Una gran polémica se ha generado en torno a las condiciones de los árboles ubicados alrededor del canal que se encuentra en la Ciudadela 450 Años, donde se vienen adelantando obras por parte del Sistema Integrado de Transporte de Valledupar.

Según lo manifestado por Miguel Ángel Sierra, biólogo y activista ambiental, los árboles fueron maltratados por las máquinas que rompieron las ramas de los mismos y están en la orilla del canal con riesgo de caerse porque les cercenaron las raíces de soporte. Además considera que se debió evitar este traumatismo, viendo con más objetividad el proceso y obligando a hacer un traslado porque son árboles emblemáticos que representan un valor muy alto con relación a los beneficios que brindan en calidad de vida de los habitantes del sector.

Sin embargo, Carlos Andrade, funcionario de Corpocesar, quien adelanta el análisis de la información para hacer un diagnóstico y decidir sobre la medida que tomarán al respecto, aseguró que los árboles que llevan plantados más de 40 años no tenían un suelo fijo.

De acuerdo con Andrade, el hecho se hizo notorio con las adecuaciones de los perfiles viales y las obras complementarias que han ido emparejando el suelo con lo cual fue evidente que los árboles tienen las raíces por encima, algo que representa un riesgo para el lugar si se dejan ahí , pero tampoco se podía realizar el traslado puesto que tienen una ubicación que compromete tuberías de acueducto y alcantarillado.

Por parte del Siva, que se encuentra al frente de las obras de la zona, al presentar el diseño del proyecto, la autoridad ambiental les otorgó los permisos para talar estos árboles y hacer la compensación ambiental, pero con el fin de ser responsables con el medio ambiente decidieron efectuar la obra con la menor afectación a los árboles.

De igual manera, los vecinos de los 450 Años piden el proceso de compensación requerido bajo el cual se deben sembrar cinco árboles por cada árbol radicado, que deben cumplir con unas especificaciones puntuales que se estipulan en la resolución emitida por Corpocesar.

Daniela Rincones Julio/ EL PILÓN
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