En una verdadera travesía se ha convertido para los ciudadanos de Valledupar el salir o entrar al barrio Villa Corelca. Las grandes piedras que se encuentran en las calles de este sector en muchas ocasiones se vuelven obstáculos para los vehículos, e incluso para los peatones.

Aunque el pésimo estado de las vías ha sido denunciado en varias ocasiones por los líderes comunitarios ante las autoridades municipales, con el fin de mejorarlas, hasta el momento dichas palabras no han tenido eco y con el pasar del tiempo la situación se vuelve más crítica.

Julio Méndez, habitante del sector, aseguró que por ser el barrio de escasos habitantes, al ocupar 16 manzanas, es sinónimo de poca importancia para los gobiernos de turno.

“A nosotros no nos prestan atención, sobre todo porque esta zona la señalan como peligrosa”, manifestó Jaime Brito, también residente del lugar.

Entre otros de los inconvenientes que resaltaron los pobladores de Villa Corelca está el malestar que generan los conductores de vehículos de tracción animal, que arrojan basuras en el centro deportivo Villa Olímpica, zona que, al parecer, es utilizada por consumidores de sustancias psicoactivas, quienes también son acusados de quemar, a cualquier hora del día, las basuras arrojadas en dicho sitio.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
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