Toda clase de mugre acompaña actualmente el camino que de la Ciudadela 450 Años conduce al megacolegio, ubicado en el barrio Francisco de Paula, al suroccidente de Valledupar.
Transitar diariamente por la vía adyacente del Instituto Educativo Mayor de Valledupar, César Pompeyo Mendoza Hinojosa y el Jardín Infantil Mariposas del río Badillo, ubicados en el barrio Francisco de Paula Santander, al suroccidente de Valledupar, se convirtió en una verdadera odisea para padres de familia y alumnos que acuden a estos planteles educativos.
La calle que un día prometieron pavimentar los gobernantes de turno por ser una trocha empedrada, hoy es una escombrera, llena de toda clase de residuos sólidos, de animales muertos, de maleza, colchones, sillas y demás desechos que arrojan habitantes de los alrededores o de otros barrios, materiales que son llevados al lugar por los llamados ‘carromuleros’.
Los propietarios de vehículos de tracción animal escogen cualquier punto de este sector para dejar los restos de construcciones, podas y demás porque, según ellos, no existe escombrera municipal para trasladar las basuras por lo que deben buscar puntos estratégicos como el ubicado entre los barrios Villa Miriam, Álamos, Villa Dariana, Francisco de Paula Santander y Ciudadela 450 Años.
Cada día los transeúntes, entre pequeños y grandes, deben afrontar, aparte de las basuras, inmensas piedras o enormes huecos empozados, situación que parece no tener eco en los gobernantes de turno, quienes, según los habitantes, prometen pavimentar pero hasta el momento ese sueño se quedó en palabras.
“El otro año, en época de elecciones ya veremos de nuevo a esos políticos ofreciéndonos soluciones pronta. Porque vea usted, en campaña prometen hasta el cielo y cuando se suben al poder bajamos en cohetes, estrellándonos con la verdad, no hacen nada”, mencionó Alirio Benjumea, residente del Francisco de Paula, en donde existe un extendido lote, que algunos líderes adecuaron como cancha de fútbol, pero hasta el escenario fue irrespetado por los llamados ‘antiambientalistas’.
Gina Meza, habitante de la urbanización Villa Dariana y madre de familia, aseguró a El Pilón que la situación del lugar no es diferente desde hace más de tres años, tiempo en el que también se ha visto el sector oscuro en horas de la noche causando inseguridad.
Con el fin de buscar una respuesta ante las quejas y peticiones de la comunidad El Pilón trató de comunicarse vía celular con el secretario de Gobierno Municipal, Carlos Mario Céspedes, pero no respondió su teléfono.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]
Toda clase de mugre acompaña actualmente el camino que de la Ciudadela 450 Años conduce al megacolegio, ubicado en el barrio Francisco de Paula, al suroccidente de Valledupar.
Transitar diariamente por la vía adyacente del Instituto Educativo Mayor de Valledupar, César Pompeyo Mendoza Hinojosa y el Jardín Infantil Mariposas del río Badillo, ubicados en el barrio Francisco de Paula Santander, al suroccidente de Valledupar, se convirtió en una verdadera odisea para padres de familia y alumnos que acuden a estos planteles educativos.
La calle que un día prometieron pavimentar los gobernantes de turno por ser una trocha empedrada, hoy es una escombrera, llena de toda clase de residuos sólidos, de animales muertos, de maleza, colchones, sillas y demás desechos que arrojan habitantes de los alrededores o de otros barrios, materiales que son llevados al lugar por los llamados ‘carromuleros’.
Los propietarios de vehículos de tracción animal escogen cualquier punto de este sector para dejar los restos de construcciones, podas y demás porque, según ellos, no existe escombrera municipal para trasladar las basuras por lo que deben buscar puntos estratégicos como el ubicado entre los barrios Villa Miriam, Álamos, Villa Dariana, Francisco de Paula Santander y Ciudadela 450 Años.
Cada día los transeúntes, entre pequeños y grandes, deben afrontar, aparte de las basuras, inmensas piedras o enormes huecos empozados, situación que parece no tener eco en los gobernantes de turno, quienes, según los habitantes, prometen pavimentar pero hasta el momento ese sueño se quedó en palabras.
“El otro año, en época de elecciones ya veremos de nuevo a esos políticos ofreciéndonos soluciones pronta. Porque vea usted, en campaña prometen hasta el cielo y cuando se suben al poder bajamos en cohetes, estrellándonos con la verdad, no hacen nada”, mencionó Alirio Benjumea, residente del Francisco de Paula, en donde existe un extendido lote, que algunos líderes adecuaron como cancha de fútbol, pero hasta el escenario fue irrespetado por los llamados ‘antiambientalistas’.
Gina Meza, habitante de la urbanización Villa Dariana y madre de familia, aseguró a El Pilón que la situación del lugar no es diferente desde hace más de tres años, tiempo en el que también se ha visto el sector oscuro en horas de la noche causando inseguridad.
Con el fin de buscar una respuesta ante las quejas y peticiones de la comunidad El Pilón trató de comunicarse vía celular con el secretario de Gobierno Municipal, Carlos Mario Céspedes, pero no respondió su teléfono.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
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