Una de las cosas que más se recordará del estilo de gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez será, sin lugar a dudas, los consejos comunales de gobierno; inclusive es altamente probable que el próximo presidente, sea quien sea, conserve este instrumento propagandístico, pero que representa, a juzgar por los resultados, un eficiente evento de comunicación política. Y en los consejos comunales de gobierno Uribe ha dejado su impronta, una forma de comunicación frentera, agresiva y elocuente.
Pues bien, ese estilo agresivo y frentero  se ha puesto de moda en el país, lamentablemente; basta ver lo que sucedió en la campaña por la candidadura del Partido Liberal, en la cual de alguna u otra manera fue alto el componente de intolerancia e ironía con los adversarios, inclusive contra una de las mujeres aspirantes y –hasta cierto punto- también de ella contra sus otros contrincantes.
Algo similar sucedió en el Polo democrático, entre los partidarios de Carlos Gaviria y la opción de Gustavo Petro; y también está sucediendo en el histórico Partido Conservador, donde las agresiones de Andrés Felipe Arias, más conocido como Uribito, contra la excanciller Noemí Sanín y viceversa, desdicen de ambos y vuelven a colocar la política colombiana en el ámbito de la emoción de la gritería y de la bulla, y no en el plano de las argumentaciones racionales, que es lo que se requiere.
En materia de costumbres en la política, que lejos estamos del caso de Chile, que nos puede servir de ejemplo; una democracia madura, tolerante y hasta elegante en sus formas, si se quiere, en donde el candidato de la coalición de gobierno, Eduardo Frei, madrugó a reconocer el triunfo de Sebastián Piñera, y este, a su vez, elogió a Frei y lo calificó como un extraordinario líder de la oposición. Y eso es la democracia, existe  un gobierno y debe existir una oposición que con estudios, análisis y propuestas debe actuar y prepararse para cuando le corresponda, en su momento, gobernar.
Por eso queremos destacar la manera diferente, interesante y novedosa como están haciendo la política los llamados tres tenores, es decir los precandidatos del Partido Verde, los ex alcaldes de Bogotá: Enrique Peñaloza, Antanas Mokus y Luis Eduardo “Lucho” Garzón, quienes han decidido hacer la campaña juntos por todo el país, con camaradería, sin agravios e inclusive reconociéndose, entre ellos sus aciertos.  Es una buen ejemplo el que le están dando al resto de sus colegas precandidatos, Mokus, Peñaloza y Garzón; es una forma  bien interesante de promover la consulta interna que tendrá el Partido Verde el próximo 14 de marzo, junto con las elecciones para Cámara de Representantes y Senado de la República.

Pero más allá de la forma, también es importante el fondo,  los contenidos, y estos tres precandidatos, todos ex alcaldes de Bogotá, reiteramos, la ciudad más grande y compleja del país, demuestran que se han tomado el trabajo de estudiar los problemas nacionales, demuestran, como se dice popularmente, que les cabe el país en la cabeza.  Y aunque tienen temas en los cuales sus propuestas son diferentes, también tienen otros en los cuales coinciden.
Coinciden en una gran preocupación por la problemática social, principalmente la lucha contra el desempleo y la pobreza; la lucha radical contra la corrupción “los recursos públicos son sagrados”, insisten; como también una visión integral del tema de la seguridad y de la necesidad de defender la legitimidad de la fuerza pública para luchar tanto contra la subversión como contra los grupos de autodefensa y el narcotráfico.
Por supuesto, el tema de la defensa del medio ambiente y la sostenibilidad de una política clara y de largo plazo en esta materia, es otro tema que los une. Los tres se declaran partidarios de defender la iniciativa privada y la economía de mercado, pero con políticas claras, transparentes y equitativas.
Queremos resaltar esta forma de hacer política, la armonía, la tolerancia y la pedagogía que ella implica debería ser tenida en cuenta por los precandidatos de otros partidos y también por quienes aspiran, en el plano local, a representarnos en la Cámara de Representantes y el Senado de la República. Esta es una nueva forma de hacer política con argumentos, con propuestas y contraargumentos, no con insultos, gritos y agravios, que de por sí llevan una alta carga de agresividad que ha revivido el estilo del Presidente Uribe.
Y desde esta tribuna invitamos a votar por la consulta del Partido Verde, como también por la Consulta del Partido Conservador y la Consulta Caribe, para posibilitar convertirnos en Región, en desarrollo de normas constitucionales  y legales que así lo permiten. La jornada del próximo 14 de marzo, va más allá de la elección de Congreso están en juego, también, estas aspiraciones presidenciales antes mencionadas y el viejo anhelo de la Costa Atlántica de convertirse en Región para tener una mayor autonomía e independencia frente a las autoridades de Bogotá.