VALLEDUPAR

Apagón de luz y agua obliga a familias vallenatas a desafiar la creciente del río Guatapurí

El apagón en Valledupar desde las 5 a.m. afectó semáforos, escuelas y servicios; familias buscaron refugio y alivio en el río Guatapurí ante la crisis eléctrica y la falta de agua.

A falta de energía y agua, las familias llevan frutas y agua al río Guatapurí, convirtiendo sus orillas en un refugio temporal contra las adversidades del apagón. Foto: Jesús Ochoa.

A falta de energía y agua, las familias llevan frutas y agua al río Guatapurí, convirtiendo sus orillas en un refugio temporal contra las adversidades del apagón. Foto: Jesús Ochoa.

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Desde las 5 a.m. de este martes, la ciudad de Valledupar enfrentó un apagón general debido a mantenimientos programados en las redes eléctricas por parte de la empresa Afinia. Este corte limitó las actividades cotidianas de los ciudadanos. Al mismo tiempo, se han registrado crecientes súbitas en las últimas 24 horas en los ríos Tocaimo en San Diego y Candela en Atánquez, mientras se mantiene una alerta por parte del Ideam para el río Guatapurí en la ciudad y balnearios cercanos, lo que genera preocupación adicional en la comunidad.

EL PILÓN visitó la ribera del Guatapurí para conocer la situación de las familias que decidieron pasar el día allí, buscando refrescarse y afrontar la situación pese a las limitaciones. Urián García y Mery Molina, quienes viven en el barrio Chiriquí, relataron su experiencia: “Desde las 5 de la mañana se fue la luz en nuestro sector, y decidimos venirnos para acá al río porque no se aguanta el calor en la casa. Además, tenemos estufa eléctrica y no pudimos cocinar. Trajimos mandarinas, guineos maduros y agua para pasar el día”.

Las personas dicen no contar con efectivo para comprar una sopa o caldo en el río que oscila entre los quince mil y veinte mil pesos. Los taxis están cobrando carreras desde Chiriquí hasta Hurtado a quince mil pesos, es decir, en total las familias están gastando treinta mil pesos solo en ir al río. 

Cruzar la ciudad para refrescarse

Por su parte, Beatriz Pinto Daza, residente del barrio Don Carmelo, expresó su indignación por el corte y el costo del servicio: “Se va la luz y encima nos cobran caro el servicio. Vivo sola y debo pagar mucho por algo que no tengo. Es un desorden público que afecte tanto a la gente común que no tiene cómo resolverlo. Hoy pasamos hambre, sólo con el agua que trajimos. No hay señal para comunicarnos, esto es un caos”, denunció.

Además, los cortes han afectado la educación. Los colegios públicos y privados suspendieron las clases para evitar exponer a los niños a las condiciones adversas.

Remedios Rincones, madre de cuatro menores, quien llegó desde La Guajira a Valledupar en busca de un ambiente más sano y un mejor futuro para sus hijos, expresa su frustración ante el apagón general que afecta a la ciudad desde temprano en la mañana. “Mire que ahora quitan la luz, quitan el agua. Nos vinimos por una mejor calidad de vida, pero esto es un desvarío público”, comenta con indignación.

Leer: ¿Día festivo obligado en Valledupar por corte de luz? Colegios oficiales sin clases; universidades y entidades afectadas

Aunque en su tierra natal también existen problemas similares, Beatriz asegura que no esperaba enfrentar la misma situación en Valledupar, adonde se mudaron “por mejorar la calidad de vida, por estar mejor, por el desarrollo de los niños, por el ambiente más sano, y no”.

El río Guatapurí es el salón de clases

La suspensión de clases también ha sido un golpe para las familias, relata Rincones. “A mí, como representante y madre, me informaron que no iba a haber clase. Tengo tres menores en colegios privados y ellos ya sabían desde el sábado que cambiarían la rutina. La niña que va a colegio público nos avisaron anoche que hoy no tendrían servicio porque con qué — entonces se los traje para acá, porque qué otra cosa hacer”, asegura.

Además, denunció la falta de comunicación con los padres: “En el sector de ella no informaron a los padres y los niños quedaron a la deriva, como muchachos regados. Eso no puede ser. En la Institución Educativa Andrés Escobar. No avisaron y no hubo clases. Los hicieron ir hoy a las seis de la mañana y los soltaron a las 8 porque no hay luz”.

El río Guatapurí se convierte en el único lugar con aire fresco y agua para los jóvenes que no pudieron ir a clase debido al apagón que afecta a Valledupar. Foto: Jesús Ochoa.

Pinto Daza se mostró preocupada por los riesgos a los que se exponen los niños. “Es una maldad, un desorden. Imagínese, padres que trabajan y dejan a los niños esperando que los vayan a recoger. Si algo les pasa, ¿quién responde? El colegio, porque tiene que informar. No pueden mandar a los niños sin luz, sin ventiladores, con 40 alumnos en un salón y con ese calor. Por favor, concientícense de este desorden”. Con voz firme, concluye: “Eso es lo que hay que hablar, la verdad. Que se escuche la voz de los que vivimos esta realidad”.

Sin electricidad, sin agua y sin alimentos

Las crecientes en los ríos cercanos mantienen en alerta a las autoridades y a las familias que buscan alternativas para sobrellevar el día sin electricidad, sin agua y sin alimentos. Afinia ha indicado que el mantenimiento es necesario para garantizar un servicio más estable en el futuro, pero la falta de un aviso más completo y los múltiples problemas añadidos han generado malestar generalizado.

Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN

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