pupo creo que fue el único que logro elegir sucesor cuando Rubén ‘Ava’ Carvajal”.
De acuerdo al politólogo, “las maquinarias funcionan como soporte de las campañas, pero tienen que tener un voto de opinión; eso fue lo que pasó en Valledupar. Las de más opciones (El Mello y Ernesto) tenían maquinaria, pero el Mello Castro contaba con el voto de opinión a su favor por haber hecho una campaña con un mensaje sencillo: Ernesto Orozco es la continuación de ‘Tuto’ Uhía”.
Al respecto, Silva argumenta: “Esto demuestra que hay una inconformidad con las administraciones actuales. La gente pasa cuenta de cobro; eso pasó en La Paz, San Diego y Valledupar. Los mandatarios que no han hecho las cosas bien o quienes tienen mala imagen como es el caso de la alcaldesa de San Diego, que me parecía buena, pero perdió su candidata; tal vez le pasaron cuenta de cobro porque se metió mucho en política y eso no le gustó a la gente”.
Concluyendo que “cuando los alcaldes no ponen sucesores indica que: no han hecho bien las cosas, se entrometieron mucho en la campaña, o los candidatos opositores montan un discurso bien fuerte que permita que la gente se distraiga”.
El abogado Carlos César Silva destaca hechos como jóvenes entre los 30 a 33 años que lleguen a liderar el gobierno, así como pasó en Bosconia y Pailitas; que en Aguachica haya ganado el partido Polo Democrático, que es un partido de izquierda, cuando en otrora era epicentro político del uribismo; y en Codazzi que ganara el partido Verde, venciendo al actual alcalde.
El alcalde actual de Valledupar, Mello Castro González, manifestó en rueda de prensa que su estrategia para ganar fue: “Estar cercano a la comunidad conociendo las necesidades reales del municipio. Valledupar pedía a gritos un cambio o una nueva alternativa; nos enfrentamos a una maquinaria municipal, que en su momento se creía ganadora, pero nosotros nos fuimos directos a las bases, a recorrer los barrios más marginados”.
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De lo anterior percibió inseguridad, falta de oportunidades e inversión social, por lo que asegura: “Mejorar la seguridad será uno de los grandes retos que tendremos, por lo que nuestro plan de gobierno se denomina ‘Seguridad para Todos’. Proyectamos la secretaría de Seguridad y Convivencia Ciudadana que queremos implementar con expertos en la materia asesorándonos y dándonos resultados contundentes”.
El candidato del partido de La U señaló que a partir del primero de enero del 2020 será el alcalde de todos los vallenatos, sin importar si lo acompañaron o no en el camino por llegar al primer cargo del municipio para poner orden y generar el cambio que la comunidad necesita.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/ EL PILÓN
[email protected]