En la infancia de Lisa hubo una persona muy especial para ella era su primer amor, Liam donde pasaron muchas cosas, hubo un momento donde sus padres se la llevaron a Estados Unidos, antes de irse ella y Lyam se juraron amor eterno; cada uno se obsequiaron detalles importantes de sus vidas, un collar con su inicial que se lo había regalado su abuelo antes de morir; ella un anillo obsequiado por su madre en su séptimo cumpleaños “este amor puro durará para siempre, lucharé por ti mi preciosa, princesa nos volveremos a ver”.

Dijo él… Ella al escuchar eso soltó en llanto, él acariciaba su mejilla dándole animo de que se volverán a ver… pasaron la tarde juntos y ella dejó su amado país y dejó su corazón en él.

El tiempo pasó y Lisa había crecido tenía 19 años por otro lado estaba Liam con 21 años estaba físicamente su cuerpo bien formado y con una mente anhelando ver a su primer amor.

En el aeropuerto de los Estados Unidos una joven con cabellera larga, ojos marrón oscuro, un físico que atraía a aquel amor tomo el vuelo de regreso para encontrarse con él. En el trayecto solo imaginaba como sería ese encuentro.

Al llegar se fue para su antigua casa para encontrarse con los amigos de la infancia donde tenía mucho que contar. Al llegar se dispuso a descansar y al revisar su celular vio que Lyam subió una foto a su estado, ella lo seguía en las redes pero el perdió contacto con ella y pensaba que él la había olvidado.

Ella se atormentaba en solo pensar que él ya la había olvidado que no sería su princesa; pero al preguntar por Lyam a sus amigos, ellos le dijeron que estaba enfermo y no se encontraba en el país ya que estaba en un tratamiento que lo podría curar.

Fue así como Lisa hizo todo por encontrarlo porque ella quería saber cómo se encontraba si su enfermedad era de gravedad.

Al regresar el pidió verla, ella llegó y no pensó que él estaba loco por verla y que su compañía seria de mucha ayuda para su salud. Y fue así como días tras día iba a visitarlos a contarle historias románticas y a motivarlo y convencerlo que cuando se quiere se puede que es fundamental que el apoyo de la familia y los seres que lo aman le brinden todo el amor para soportar los males del cuerpo.

Pasaron los días y Lyan se fue mejorando descubrió otra faceta de su vida la de escribir historias de amor, ella lo motivó a publicar sus historias logrando en convertirlo en un gran novelista que plasma el amor y el dolor como el dúo que marca nuestras vidas.

Por eso Lyam le da gracias a Dios de volverte a ver porque llenas de magia la vida y el amor es nuestro mayor tesoro.

Por: Leslie Duarte – Inst. Educativa Andrés Nicolás Escobar Escobar