La propuesta no solo ha generado controversia por el supuesto “mico” con el que, al parecer, se busca blindar a los congresistas de manera que solo puedan ser capturados en caso de que la Cámara de Representantes o el Senado así lo aprueben.
Un proyecto de acto legislativo fue presentado por la senadora Paloma Valencia, en compañía del expresidente y también senador Alvaro Uribe Vélez: “Por medio del cual se modifican los artículos 186, 235 y 251 de la Constitución Política y se implementa el derecho a impugnar las sentencias condenatorias”.
El proyecto que busca reformar la Constitución Política en materia de administración de justicia y el equilibrio orgánico de frenos y contrapesos, propone modificar el artículo 186 de la Constitución Política del 91 que originalmente reza: “De los delitos que cometan los congresistas, conocerá en forma privativa la Corte Suprema de Justicia, única autoridad que podrá ordenar su detención. En caso de flagrante delito deberán ser aprehendidos y puestos inmediatamente a disposición de la misma corporación”, y reestructurarlo de manera que el mismo artículo quede así:
“Ningún miembro del Congreso podrá ser aprehendido ni llamado a juicio sin permiso de la Cámara a que pertenezca, durante el período constitucional. En caso de flagrante delito deberán ser aprehendidos y puestos inmediatamente a disposición de la misma corporación. Ningún miembro del Tribunal Supremo Constitucional podrá ser aprehendido ni llamado a juicio sin permiso de la Comisiones Primeras Conjuntas del Senado y la Cámara de Representantes”.
La propuesta no solo ha generado controversia por el supuesto “mico” con el que, al parecer, se busca blindar a los congresistas de manera que solo puedan ser capturados en caso de que la Cámara de Representantes o el Senado así lo aprueben.
El llamado “mico” se suma a la propuesta de establecer una ‘Súper-Corte’ donde se unifiquen las altas cortes, lo que ya había sido propuesto por el presidente Duque durante su campaña como candidato a la presidencia.
A esa idea ya el Gobierno, a través de la ministra de Justicia, Gloria María Borrero, se negó al argumentar que no es conveniente.
La propuesta no solo ha generado controversia por el supuesto “mico” con el que, al parecer, se busca blindar a los congresistas de manera que solo puedan ser capturados en caso de que la Cámara de Representantes o el Senado así lo aprueben.
Un proyecto de acto legislativo fue presentado por la senadora Paloma Valencia, en compañía del expresidente y también senador Alvaro Uribe Vélez: “Por medio del cual se modifican los artículos 186, 235 y 251 de la Constitución Política y se implementa el derecho a impugnar las sentencias condenatorias”.
El proyecto que busca reformar la Constitución Política en materia de administración de justicia y el equilibrio orgánico de frenos y contrapesos, propone modificar el artículo 186 de la Constitución Política del 91 que originalmente reza: “De los delitos que cometan los congresistas, conocerá en forma privativa la Corte Suprema de Justicia, única autoridad que podrá ordenar su detención. En caso de flagrante delito deberán ser aprehendidos y puestos inmediatamente a disposición de la misma corporación”, y reestructurarlo de manera que el mismo artículo quede así:
“Ningún miembro del Congreso podrá ser aprehendido ni llamado a juicio sin permiso de la Cámara a que pertenezca, durante el período constitucional. En caso de flagrante delito deberán ser aprehendidos y puestos inmediatamente a disposición de la misma corporación. Ningún miembro del Tribunal Supremo Constitucional podrá ser aprehendido ni llamado a juicio sin permiso de la Comisiones Primeras Conjuntas del Senado y la Cámara de Representantes”.
La propuesta no solo ha generado controversia por el supuesto “mico” con el que, al parecer, se busca blindar a los congresistas de manera que solo puedan ser capturados en caso de que la Cámara de Representantes o el Senado así lo aprueben.
El llamado “mico” se suma a la propuesta de establecer una ‘Súper-Corte’ donde se unifiquen las altas cortes, lo que ya había sido propuesto por el presidente Duque durante su campaña como candidato a la presidencia.
A esa idea ya el Gobierno, a través de la ministra de Justicia, Gloria María Borrero, se negó al argumentar que no es conveniente.